“¿Cómo puedo reconocer las experiencias espirituales cotidianas en mi vida?” Para la Fortaleza de la Juventud, abril de 2023
Preguntas y respuestas
“¿Cómo puedo reconocer las experiencias espirituales cotidianas en mi vida?”
Anota tus sentimientos e impresiones
“Busca sentimientos de consuelo, felicidad e impresiones para hacer el bien. Estas cosas provienen del Espíritu Santo. Cuando los encuentres, anótalos. Volver a leer lo que escribiste puede ayudarte a reconocer las maneras en que el Espíritu se comunica contigo. También puede brindar consuelo en los momentos difíciles”.
Jordan P., 15 años, Virginia, EE. UU.
Centrarse en el Salvador
“Debemos mantener nuestra atención en el Salvador y preguntarnos qué podemos aprender de nuestras experiencias”.
Chloe P., 14 años, Idaho, EE. UU.
Cuenta tus bendiciones
“Cuando nos sentimos asustados, dudosos o abrumados, podemos sentir el Espíritu al contar nuestras bendiciones. Esto nos permite obtener un testimonio de lo mucho que Dios nos ama y nos muestra las maneras en que Él nos bendice. Cuando reconocemos esas bendiciones, nos volvemos más capaces de prestar atención a las impresiones del Espíritu Santo. Podemos ver las experiencias espirituales que se nos han dado y cómo nos han fortalecido durante nuestras pruebas”.
Bella R., 14 años, Arizona, EE. UU.
Sean agradecidos y escuchen
“Reconozco las experiencias espirituales cotidianas al ser agradecido, al escuchar los susurros del Espíritu en obediencia y al apoyar a mi familia en las oraciones de la mañana y de la noche”.
Richard A., 12 años, Nigeria
Buscar y esperar milagros
“El profeta nos invitó a buscar y esperar milagros. Al seguir el consejo del profeta, podemos ver la mano de Dios en todas las cosas en lugar de tratar los milagros de nuestra vida como meras coincidencias”.
Evelyn L., 20 años, Brasil
Dios sabe qué es mejor para ti.
Busquen lo bueno en todo. A veces parece que el mundo está en tu contra, pero Dios está contigo. Nunca olvides que los peores días pueden ser los mejores para ti. ‘[…] la prueba de vuestra fe … [es] mucho más preciosa que …oro’ (1 Pedro 1:7).”
Broc C., 17 años, Utah, EE. UU.