2022
Mi gran sorpresa en FSY
Febrero de 2022


“Mi gran sorpresa en FSY”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2022.

Mi gran sorpresa en FSY

¿Cómo pueden cinco días de bailes, juegos y otras actividades fortalecer tu testimonio?

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jóvenes en una conferencia FSY

En la Iglesia asistimos a muchas reuniones. Una de las reuniones a las que asistí hace años tuvo un gran impacto en mí. Fue una reunión de testimonios en un barrio de Barcelona, España.

Para mi sorpresa, unos diez jóvenes compartieron su testimonio luego de participar en una conferencia FSY. Lo que más me impresionó fue que todos compartieron testimonios puros y poderosos del Salvador, Jesucristo, de Su sacrificio expiatorio y de Su amor por todos nosotros. Estaba asombrado de que, después de cinco días de actividades divertidas con otros jóvenes, comida, juegos y bailes, lo que permaneció verdaderamente en ellos fue el gozo que sentían gracias al Salvador. Eso me hizo preguntarme cuál era el motivo.

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un joven con un ejemplar de las Escrituras en una conferencia FSY

Más adelante me mudé a Brasil. Me enteré de que los líderes del Área se estaban preparando para una conferencia FSY. Como Setenta de Área, fui invitado a ayudar a organizar la conferencia y a participar con los jóvenes los cinco días.

Antes de ir a la actividad, la Presidencia de Área me pidió que me preparara para dar un informe a mi regreso en cuanto a mi experiencia en la conferencia FSY. Mi esposa y yo asistimos a la conferencia y los primeros tres días disfrutamos las actividades que se planificaron, que incluían el estudio matutino de las Escrituras, devocionales, clases, actividades al aire libre, buena comida, noches de hogar y bailes. Todo siguió adelante según lo previsto y sentí que había visto lo suficiente como para completar mi informe.

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una joven en una conferencia FSY

La siguiente tarde, tuvimos un programa musical hermoso y conmovedor. El Espíritu era tan especial que el dueño del lugar en el que se hizo la conferencia, quien no era miembro de la Iglesia, me dijo que le encantaría que nuestro grupo asistiera a la conferencia FSY en su propiedad todos los años.

Después del programa musical, los jóvenes se reunieron en sus grupos para llevar a cabo una reunión de testimonios. Mi esposa y yo fuimos de grupo en grupo y escuchamos testimonios conmovedores. Podíamos ver que los participantes en la conferencia habían estado teniendo experiencias espirituales muy intensas. Nos encantó escuchar que los jóvenes expresaban libremente sus sentimientos de felicidad. Sentimos que formábamos parte de una gran familia espiritual; sentimos el amor del Salvador por cada uno de nosotros.

Miré a mi esposa y le pregunté: “¿Qué está pasando aquí?”. Ella no pudo decir ni una palabra, pero sabíamos que muchas personas habían experimentado un momento espiritual y habían recibido un testimonio del Señor Jesucristo que no podrían olvidar.

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un joven en una conferencia FSY

Por la noche fui a mi habitación ¡y escribí un informe totalmente distinto! Al año siguiente, mi esposa y yo fuimos nuevamente a la conferencia FSY y disfrutamos de la misma experiencia. Ahora comprendo por qué los jóvenes de aquella reunión de testimonios en España compartieron sentimientos tan elocuentes por el Salvador en lugar de hablar de las divertidas actividades que habían tenido.

Mi deseo es que ustedes tengan experiencias similares en su vida, ya sea en una conferencia FSY, junto a la cama mientras oran, cuando leen las Escrituras o cuando comparten su testimonio con sus amigos.

Testifico que somos hijos e hijas de un Padre Celestial amoroso. Vinimos a la tierra desde Su presencia y todos somos miembros de Su gran familia espiritual. Nuestro hermano mayor es el Señor Jesucristo. Él es nuestro Maestro y podemos aprender de Él y crecer “en sabiduría, y en estatura y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52), tal como Él lo hizo.

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Detalle de Christ and the Rich Young Ruler [Cristo y el joven rico], por Heinrich Hofmann

Jesucristo es nuestro Salvador. Su poder es infinito. Él está listo para rescatarnos de cualquier aflicción en la que nos encontremos. Él es nuestro amigo, un amigo que nos ama, nos conoce y ha ofrecido Su vida para salvarnos. Su sacrificio expiatorio por nosotros hizo posible que Él supiera cómo socorrernos, fortalecernos y perfeccionarnos. Aceptemos Su invitación: “… ven, sígueme” (Lucas 18:22).

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