“Estoy plenamente convencido de que si no nos fijamos metas en nuestra vida ni aprendemos a dominar las técnicas del vivir para lograrlas, llegaremos a la vejez y miraremos hacia atrás en la vida y nos daremos cuenta de que hemos logrado tan solo una pequeña porción de nuestro pleno potencial”.
M. Russell Ballard, “Do Things That Make a Difference,” Ensign, junio de 1983, págs. 69–70.
Meta de alta prioridad: Salir con jóvenes del sexo opuesto y el matrimonio
“Un matrimonio en el templo por el tiempo de esta vida y toda la eternidad merece que ustedes hagan su mayor esfuerzo y que le den la máxima prioridad. Fue solo después de que Nefi había terminado el templo en el desierto que dijo: ‘Y… vivimos de una manera feliz’. La ‘manera feliz’ se halla en el templo; es guardar los convenios”.
Elaine S. Dalton, “Amar a su madre”, Liahona, noviembre de 2011, pág. 77.
Logre sus metas
Escriba las metas
Ejerza fe, arrepentimiento y autodisciplina
Sea diligente y paciente
Haga planes específicos
Leer:
Para aumentar las probabilidades de lograr sus metas, haga planes específicos con pasos claramente definidos.
Lea los ejemplos de metas en la tabla siguiente. Fíjese en cómo cada meta tiene un plan, un cronograma y una persona específica a la que presentar informes.
Meta
Pasos específicos para lograr la meta
Cronograma
A quién presentaré informes
Estudiaré las Escrituras durante 30 minutos diarios.
Despertarme cada día a las 6 de la mañana.
Leer las Escrituras antes de desayunar
Anotar el progreso en una tabla.
Evaluaré mi progreso en un mes.
Compartiré la tabla de progreso con un mentor.
Ganaré dinero suficiente para empezar a estudiar en seis meses.
Seleccionaré 10 empresas en las que me gustaría trabajar.
Visitaré cada empresa y preguntaré si hay oportunidades de empleo.
Visitaré cada empresa en los próximos tres días.
Daré un informe a mi mentor.
“Aquello en lo cual perseveramos se vuelve más fácil de realizar no porque su naturaleza haya cambiado, sino porque nuestra capacidad para realizarlo ha aumentado”.
Cita atribuida a Ralph Waldo Emerson, en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Heber J. Grant, 2002, pág. 36.
Seleccione un compañero de acción para esta semana y dediquen un par de minutos a compartir el uno con el otro los compromisos en los que han sentido que deben trabajar. Decidan cómo van a realizar el seguimiento el uno con el otro durante la semana.