La canción favorita de Fátima
Fátima iba saltando por la calle; iba de regreso a casa con su mamá y tatareaba una canción mientras saltaba.
“La Srta. López nos pidió que aprendiéramos una canción”, dijo Fátima. “¿Me puedes enseñar una?”.
La mamá sonrió. “¡Por supuesto!”.
Cuando llegaron a casa, la mamá y Fátima cantaron canciones juntas. Cantaron muchas canciones, pero no habían cantado su canción favorita.
“¿Puedo cantar una canción de la Primaria?”, preguntó Fátima.
“Claro”, respondió la mamá.
Fátima cantó “Las familias pueden ser eternas”. Practicó la letra con la mamá y luego la cantó sola. La cantó hasta que memorizó toda la letra.
En la escuela, Fátima estaba entusiasmada por compartir su canción con la clase.
“¿Quiere alguien compartir su canción?”, dijo la Srta. López.
Fátima levantó la mano. “¡Yo!”.
Se levantó, sonrió y cantó: “Una familia Dios me dio; la amo de verdad”.
Mientras cantaba, Fátima se sentía feliz. ¡Y se acordó de toda la canción! Todos en su clase aplaudieron.
Después de la clase, la mamá fue a recoger a Fátima y la Srta. López habló con ella.
“Fátima cantó una canción muy linda y no parecía estar nada nerviosa”.
Fátima sonrió y la mamá también.
“¡Cantamos canciones hermosas cada semana en la Iglesia!”, dijo Fátima.
“Puede ir con nosotros cuando guste”, dijo la mamá.
La Srta. López sonrió. “Gracias”.
Fátima iba cantando mientras caminaba con su mamá de regreso a casa. Le gustó compartir una canción con su clase; cantar la hacía sentirse feliz.