“Un mes más”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2022. Un mes más Escrito por Emma Stanford; ilustraciones por Emma Gillette Gracias por tu gran trabajo de hoy. Este es el pago del mes pasado. ¡Gracias! Nos vemos el lunes. ¡Sí! ¡Ahora tengo suficiente para comprar esa bicicleta! No puedo esperar a la semana que viene para andar por la ciudad con mis amigos. Oye, conozco esa mirada. ¿Te pagaron hoy? ¡Ajá! ¡También fue mi día de pago! Tomé un sobre de diezmos extra, por si necesitas uno. Oh, sí. Se me olvidó el diezmo. ¿No puedo… pagarlo el próximo mes? Bueno, hijo, es tu decisión. Pero siempre he sentido las bendiciones que provienen de pagar el diezmo lo antes posible. Entiendo lo que dice mamá, pero… ¡si pago el diezmo ahora, no podré comprar la bicicleta hasta dentro de un mes! Pero ¿por qué no puedo comprarla ahora? Tengo montones de buenas razones para hacerlo. Me ayudará a ir a la escuela y al trabajo más rápido… Puedo usarla para ayudar a mamá a hacer recados cuando esté ocupada… Haré mucho ejercicio andando en bicicleta con mis amigos… ¿No dice mamá siempre que debería pasar más tiempo al aire libre? Al domingo siguiente… “… Quisiera que consideraseis el bendito y feliz estado de aquellos que guardan los mandamientos de Dios. Porque he aquí, ellos son bendecidos en todas las cosas, tanto temporales como espirituales”. —Mosíah 2:41 Todavía deseo haber tenido mi bicicleta. ¡Piensa en lo rápido que podría ir a hacer las compras! Pero también me siento… feliz, aun sin ella. ¿Tiene sentido? Para mí sí lo tiene. Tal vez yo también empiece a ahorrar para una bicicleta. ¡Entonces podremos hacer carreras hasta el mercado! ¡Ja! ¡Solo si quieres quedar en segundo puesto!