“Puedo sentir Su amor”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2022.
El lema y yo
Los jóvenes comparten la manera en que viven las palabras de los lemas de las Mujeres Jóvenes y de los cuórums del Sacerdocio Aarónico.
Puedo sentir Su amor
“Soy una hija amada de padres celestiales, con una naturaleza divina y un destino eterno”.
En mi primer año de escuela secundaria, un trastorno alimentario tomó el control de mi vida. Les decía a todos que estaba bien para que no hicieran preguntas, pero tenía frío y me sentía débil y cansada todo el tiempo por la falta de comida. Perdí el interés por las cosas que antes me encantaban e incluso dejé de orar al Padre Celestial. Me sentía culpable de no ser la persona que pensaba que debía ser.
Al principio, me negaba a creer que tuviera un problema, pero finalmente sentí claramente que debía contarle mis dificultades a una amiga cercana. No tenía ni idea de que el sincerarme con alguien de confianza me salvaría la vida.
Mi amiga les contó a mis padres lo que sucedía porque estaba preocupada por mí. Cuando finalmente les conté yo misma la verdad, sentí el amor del Padre Celestial con más fuerza que nunca antes. Ese amor se reflejaba en el amor que mis padres y el resto de mis amigos y familiares me mostraron. El apoyo que me brindaron a la manera de Cristo me ayudó a aceptar que tenía un trastorno alimentario y que, con la ayuda del Padre Celestial, iba a superarlo.
El comienzo de mi recuperación fue el camino más difícil que he recorrido. Todos los días, después de la escuela, iba al hospital para recibir terapia y tratamiento. Cuando el camino empezaba a parecer imposible, hallaba consuelo en la oración y la lectura de las Escrituras.
Todavía lidio con mi trastorno alimentario, pero ya no controla mi vida. Mi Padre Celestial entiende mis pruebas, mi pena y mi culpa, y ahora sé que no pasé por todo eso sola. Cuando me veo a mí misma a través de los ojos del Padre Celestial, percibo mi destino eterno. Puedo sentir Su amor por mí, un amor que me puede ayudar a superar cualquier cosa.
La autora vive en Alabama, EE. UU.