2023
¿Diezmo o helado?
Abril de 2023


“¿Diezmo o helado?”, El Amigo, abril de 2023, págs. 10–11.

¿Diezmo o helado?

Katy podría pagarlo más tarde, ¿verdad?

Esta historia ocurrió en EE. UU.

Un frasco con monedas en su interior, un cono de helado de chocolate y una niña mirando hacia arriba con un dedo en la barbilla

Katy y su hermano, Christian, dejaron las bicicletas sobre el césped.

“¿Quieres comprar helado en la tienda?”, preguntó Christian.

“¡Sí!”, dijo Katy. Hacía calor afuera y andar en bicicleta era difícil. ¡Comer helado era una idea muy buena!

Katy corrió adentro, buscó la bolsita donde guardaba el dinero y, cuando la abrió, frunció el ceño. No tenía suficiente dinero para el helado.

Entonces miró el frasco con dinero que estaba en el estante. Allí guardaba el dinero del diezmo para dárselo al obispo. ¡Contenía suficiente dinero para el helado!

Katy tomó algo de dinero del frasco de diezmos y ella y Christian se apresuraron a ir a la tienda y escogieron los sabores que deseaban. Katy se sintió un poco culpable mientras lamía su cono de helado de chocolate, pero no había tomado mucho dinero. Podría devolverlo más tarde.

Unas semanas después, Katy volvió a comprar helado. Todavía no tenía suficiente dinero, así que tomó un poco más de su frasco de diezmos. También lo devolveré, se dijo a sí misma.

Katy siguió tomando dinero del frasco de diezmos y siempre prometía devolverlo, pero se hizo difícil recordar cuánto había tomado y no tenía suficiente para reemplazarlo.

Pronto llegó el día de la entrevista de diezmos de su familia. Se iban a reunir con el obispo Leavitt, quien les preguntaría a cada uno si habían pagado un diezmo íntegro de todo el dinero que habían ganado ese año.

Ese domingo, Katy puso el resto del dinero del diezmo en un sobre y se lo dio al obispo, pero sabía que no era suficiente. Sintió un dolor en el estómago.

Más tarde, toda la familia de Katy estaba sentada en la oficina del obispo Leavitt.

“¿Pagas un diezmo íntegro?”, preguntó el obispo Leavitt a Christian.

“¡Sí!”, respondió él.

Katy se movió nerviosa en la silla. ¿Estaría bien decirle que ella también pagaba un diezmo íntegro? Aún no había pagado todo el diezmo, ¡pero iba a hacerlo!

“¿Pagas un diezmo íntegro?”, preguntó el obispo Leavitt a Katy.

Katy bajó la mirada, no sería correcto mentir.

“No”, susurró ella. “Utilicé parte del dinero de mi diezmo para comprar helado”.

“Sé que el Padre Celestial está agradecido por el diezmo que sí pagaste. Cuando tomamos una mala decisión, podemos arrepentirnos y esforzarnos por mejorar”. El obispo Leavitt sonrió a Katy. “Sé que tratarás de pagar todo tu diezmo en el futuro”.

Katy asintió. ¡Quería pagar un diezmo íntegro!

La siguiente vez que ganó algo de dinero, Katy puso el diez por ciento en su frasco de diezmos, y añadió un poco más. ¿Es suficiente para reemplazar lo que tomé?, se preguntó ella. Añadió aún más, por si acaso.

Pero todavía se sentía culpable. Tal vez podría pagar aún más diezmo hasta que sintiera que lo había devuelto todo. Apoyó la cabeza entre las manos.

Su mamá entró en el cuarto. “¿Qué te pasa?”.

Katy suspiró. “No sé cuánto diezmo debo pagar para compensar lo que gasté”.

Su mamá le dio un abrazo. “Me alegra que quieras arreglar el error que cometiste”, le dijo ella. “Pero a veces solo tenemos que comenzar donde estamos y volver a intentarlo. El Padre Celestial nos perdonará cuando hagamos todo lo posible por arrepentirnos”.

¿Era eso verdad? ¿Aun por su error con el diezmo?

Cuando su mamá se fue, Katy oró: “Padre Celestial, lamento no haber pagado todo mi diezmo. Quiero devolverlo, pero no sé cuánto debo. ¿Me perdonarás y me dejarás volver a empezar y volver a intentarlo?”.

Katy sintió paz. Qué bien se sentía al pedir perdón. ¡Sabía que el Padre Celestial la ayudaría a mejorar de allí en adelante!

PDF del relato

Ilustración por Matt Smith