El Amigo
Amigos de ajedrez
Mayo de 2024


“Amigos de ajedrez”, El Amigo, mayo de 2024, págs. 14–15.

Amigos de ajedrez

¿Cómo iban a jugar si no podían entenderse?

Esta historia sucedió en Alemania.

“¡Tengo gozo en mi alma hoy!”, cantó Matvii. Su madre y su hermano, Tymofii, cantaron con él. Estaba oscuro afuera de la ventana del auto, pero la canción ayudó a que todo se sintiera un poco más luminoso.

Eran tiempos difíciles para Matvii y su familia, que se estaban mudando a Alemania porque su hogar ya no era seguro. Llevaban dos días de viaje y estaban a punto de llegar. Un obispo que vivía en Alemania los estaba llevando a un lugar donde quedarse.

Matvii se alegró de que el Padre Celestial los ayudara a llegar sanos y salvos a Alemania, pero extrañaba a su papá, que había tenido que quedarse en su país debido a una guerra. Matvii se preocupaba mucho por él.

El obispo estacionó el auto delante de una casa. “Bienvenidos a mi casa”.

Matvii tomó su bolso y siguió a su familia al interior, donde todo estaba en silencio. La familia del obispo ya debía de haberse ido a dormir.

“Pueden quedarse en las habitaciones de Mats y Lore mientras estén aquí”, dijo el obispo.

“Espere”, dijo la mamá, “no tienen por qué cedernos sus habitaciones”.

El obispo sonrió. “Están encantados de hacerlo; queremos que se sientan cómodos”.

La mamá asintió. “Gracias”.

En la mañana, Matvii y Tymofii fueron a desayunar a la cocina. El obispo estaba sentado a la mesa con un niño y una niña que no parecían mucho mayores que Matvii.

“Estos son mis hijos Mats y Lore”, dijo el obispo.

“Un gusto conocerlos”, dijo Tymofii.

Mats y Lore parecían un poco confundidos.

“No hablan su idioma”, dijo el obispo, “pero estoy seguro de que serán buenos amigos”.

Matvii frunció el ceño. ¿Cómo iban a ser amigos si no podían hablarse? Sintió como si el gozo sobre el que había estado cantando la noche anterior se hubiera ido.

Después de comer, Mats y Lore les mostraron una sala de juegos. Dos niños más pequeños jugaban con algunos juguetes. Matvii supuso que eran los hermanos menores de Mats y Lore.

Mats dijo algo que parecía una pregunta, pero Matvii no supo lo que dijo. Mats se sentó, abrió una caja de cartas y las ordenó en pilas. Luego él y Lore tomaron sus cartas. Matvii quería jugar, ¡pero no sabía cómo!

Mats colocó una carta en el suelo, miró a Matvii y volvió a decir algo.

Matvii tenía ganas de llorar. No quería vivir en Alemania si no podía entender a nadie.

Lore le dijo algo a Mats y luego se fue corriendo al armario. Regresó y puso un juego nuevo en el suelo.

Matvii conocía ese juego. Las piezas de madera se parecían a las que tenía en casa. ¡Era ajedrez! Había jugado al ajedrez con su papá por horas. Matvii asintió con alegría, ya que sabía cómo jugar a eso.

Lore le dedicó una gran sonrisa y empezó a colocar las piezas.

Matvii movió su peón dos casillas y observó cómo Lore movía su caballo. Entonces Matvii movió su alfil y capturó el caballo de Lore. Él y Tymofii alentaron. Lore emitió un sonido de frustración, pero sonreía.

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Niños jugando al ajedrez

Jugaron durante mucho tiempo y pronto se empezaron a reír. No entendían las palabras del otro, pero aun así se divertían.

Durante las semanas siguientes, encontraron otros juegos que todos conocían. Jugaron al fútbol al aire libre con otros niños alemanes. Matvii también aprendió algunas palabras en alemán. A veces cometía errores, pero seguía intentándolo.

Matvii seguía echando de menos a su papá y su casa, pero estaba agradecido de que el Padre Celestial lo hubiera ayudado a hacer nuevos amigos.

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PDF del relato

Ilustraciones por Hannah Li

  • Himnos, nro. 146.

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