Jesucristo es tu fortaleza
Jóvenes y jovencitas: Llegar a conocerse
¿Te desconcierta el sexo opuesto? ¿Te intriga? ¿Te asusta? ¿Te sientes prudentemente optimista en cuanto a poder lograr relaciones interpersonales agradables? Continúa leyendo.
En el principio, Dios puso al hombre y a la mujer sobre la tierra (véase Génesis 1:27). Y desde entonces, ha sido… interesante.
Para los jóvenes, llegar a conocer personas del sexo opuesto a veces puede resultar confuso, aterrador, emocionante, misterioso, agradable, intimidante, apasionante, tal vez todo a la vez. Eso siempre ha sido así, pero hay algunos factores culturales en el mundo actual que lo hacen aún más incómodo.
Avanza, no te sientas incómodo
Preguntamos a jóvenes de todo el mundo acerca del modo en que los jóvenes y las jovencitas llegan a conocerse y cuáles son los problemas con los que se enfrentan en el camino. Fíjate si este comentario de una joven de Sudáfrica te resulta familiar:
“Hoy en día es casi como si ya no pudieras tener amistades. Si un joven y una jovencita simplemente interactuaran, la gente asumiría instantáneamente que algo sucede entre ellos. Es molesto tratar de mantener una amistad cuando las personas te empujan constantemente a convertirla en algo más”.
Otra joven lo expresó de esta manera:
“Cuando un joven y una jovencita hablan, la gente naturalmente supone que están saliendo”.
Podríamos proporcionar más ejemplos (muchos más) de jóvenes de todo el mundo con este mismo lamento. Pero ese no es el único obstáculo presente. Por ejemplo:
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La tecnología digital y las redes sociales facilitan la comunicación en algunos aspectos, pero en otros, dificultan el entablar verdaderas amistades.
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La disminución de la confianza en toda la sociedad hace que las personas desconfíen de los demás y de sus intenciones. Por ejemplo, los jóvenes a menudo nos dicen que les resulta difícil mostrar incluso un interés amistoso en una joven sin preguntarse si eso se malinterpretará y se los etiquetará como “raros”.
Todo esto hace que cualquier intento de amistad con personas del sexo opuesto sea incómodo. Y seamos realistas: incluso sin tener esto en cuenta ya era bastante incómodo.
Para muchos jóvenes, el camino más sencillo podría ser evitar por completo al sexo opuesto hasta más adelante, lo cual sería una tragedia. Si te separas de aproximadamente la mitad de la humanidad, puedes perder amistades valiosas y ellas también perderían la oportunidad de conocerte a ti.
Tamara W. Runia, Primera Consejera de la Presidencia General de las Mujeres Jóvenes, dice: “La conexión es realmente importante. Deja a un lado esas sensaciones incómodas y habla con muchas personas (¡incluso con personas del sexo opuesto!). Sé el primero en sonreír y saludar”.
Bradley R. Wilcox, Primer Consejero de la Presidencia General de los Hombres Jóvenes, está de acuerdo: “No te preocupes demasiado por lo que piensen los demás”, dice él. “La mejor manera de sentirte feliz y hacer amigos es actuar. No esperes a que otra persona te salude e inicie una conversación. Tu confianza crecerá a medida que reemplaces tu miedo respecto a lo que piensen los demás con fe en lo que Dios piensa”.
¿Qué dice la guía?
Por suerte para ti, la guía Para la Fortaleza de la Juventud contiene este inspirado consejo:
amistad genuina
Las amistades genuinas (tanto con jóvenes como con jovencitas) son sanas y gratificantes. Se basan en el aprecio real por alguien, así como en la honestidad, la confianza y el respeto. También tienden a no entablarse de la noche a la mañana. Las amistades genuinas se construyen un paso a la vez.
muchas personas
No es necesario que tengas muchos amigos, pero no debes limitarte a la hora de considerar de quién podrías ser amigo. El presidente Russell M. Nelson ha enseñado: “Cada día, esfuércense por ampliar su círculo de amistades”. De nuevo, pueden ser tanto jóvenes como jovencitas.
actividades sanas en grupo
En muchos lugares del mundo, un grupo de jóvenes y jovencitas puede reunirse para divertirse haciendo cosas que todos disfrutan y que no son física ni espiritualmente peligrosas. Esta puede ser una excelente manera de conocer a muchas personas diferentes. Los jóvenes de todo el mundo han dicho que las actividades de la Iglesia, tanto los domingos como entre semana, son una de las mejores maneras de comenzar.
actividades en pareja
Que un joven se ponga de acuerdo con una jovencita para realizar una actividad juntos, requiere un poco de madurez. Es mejor esperar al menos hasta los 16 años, como leemos en la guía.
relaciones exclusivas
No importa cómo lo llames, una relación romántica exclusiva es para aquellos que están en posición de pensar seriamente en el matrimonio. Antes de eso, no tiene sentido y solo invita a un riesgo emocional y espiritual. Haz que tu adolescencia sea divertida, no llena de drama y tentaciones.
pasa tiempo
Estar con personas e interactuar con ellas en persona es valioso y sano (véase Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones, pág. 19).
aquellos que te ayuden a cumplir tus compromisos con Jesucristo
Estas son personas que pueden o no ser miembros de la Iglesia y que te respetan a ti, así como respetan tus creencias y normas. Son personas que no te incitan ni te presionan para que hagas cosas malas.
¿Tienes algún consejo?
Llegar a conocer miembros del sexo opuesto puede parecer desalentador, puede hacerte sentir incómodo, pero vale la pena cada esfuerzo. Estas son algunas ideas y sugerencias finales de jóvenes de todo el mundo.
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“No debemos tener miedo de llegar a conocernos unos a otros”.
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“Puedo tener amigos y quererlos sin amarlos románticamente. Estas relaciones también nos ayudan a tener un amigo de confianza o alguien a quien recurrir en un momento de necesidad”.
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“Una cosa que parece ayudar es ir a actividades fuera de casa, donde podemos reunirnos y conocernos mejor”.
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“Creo que tratar de conectarnos en la iglesia, la escuela o en el entorno familiar podría ser más fácil porque ya hay algo que nos une”.
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“He encontrado gozo al tener los mismos intereses que alguien del sexo opuesto”.
“Satanás […] desea hacernos creer que el hombre y la mujer son tan iguales que nuestros dones exclusivos no son necesarios, o que son tan diferentes que nunca podremos comprendernos unos a otros. Ninguna de esas cosas es cierta”.
Sheri L. Dew, en ese entonces Segunda Consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, Conferencia General de octubre de 2001 (Liahona, enero de 2002, pág. 13).