Todo lo puedo en Cristo

Varios jóvenes comparten cómo Cristo los ha fortalecido para hacer cosas difíciles (véase Filipenses 4:13).

El Salvador sabe cómo ayudarme a sobrellevar el cáncer

Mi vida fue bastante normal hasta el invierno de 2020. Estuve enferma con lo que pensábamos que era una infección, así que tomé un ciclo de antibióticos que me habían recetado. Más adelante empecé a tener dolores de cabeza y me sentía cansada y débil. Poco después me desperté alrededor de las diez de la noche, creyendo que era por la mañana, y comencé a prepararme para ir a la escuela.

Cuando mi hermana me dijo que aún era de noche, corrí a la habitación de mis padres en un estado de histeria. Mi mamá me tocó la cabeza y notó que tenía muchísima fiebre. Acudimos al médico al día siguiente, quien me hizo muchas pruebas.

Esa noche, mis padres entraron en mi habitación llorando. Me dijeron que tenía leucemia y que teníamos que ir a un hospital para obtener más respuestas. Estuve en urgencias toda la noche y comencé el tratamiento de quimioterapia unos pocos días después.

El tratamiento continuará durante otro año o dos, pero se ha vuelto un poco más manejable. Últimamente me he ido sintiendo un poco mejor y espero poder volver pronto a la escuela. Sin embargo, no es fácil. La quimio tiene muchos efectos secundarios, entre ellos una enfermedad de los huesos llamada necrosis avascular que hace que me resulte difícil caminar.

A pesar de todo ello, o quizás incluso a causa de ello, me he acercado mucho más a mi Padre Celestial y ahora tengo una comprensión más profunda de la expiación de Jesucristo. Solía pensar en Su expiación como algo que solo necesitabas cuando cometías un error. Es parte de ello, pero confiar en el Salvador también es algo que me ha ayudado a sentirme menos sola.

Jesucristo ha tomado sobre Sí todas nuestras aflicciones y pecados, lo cual significa que Él sabe exactamente cómo ayudarme mientras paso por la experiencia de la leucemia. Pasar por cualquier prueba puede hacer que te sientas muy sola, pero mediante la expiación de Cristo podemos sentir consuelo al saber que Él realmente comprende por lo que estamos pasando.

Ruby H., Utah, EE. UU.