“Las gafas perdidas”, El Amigo, enero de 2025, págs. 44–45.
Las gafas perdidas
Una historia real de Bolivia.
Era el primer día de escuela. ¡Andrés estaba tan entusiasmado! Ahora estaba en primer grado. ¡Era un niño grande!
Pero cuando llegó a la escuela, esta parecía enorme y atemorizante, incluso para un niño grande. Tomó la mano de mami con fuerza.
“Todo estará bien”. Mami sonrió: “Saluda a tu profesora, Sé amable con tus compañeros de clase y no te olvides de cuidar tus gafas”.
La semana anterior, Andrés había recibido sus primeras gafas. Sus padres siempre le recordaban que las cuidara.
Mami le dijo adiós con la mano. “¡Que tengas un buen día!”
Pero Andrés no tuvo un gran día. ¡Algo horrible sucedió!
Corrió hacia mami después de la escuela. “¡Perdí mis gafas!”, exclamó. “He buscado por todas partes, ¡pero no las encuentro!”.
“¡Oh, no!”. Mami estaba preocupada. “Pidámosle ayuda al Padre Celestial”.
“¿Crees que funcionará?”, preguntó él.
“Intentémoslo y veremos. El Padre Celestial siempre escucha nuestras oraciones”, dijo mami.
Andrés y mami hicieron una oración. Le pidieron al Padre Celestial que ayudara a Andrés a encontrar sus gafas.
Al día siguiente, en la escuela, Andrés todavía estaba triste. Entonces, un niño se le acercó.
“Creo que estas son tuyas”. El niño le acercó un par de gafas. “Las encontré junto al campo de fútbol”.
Andrés tomó las gafas. ¡Eran las suyas! No lo podía creer
Después de la escuela, corrió hacia mami y le dio un fuerte abrazo.
“¡Encontraste tus gafas!”, dijo ella. “Debes estar muy contento de tenerlas”.
“¡Lo estoy!”, dijo Andrés. “Pero estoy aún más contento debido a lo que aprendí”.
“¿Y qué es eso?”
Andrés sonrió de oreja a oreja. “¡La oración sí funciona!”