“Kit de bienestar emocional”, Para la Fortaleza de la Juventud, julio de 2024.
Ayuda para la vida
Kit de bienestar emocional
A continuación, se presentan consejos para que te mantengas saludable emocionalmente.
Probablemente se te ocurran muchas maneras de mantener el cuerpo saludable a medida que maduras. Sabes que el Padre Celestial y Jesucristo te aman y desean que cuides de tu cuerpo. Y que “el cuidado de tu cuerpo incluye el cuidado de tu salud mental y emocional” (Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones, 2022, pág. 29). ¡Aquí te presentamos cosas que puedes hacer para también estar saludable emocionalmente!
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Conéctate con los demás. Tal vez quieras estar solo, especialmente, cuando te sientes triste. Eso está bien durante algún tiempo, pero también es importante pasar tiempo con personas que te edifiquen. El aislamiento casi siempre hace que los desafíos sean más difíciles.
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Expresa tus emociones. Practica ser sincero en cuanto a cómo te sientes y habla de tus emociones de manera específica. Y, en serio, ¡no hay nada de malo en llorar! Piensa en la ocasión en que Jesús lloró (véase Juan 11:32–35).
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Reconoce que los sentimientos son información. Aunque puedan ser incómodos, los sentimientos en sí mismos no pueden hacerte daño. Trata de distinguir tus emociones y reconocer lo que digan.
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Practica métodos para hacer frente a situaciones difíciles. Cuando estés triste o enojado, aprende a manejar esas emociones de una manera saludable. Por ejemplo, a muchas personas les resulta útil salir a caminar, escuchar música, dibujar, orar o escribir en un diario.
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Deja que los sentimientos incómodos fluyan. Respira profundamente e imagina nubes que surcan el cielo o agua que fluye por un río. Reconoce tus pensamientos y sentimientos y trata de dejar que se alejen poco a poco.
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Sigue nutriendo tu espíritu. Las Escrituras, los himnos, la oración, la Iglesia; todas esas cosas ayudan a fortalecerte el espíritu, lo cual ayudará a que los demás aspectos de tu persona estén saludables.
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Trata de mantenerte físicamente saludable. Nuestra salud emocional y física están conectadas. Comer alimentos nutritivos, dormir lo suficiente y adquirir el hábito de hacer ejercicio te ayudará a estar más saludable emocionalmente a medida que crezcas.
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Pide ayuda cuando la necesites. El cuerpo a veces necesita ayuda profesional para estar sano y bien. Esas fuentes de ayuda son una bendición del Padre Celestial, quien desea ayudarnos. De manera similar, es posible que a veces necesitemos la ayuda de médicos y terapeutas para estar emocionalmente bien. Si sientes que estás triste por largos períodos de tiempo, o si te vienen ideas de hacerte daño, pide ayuda a un adulto. ¡No tienes que pasar por esto tú solo! Busca todas las bendiciones que el Padre Celestial ha puesto a tu disposición.