Seminario
Romanos 8:1–17


Romanos 8:1–17

“[C]oherederos con Cristo” 

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A Hispanic man gives the Savior, Jesus Christ, a hug. Christ is wearing a white robe.

En una época en que los miembros de la Iglesia en Roma carecían de unidad y tenían opiniones divididas en cuanto a varios asuntos importantes, Pablo les escribió con respecto a cómo podían seguir al Espíritu para tener acceso a la expiación de Jesucristo a fin de superar su estado caído. Pablo prometió que, si lo hacían, serían coherederos con Jesucristo de todo lo que el Padre Celestial tiene. Mientras estudias, procura aumentar tu deseo de seguir al Espíritu y recibir todo lo que el Padre Celestial tiene. 

El lenguaje basado en el género en las Escrituras. A veces, las Escrituras usan palabras como “hombres” o “hijos” para referirse a las bendiciones que Dios ofrece (véase, por ejemplo, Romanos 8:14). Asegúrese de que los alumnos comprendan que las promesas eternas del Padre Celestial en cuanto a recibir todo lo que Él tiene se aplican tanto a hombres como a mujeres (véase Doctrina y Convenios 25:1).

Preparación del alumno: Invite a los alumnos a leer Doctrina y Convenios 76:50–70 y a venir preparados para hablar sobre por qué querrían recibir las bendiciones descritas en estos versículos.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

¿Qué quieres heredar?

Antes de hacer las siguientes preguntas, podría mostrar algunos de los objetos, rasgos o dones significativos que ha heredado de sus antepasados, o hablar sobre ellos.

  • Si pudieras elegir a alguien de quien heredar algo, ¿a quién elegirías? ¿Por qué?

  • ¿Qué desearías heredar de esa persona?

El apóstol Pablo escribió a los santos de Roma en cuanto a la herencia que el Padre Celestial ofrece a cada uno de Sus hijos.Lee Romanos 8:16–17, 32 y marca lo que nos ofrece el Padre Celestial. Puede ser útil saber que un heredero es una “[p]ersona con derecho a heredar bienes materiales o dones espirituales” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “ Heredero ”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).

  • ¿Qué palabras o frases marcaste?

  • ¿Qué crees que signifique llegar a ser “coheredero” con Jesucristo?

Una de las verdades que nos ayudan a comprender estos versículos es que el Padre Celestial desea bendecirnos con todo lo que Él tiene (véase también Doctrina y Convenios 76:55 ; 84:38).

En referencia a la herencia con la que el Padre Celestial desea bendecirnos, el presidente Dieter F. Uchtdorf, que en ese momento prestaba servicio en la Primera Presidencia, enseñó:

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Official portrait of Elder Dieter F. Uchtdorf of the Quorum of the Twelve Apostles, 2006. Called as Second Counselor in the First Presidency, 3 February 2008. Made official portrait in 2008 replacing portrait taken in 2004.

No alcanzo a imaginar todo lo que abarca esa promesa; no obstante, sé sin duda que es grandiosa, es divina, es eterna y merece todo nuestro esfuerzo en esta vida.

(Dieter F. Uchtdorf, “Cuatro títulos”, Liahona, mayo de 2013, pág. 60)

Dedica un momento a pensar en lo que podría significar heredar todo lo que tiene el Padre Celestial y considera qué preguntas podrías tener en cuanto a esta verdad. Piensa en qué características, atributos y otras bendiciones te gustaría heredar del Padre Celestial. Mientras continúas estudiando el día de hoy, busca verdades que puedan ayudarte a comprender mejor la herencia con la que el Padre Celestial desea bendecirte y lo que puedes hacer a fin de ser merecedor de ella.

Aprender más sobre la herencia del Padre Celestial

Muestre en la pizarra el siguiente cuadro. Decida si sería mejor que los alumnos estudiaran los siguientes versículos de forma individual, en grupos pequeños o como clase.

Crea el siguiente cuadro en tu diario de estudio.

Bendiciones que el Padre Celestial desea que heredemos

Lo que podemos hacer a fin de ser merecedores de esta herencia

En nuestra dispensación, el Señor ha revelado más acerca de la herencia que el Padre Celestial desea brindarnos. Como parte de una revelación dada al profeta José Smith y registrada en lo que ahora es Doctrina y Convenios 76 , el Señor describió a aquellos que algún día heredarían el Reino Celestial.

Estudia Doctrina y Convenios 76:50–70 , así como más de las enseñanzas de Pablo en Romanos 8:1, 5–9, 13–14 , incluida la Traducción de José Smith de Romanos 8:8–9 , que se encuentra en las notas al pie de página. Mientras estudias, agrega a tu cuadro las promesas que encuentres y lo que los versículos dicen que puedes hacer a fin de ser merecedor de esas promesas. Recuerda que, aunque algunos de estos versículos usan palabras como “hijos” y “hombres”, las promesas de Dios se aplican de igual manera a todos los hijos del Padre Celestial (véase Doctrina y Convenios 25:1). También puede ser útil saber que la palabra “carnal”, mencionada en Romanos 8 , se refiere a alguien que se enfoca en cosas mundanas o temporales. También puede referirse a los apetitos de la carne (véase la Guía de para el Estudio de las Escrituras, “ Carnal ”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).

Cuando los alumnos hayan terminado de estudiar, podría invitar a quienes así lo deseen a agregar algunas de sus reflexiones al cuadro de la pizarra. Utilice preguntas como las siguientes para hacer un análisis significativo sobre lo que los alumnos están aprendiendo.

  • ¿Qué versículos de tu estudio fueron los más significativos para ti? ¿Por qué?

  • ¿Qué te ayudaron a comprender mejor esos versículos en cuanto a la herencia que Dios desea darte? ¿Qué puedes hacer a fin de ser merecedor de esa herencia?

Repasa lo que escribiste en el cuadro que hiciste en tu diario de estudio, incluidas las bendiciones que el Padre Celestial quiere que heredes.

  • ¿Qué te ayudan a entender esas bendiciones prometidas acerca del Padre Celestial y Jesucristo?

  • ¿Qué papel desempeña el Salvador para ayudarnos a recibir esa herencia? (véase Doctrina y Convenios 76:69).

¿De qué manera puede influir en tu vida?

Piensa un momento en la forma en que el comprender la herencia que el Padre Celestial desea darte puede influir en tu vida y en las decisiones que tomas.

Muestre los casos hipotéticos y las instrucciones que les siguen. En lugar de hacer que los alumnos le escriban una nota a la persona del caso hipotético que elijan, se podría dividir a la clase en grupos pequeños y asignarle un caso hipotético a cada grupo. Luego, los alumnos podrían utilizar las preguntas que aparecen después de los casos hipotéticos para analizar cómo ayudar a las personas de esos casos.

Ahora, piensa en la forma en que las verdades que has estudiado hoy podrían influir en los adolescentes de los siguientes casos hipotéticos:

  1. Estela ha pasado por muchas dificultades en su vida y se siente desanimada. Se pregunta si continuar asistiendo a la Iglesia y guardar los mandamientos vale la pena.

  2. Carlos adora la tecnología increíble que ofrece el mundo. Pasa la mayor parte de su tiempo jugando videojuegos, usando las redes sociales o mirando videos.

  3. Lisa a menudo lucha con sentimientos de baja autoestima y se pregunta si alguien realmente se preocupa por ella.

Elige uno de los casos hipotéticos anteriores (o piensa en un caso diferente). Escribe una breve nota para la persona del caso que elegiste en la cual compartas las verdades y los pasajes de las Escrituras que has estudiado en esta lección y que crees que ayudarían a la persona con su situación. Podría serte útil considerar las siguientes preguntas mientras escribes:

  • ¿Qué significa para ti el hecho de que podemos recibir todo lo que el Padre Celestial y Jesucristo tienen?

  • ¿Cómo podría la comprensión de esta herencia ayudar a la persona del caso hipotético que elegiste?

  • ¿Qué han hecho el Padre Celestial y Jesucristo para posibilitar que recibamos estas bendiciones?

  • ¿Cuáles son algunas cosas sencillas que la persona de tu caso hipotético podría comenzar a hacer y que la ayudarían en su situación?

Invite a los alumnos que así lo deseen a compartir sus explicaciones con la clase. Agradezca a los alumnos por sus esfuerzos y testifique del amor del Padre Celestial por ellos y de Su deseo de darles esas bendiciones. Anímelos a seguir al Espíritu a diario a medida que se esfuerzan por ser merecedores de esas bendiciones.

Comentarios e información de contexto

¿Cómo puede ayudarnos el recordar nuestra herencia?

La presidenta Elaine S. Dalton, quien prestó servicio como Presidenta General de las Mujeres Jóvenes, compartió una historia sobre un rey que ilustra esta lección:

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Final official portrait of Sister Elaine S. Dalton, Young Women general presidency, 2008. Released as second counselor and sustained as first counselor at the April 2007 general conference. Sustained as president at the April 2008 general conference. Released as president at the April 2013 general conference.

… [El rey] tenía un conocimiento inquebrantable de su identidad. Cuando era joven, fue secuestrado por hombres perversos que habían destronado a su padre, el rey. Esos hombres sabían que, si lograban destruirlo moralmente, no heredaría el trono. Durante seis meses lo sometieron a todas las cosas ruines de la vida y, no obstante, él nunca cedió ante la presión. Eso dejó perplejos a los secuestradores quienes, después de hacer todo lo que pudieron, le preguntaron por qué tenía tal entereza moral. Su respuesta fue sencilla. Dijo: “No puedo hacer lo que me piden, ya que nací para ser rey” [véase Vaughn J. Featherstone, “The King’s son”, New Era, noviembre de 1975, pág. 35].

Así como el hijo del rey, cada una de ustedes ha heredado una primogenitura real; cada una tiene un patrimonio divino.

(Véase Elaine S. Dalton, “¡Recuerden quiénes son!”, Liahona, mayo de 2010, pág. 121)

¿Qué tipo de esfuerzo se requiere para seguir al Espíritu continuamente y recibir todo lo que el Padre Celestial tiene?

Cuando prestaba servicio como miembro de los Setenta, el élder Bruce C. Hafen explicó:

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Final official portrait of Elder Bruce C. Hafen of the First Quorum of the Seventy, 2007. Called as president of the St. George Utah Temple beginning in November 2010. GIven emeritus status at the October 2010 general conference.

… Si deseamos “todo lo que [el] Padre tiene” [ Doctrina y Convenios 84:38 ], Dios pide todo lo que tengamos. Para merecer ese tesoro exquisito, de la forma que nos sea posible, debemos dar de la misma forma que Cristo dio: cada gota que Él tenía: “… [C]uán dolorosos no lo sabes; cuán intensos no lo sabes” [ Doctrina y Convenios 19:15 ]. Pablo dijo: “… [S]i es que padecemos juntamente con él”, seremos “coherederos con Cristo” [ Romanos 8:17 ; cursiva agregada]. Él dio todo Su corazón y nosotros debemos dar todo nuestro corazón.

(Véase Bruce C. Hafen, “La Expiación: Todo por todo”, Liahona, mayo de 2004, pág. 98)

¿Por qué enseñó Pablo que debemos llegar a ser hijos de Dios si todos somos Sus hijos?

Aunque cada persona es literalmente un hijo procreado en espíritu de padres celestiales, las enseñanzas de Pablo sobre “el espíritu de adopción” y llegar a ser “hijos [e hijas] de Dios” (véase Romanos 8:14–15) nos ayudan a comprender que, en un sentido espiritual, podemos volver a nacer, o ser adoptados, como hijos e hijas de Cristo en el convenio del Evangelio (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “ Convenio ”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org).

El pueblo del rey Benjamín experimentó este tipo de renacimiento espiritual, lo que hizo que Benjamín señalara: “Ahora pues, a causa del convenio que habéis hecho, seréis llamados progenie de Cristo, hijos e hijas de él, porque he aquí, hoy él os ha engendrado espiritualmente” ( Mosíah 5:7). Nacer de nuevo a fin de convertirnos en hijos e hijas de Jesucristo es esencial para ser merecedores de todo lo que el Padre Celestial tiene (véase Mosíah 27:25–26).

Actividades de aprendizaje complementarias

Usar los lemas de los cuórums del Sacerdocio Aarónico y de las Mujeres Jóvenes

Invite a los alumnos a escudriñar el lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico y el lema de las Mujeres Jóvenes (LaIglesiadeJesucristo.org), y encontrar verdades similares a las que se enseñan en Romanos 8:1–17 o relacionadas con ellas.

Algunas verdades que los alumnos podrían encontrar incluyen las siguientes: Tenemos una naturaleza y un destino divinos; como discípulos de Jesucristo, nos esforzamos por llegar a ser semejantes a Él; y los discípulos de Cristo se esfuerzan por llegar a ser más semejantes a Él cada día.

Invite a los alumnos a compartir lo que las similitudes entre los lemas y Romanos 8:1–17 resaltan acerca de la importancia de esas verdades en el evangelio de Jesucristo. Invite a los alumnos a compartir sus testimonios sobre cómo esas verdades los inspiran a seguir al Salvador más de cerca.

Temas del Evangelio, “Llegar a ser como Dios”, LaIglesiadeJesucristo.org

Si cree que los alumnos se beneficiarían de obtener una mejor comprensión de las enseñanzas de la Iglesia en cuanto al potencial divino de la humanidad para llegar a ser como Dios, invítelos a hacer preguntas sobre la doctrina de que podemos llegar a ser como el Padre Celestial y recibir todo lo que Él tiene (véase Romanos 8:16–17). Escriba sus preguntas en la pizarra e invítelos a buscar respuestas en el ensayo de Temas del Evangelio “Llegar a ser como Dios”, que se puede encontrar en la aplicación Biblioteca del Evangelio o en LaIglesiadeJesucristo.org. Invite a los alumnos a compartir lo que encontraron.

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