Mormón fue discípulo de Cristo

y yo también

Después de casi 300 años desde que el Salvador visitara al pueblo de Nefi, Mormón, entonces un niño de diez años, crecía en un mundo de extrema iniquidad. Pero el profeta Ammarón vio que Mormón era “un niño sensato, y presto para observar” (Mormón 1:2), por lo que mandó a Mormón a hacerse cargo de los anales sagrados cuando fuera mayor. A los quince años, Mormón “[fue] visit[ado] por el Señor, y prob[ó] y conoc[ió] la bondad de Jesús” (Mormón 1:15). A la edad de veinticuatro años, tomó los anales sagrados y los guardó fielmente durante los siguientes cincuenta años y luego se los entregó a su hijo Moroni. Gracias a Mormón, hoy tenemos el registro compendiado que llamamos el Libro de Mormón.

Al igual que Mormón, puedo conocer la bondad del Salvador y guardar Sus mandamientos, aun cuando parezca que el mundo que me rodea se está alejando de Dios.