“Campamento día lluvioso”, El Amigo, enero de 2025, págs. 16–17.
Campamento día lluvioso
¿Por qué el Padre Celestial no contestó sus oraciones?
Un relato verídico de EE. UU.
“Mi juego es mañana, ¿verdad?”, preguntó Lucy mientras su mamá la arropaba en la cama.
La mamá asintió. “¡Sí! Mañana por la tarde; a las seis”.
Lucy no veía la hora de que llegara. Llevaba semanas esperando con ansias el primer partido de sóftbol de su equipo ¡y este año sus camisetas eran de color rosa! Estaba tan emocionada que le costaba conciliar el sueño.
Pero, a la mañana siguiente, Lucy miró por la ventana y frunció el ceño. Nubes grises tristes flotaban en el cielo y había charcos por todas partes. Había llovido toda la noche.
Se arrodilló para hacer su oración matutina. “Querido Padre Celestial, por favor, permite que el clima sea bueno para mi juego de sóftbol esta noche”.
En la escuela, Lucy pensó todo el día en el juego. Se imaginó a sí misma vistiendo su nueva camiseta rosa, estirándose para hacer una atrapada ganadora, pero afuera todavía estaba lluvioso y húmedo.
Lucy hizo una rápida oración en su mente: Padre Celestial, por favor permite que el sol salga pronto para que podamos jugar esta noche.
Cuando sonó el timbre de la escuela, Lucy tomó su mochila y salió corriendo. ¡Podía ver que el sol empezaba a asomarse por detrás de las nubes!
Pero cuando su mamá fue a recogerla, tenía malas noticias. “El juego de esta noche se suspendió”, dijo. “Lo lamento”.
Lucy miró hacia el cielo. “Pero el sol está saliendo; tal vez deje de llover”.
“Lo sé”, dijo mamá. “Pero el campo de sóftbol se inundó por toda el agua, así que, aunque deje de llover, está demasiado húmedo y lodoso para jugar. Reprogramarán el juego para otro momento”.
Los ojos de Lucy se llenaron de lágrimas. ¡Estaba tan desilusionada! Tenía realmente muchas ganas de jugar esa noche. ¿Por qué el Padre Celestial no contestó sus oraciones?
En casa, Lucy se sentía tan triste y malhumorada como las nubes de lluvia. No tenía ganas de leer su libro favorito y aunque mamá preparó su pasta favorita para la cena, no tenía muy buen sabor.
Después de la cena, Ellie, la hermana más pequeña de Lucy, se acomodó en su regazo. “¿Juegas conmigo?”, preguntó.
Lucy suspiró. “Claro”, respondió; entonces tuvo una idea. “Necesitamos algo divertido que hacer”.
Agarró una escoba y ató una bufanda en el extremo para hacer una bandera. Luego reunió a todas sus hermanas. Levantó la bandera y dijo: “¡Bienvenidas al Campamento día lluvioso! Es donde vas a divertirte cuando no puedes jugar afuera”.
Sus hermanas gritaron animadas.
“Primero”, dijo Lucy, “cantaremos la canción del campamento”.
Las niñas se rieron mientras componían una canción con letra graciosa. Luego marcharon alrededor de la sala con su bandera, cantando tan fuerte como podían.
“¡Ahora tenemos que armar nuestra tienda!” Lucy ayudó a sus hermanas a juntar mantas y cojines para hacer un fuerte. Se cayó un par de veces, pero cuando lo arreglaron, todas se acurrucaron dentro de él para jugar.
Pronto llegó el momento de irse a dormir, “Espero que mañana vuelva a llover”, dijo Liza, la hermana de Lucy. “¡Quiero volver a jugar al Campamento día lluvioso!”
“Gracias por jugar con tus hermanas”, dijo la mamá mientras le daba un abrazo de buenas noches a Lucy. “Hiciste brillar tu propio sol a pesar de tu tristeza. “Estoy orgullosa de ti”.
Lucy se sintió feliz al irse a la cama. Sus oraciones no fueron contestadas de la manera que ella quería, pero, aun así, el Padre Celestial la había ayudado a encontrar algo divertido que hacer con su familia, y eso era tan divertido como vestirse de rosa en su primer partido de sóftbol.