Capítulo 38 1:28El fariseo y el publicano Un día el Salvador habló con unas personas que pensaban que eran más rectas que los demás. Jesús les contó una historia. Lucas 18:9 Dos hombres fueron al templo a orar. Uno era fariseo y el otro era publicano, o sea, un recolector de impuestos. A las personas no les caían bien los recolectores de impuestos porque pensaban que no eran honrados. Lucas 18:10 El fariseo se puso de pie enfrente de los demás para orar. Le dio gracias a Dios por ser mejor que otras personas. Dijo que ayunaba dos veces por semana y pagaba el diezmo. El publicano se quedó solo, inclinó la cabeza y le pidió a Dios que fuera misericordioso con él, porque era un pecador. Lucas 18:11–13 El fariseo pensaba que era perfecto y que no necesitaba la ayuda de Dios, pero el publicano sabía que no era perfecto y que necesitaba la ayuda de Dios. Él era humilde y le pidió a Dios que lo perdonara. Lucas 18:14 Jesús dijo que las personas debían ser como el publicano. No deben pensar que son mejores que otras personas, sino que deben arrepentirse de sus pecados y pedirle a Dios que los perdone. Lucas 18:14