“Cómo trataba el Salvador a las mujeres”, Para la Fortaleza de la Juventud, marzo de 2023.
Cómo trataba el Salvador a las mujeres
Podemos seguir el ejemplo de Jesucristo de mostrar bondad y respeto por las mujeres de nuestra vida.
Ilustraciones por Rose Datoc Dall
En el Nuevo Testamento, Jesucristo a menudo enseñaba cosas inesperadas (tales como: Se supone que debemos amar a nuestros enemigos y orar por aquellos que nos persiguen1).
Algunas de esas enseñanzas desafiaban la cultura de la época, pero el Salvador no estaba intentando encajar sino que intentaba enseñar una ley mayor y mostrarnos cómo tratarnos unos a otros. Estaba dando un ejemplo de amor que no se limitaba a una edad, sexo o nacionalidad en particular.
En la época de Jesús, por lo general se trataba a las mujeres como inferiores, y en algunas culturas de la actualidad no se suele tratar a las mujeres con respeto. Tal vez vivas en un lugar como ese. Si es así, puedes dar un ejemplo cristiano a tu comunidad al ser amable y respetuoso con todas las personas, incluso las niñas y las mujeres de tu vida.
Jesús cuidó de Su madre
El primer milagro público de Jesucristo fue uno que ayudó a Su madre. Ella era responsable de ayudar a alimentar a las personas en una boda. Cuando se quedaron sin bebidas, Jesús convirtió el agua en vino para que hubiera suficiente para los invitados.
Las palabras de la respuesta de Jesús a Su madre en esa conversación pueden sonar duras para nuestros oídos modernos: “¿Qué tengo yo que ver contigo, mujer?” (Juan 2:4). Sin embargo, José Smith aclaró que Jesús le estaba preguntando a Su madre qué necesitaba: “Mujer, ¿qué quieres que yo haga por ti?”2. Además, llamar a alguien “mujer” en aquel entonces era un título de respeto. Básicamente le estaba diciendo: “Señora mía, lo que tú me pidas con fe, te lo concederé”3.
Avancemos unos tres años. Justo antes de morir en la cruz, una de las últimas cosas que hizo Jesús fue asegurarse de que se cuidara de Su madre.
“[Él] dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa” (Juan 19:26–27).
Jesús trataba con respeto a las mujeres marginadas
Tenemos por lo menos dos ejemplos del Salvador tratando con respeto a mujeres rechazadas por la sociedad.
En la época del Salvador, la mayoría de los judíos menospreciaban al pueblo samaritano, pero cuando Jesucristo conoció a una mujer samaritana en un pozo, la trató con compasión y respeto. Más que eso, ¡fue mientras hablaba con ella que se reveló por primera vez a Sí mismo como el Salvador prometido!4 (véase Juan 4).
En otra situación, una mujer fue sorprendida en un pecado grave. Según la ley judía, sería apedreada hasta la muerte. Cuando los líderes llevaron a esa mujer al Salvador, Él les hizo una pregunta que hizo que se detuvieran y pensaran; no la apedrearon. Entonces el Salvador la invitó a arrepentirse, diciendo: “[V]ete, y no peques más” (Juan 8:11).
Jesús se apareció a mujeres luego de Su resurrección
Después de Su resurrección, Jesús visitó primero a María Magdalena, quien estaba llorando en el sepulcro (véase Juan 20:11–18). Otras mujeres —Juana, así como María, la madre de Jacobo— fueron de las primeras en saber del Señor resucitado. Los ángeles las invitaron a compartir su testimonio de lo que habían visto (véase Lucas 24:1–10).
Podemos seguir Su ejemplo
¿Qué podemos hacer para seguir el ejemplo del Salvador de respetar a las mujeres?
Nuestro profeta, el presidente Russell M. Nelson, tiene mucha práctica en este ámbito. Él crio a nueve hijas y un hijo con su esposa Dantzel. Después de que ella murió, se casó con Wendy Nelson.
“Respetamos a las hermanas, no solo a las de nuestra familia inmediata, sino a todas las maravillosas hermanas [de] nuestra vida”, enseñó él5.
Hagamos de este mes uno de amor valiente y cristiano hacia las mujeres de nuestra vida. ¡Eres lo suficientemente poderoso como para cambiar el mundo, una relación a la vez!