Para la Fortaleza de la Juventud
¡Haz la prueba!
Agosto de 2024


¡Haz la prueba!

¿Cómo puedes saber que las palabras de los profetas y las Escrituras son verdaderas y están dirigidas a ti?

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Jovencita marcando un ejemplar de las Escrituras gigante con un resaltador gigante

Ilustración por Emily E. Jones

Recibimos guía importante de los profetas y de las Escrituras. Ellos bendicen nuestra vida y nos ayudan a ser lo mejor que podemos. Es importante que averigües por ti mismo que lo que enseñan es verdad.

¿Cómo se hace eso?

Alma enseñó que podemos “experimentar con [la] palabr[a], y ejerc[er] un poco de fe” (Alma 32:27). Los experimentos se hacen todo el tiempo y proporcionan una manera de explorar el mundo que nos rodea. También pueden ayudarnos a encontrar respuestas a preguntas espirituales y fortalecer nuestra fe.

Aquí tienes un experimento en el aspecto espiritual que puedes probar:

Encuentra al Salvador en las Escrituras

Hace varios años, el presidente Russell M. Nelson invitó a los jóvenes adultos de la Iglesia a “aumentar su testimonio” y a “aprender todo lo que p[uedan] sobre Jesucristo”. Les pidió que dedicaran un tiempo cada semana a “estudiar todo lo que Jesús dijo e hizo, según se registra en los libros canónicos” valiéndose de las citas de las Escrituras bajo el encabezado Jesucristo en la Guía para el Estudio de las Escrituras.

En ese momento, el presidente Nelson ya había “leí[do] y subray[ado] cada versículo acerca de Jesucristo que aparece bajo el encabezamiento principal y los 57 subtítulos de la guía temática”. ¡Estudió más de 2200 pasajes de las Escrituras! Le tomó seis semanas completar la tarea. Cuando la esposa del presidente Nelson, Wendy, le preguntó qué impacto tuvo en él el estudio de todos esos pasajes de las Escrituras, él dijo: “¡Soy un hombre diferente!”.

Pedimos a algunos jóvenes que realizaran el mismo experimento y leyeran todo lo que pudieran acerca del Salvador en las Escrituras durante una semana. Luego les preguntamos lo que aprendieron. Esto es lo que dijeron.

¿Cuáles fueron los resultados?

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Una joven

“Sentí el Espíritu por medio de los testimonios y enseñanzas que se expresan de Jesucristo. Me encantan especialmente los pasajes de las Escrituras que hablan de Cristo como nuestro Pastor. Él nos cuida. Al leer acerca de Él, pude sentir que Su amor me rodea. Aprendí que nuestro Salvador sintió tentaciones y sufrimiento físico, tal como nosotros. Al esforzarnos por llegar a ser como Él, está bien si nos sentimo tentados o cansados, porque a nuestro Salvador también le pasó, pero eso no impidió que Él hiciera la obra de Su Padre. Quiero recordar esto cuando me siento demasiado agotada para leer las Escrituras. Quiero seguir las enseñanzas de nuestro Salvador porque lo amo, no simplemente seguirlas de manera mecánica. Quiero que mi estilo de vida demuestre que soy seguidora de Cristo”.

Eve S., 17 años, Alberta, Canadá

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Hombre joven

“Aprendí que tal vez afrontemos grandes desafíos, pero con la ayuda de nuestro Salvador podemos hacer todas las cosas y ser fortalecidos mediante nuestros desafíos. El Salvador puede ayudarnos a que nos preparemos para los problemas que afrontaremos en el futuro. Leer las Escrituras me ayudó a entender la importancia de nuestro Salvador y Su Expiación en el plan de Dios. El estudio diario de las Escrituras me hace sentir amada y me recuerda que soy importante para el Salvador. Al leer pasajes de las Escrituras acerca de Jesucristo, recibí guía para hacer mejor las cosas y ‘pensar de manera celestial’. Les pediré a mis amigos que lean conmigo el Libro de Mormón a fin de que podamos compartir lo que hemos aprendido juntos”.

Ambher L., 17 años, Nueva Écija, Filipinas

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Una joven

“Cuando Jesucristo anduvo por la tierra, actuó de manera intencional con las personas a las que bendijo y sanó. Al leer y meditar en cuanto al Salvador, tuve un fuerte sentimiento de paz. Pude dejar atrás las tensiones y ansiedades de la vida y ver las cosas desde una perspectiva diferente. Con mi nuevo conocimiento del Salvador, oraré para encontrar a las personas a quienes Jesús necesita que yo ayude, y les serviré como Él lo haría”.

Josh H., 16 años, Florida, EE. UU.

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