Capítulo 22 2:7El hombre con espíritus malos Un hombre que vivía en un cementerio cerca del mar de Galilea tenía un espíritu malo que lo obligaba a actuar de forma salvaje. La gente lo amarró con cadenas para controlarlo, pero él las rompió. Marcos 5:1–4 El hombre pasaba todo el día y toda la noche en las montañas y en las cuevas. Gritaba todo el tiempo y se cortaba con piedras. Marcos 5:5 Un día Jesús y Sus discípulos cruzaron el mar de Galilea en una barca y cuando el Salvador salió de la embarcación, el hombre corrió hacia Él. Marcos 5:1–2, 6 Jesús mandó al espíritu malo que saliera del hombre. El espíritu malo sabía que Jesús era el Hijo de Dios y le pidió que no lo lastimara. Marcos 5:7–8 Cuando el Salvador le preguntó su nombre al espíritu malo, él dijo: “Legión me llamo”. Legión significa muchos. El hombre tenía muchos espíritus malos, y esos espíritus le pidieron a Jesús que les permitiera entrar en el cuerpo de unos cerdos que estaban allí cerca. Marcos 5:9–12 Jesús accedió y los espíritus malos salieron del hombre y se fueron a los cuerpos de unos dos mil cerdos, los cuales bajaron corriendo un cerro, entraron al mar y se ahogaron. Marcos 5:13 Los hombres que cuidaban de los cerdos corrieron a la ciudad y le contaron a la gente lo que había sucedido. La gente vino y vio a Jesús y al hombre salvaje; pero ese hombre ya no era salvaje. Marcos 5:14–15 Eso causó que la gente le tuviera miedo a Jesús y le pidieron que se fuera. Entonces Jesús regresó al barco. Marcos 5:15–18 El hombre que fue sanado quería ir con Él, pero el Salvador le dijo que regresara a su casa y les dijera a sus amigos lo que le había sucedido. Marcos 5:18–19 El hombre se lo contó a sus amigos, y ellos quedaron asombrados por el gran poder de Jesús. Marcos 5:20