2023
El don de Dios para ayudarte a aprender
Abril de 2023


“El don de Dios para ayudarte a aprender”, Para la Fortaleza de la Juventud, abril de 2023.

Ayuda para la vida

El don de Dios para ayudarte a aprender

Multiplica tu capacidad de aprender al comprender la función del Espíritu Santo en ello.

¿Has querido alguna vez aprender un idioma nuevo, pero no lo has intentado porque pensaste que no podrías hacerlo? ¿Has querido probar una receta nueva, mejorar en Matemáticas o aprender a nadar? ¿Sabes qué? Con la ayuda del Espíritu Santo, el tercer miembro de la Trinidad, ¡tu capacidad para aprender puede mejorar!

El espíritu de aprendizaje y conocimiento es uno de los muchos dones del Espíritu Santo. Él puede ayudarte de muchas maneras, incluso en tu aprendizaje.

Las maneras en que te ayuda el Espíritu Santo a aprender

Imagen
Un joven con una mochila

Ilustraciones por Emily E. Jones

1 Confirma que lo que aprendes es verdadero

(Véase Moroni 10:5).

Ejemplo: Sientes paz en el corazón y en la mente después de aprender algo verdadero en Seminario.

Imagen
Unos amigos

2 Te puede ayudar a recordar lo que aprendes

(Véase Juan 14:26).

Ejemplo: Mientras hablas con un amigo, tal vez recuerdes algo en lo que no hayas pensado en mucho tiempo. Ese pensamiento podría ser la respuesta a su pregunta o podría brindarle consuelo.

Imagen
Un joven

3 Ilumina tu mente y tu entendimiento

(Véanse Doctrina y Convenios 6:15 y Alma 32:28. Iluminar significa entender algo mejor).

Ejemplo: Has estado teniendo dificultades para aprender una nueva fórmula de Matemáticas. Después de estudiar y pedir ayuda, por fin la comprendes y entiendes cómo se aplica al mundo real.

Imagen
Una joven con su abuelo

4 ¡Puede llenarte de gozo!

(Véase Doctrina y Convenios 11:13). Él puede llenarte de gozo y ayudarte a saber que estás progresando y llegando a ser más semejante a Dios.

Ejemplo: Un ser querido viene a enseñarte su famosa receta de sopa. ¡Te sientes gozoso por el tiempo que pasaron juntos y porque aprendiste algo nuevo!

Ideas para invitar al Espíritu Santo a estar contigo

  1. Obedece los mandamientos (véase Moroni 8:25–26). Si deseas que el Espíritu Santo sea tu compañero, debes esforzarte por seguir a Dios y obedecerlo. No tienes que ser perfecto, pero ayuda mucho que lo estés intentando.

  2. Ora con sinceridad. “Y se os dará el Espíritu por la oración de fe” (Doctrina y Convenios 42:14). Ora para que el Espíritu Santo esté contigo y te ayude con lo que estés aprendiendo.

  1. Escucha, aprende y confía en las maneras en que te habla el Espíritu Santo. El espíritu de aprendizaje y conocimiento es uno de los dones del Espíritu Santo. En las Escrituras se nos enseña que el Espíritu Santo habla a nuestra mente y a nuestro corazón (véanse Doctrina y Convenios 6:15, 22–24; 8:2 y 9:7–9).

    El Espíritu Santo también podría hablarte de otras maneras.

  2. Esfuérzate. El presidente Russell M. Nelson ha dicho: “… el Señor se deleita con el esfuerzo” (en Joy D. Jones, Conferencia General de abril de 2020, Liahona, mayo de 2020, pág. 16). A medida que te esfuerces estudiando, hagas lo mejor que puedas y realices el trabajo necesario para aprender algo, Dios te ayudará.

Abrir las puertas de la oportunidad

La formación académica y el aprendizaje durante toda la vida pueden ayudarte a encontrar maneras de amar y servir a los demás mejor de lo que jamás pensaste que sería posible. A medida que busques el Espíritu Santo mientras aprendes, Dios puede mejorar los resultados de tus esfuerzos.

Imprimir