“Esta obra avanzara”
Mis hermanos, es costumbre que el Presidente de la Iglesia dirija la palabra al comienzo de la conferencia. El presidente Benson se encuentra convaleciente en el hospital y me ha pedido que os hable en su nombre. Para ello, voy a citar sus propias palabras. Él dijo:
“Amo esta gran obra, la más grande del mundo. Amo a mis hermanos y hermanas dondequiera que vivan, e invoco las bendiciones del Señor sobre cada uno de ellos.
“Si escuchamos las admoniciones del Señor y damos oído al consejo de sus siervos escogidos en sus respectivos llamamientos como profetas, videntes y reveladores, os aseguro que habrá mas amor en el hogar y los hijos serán más obedientes a sus padres, aumentara la fe en el corazón de los jóvenes de Israel y ellos tendrán poder y fortaleza para combatir las malas influencias y las tentaciones que los acosen. Todo hogar puede llegar a ser un pedacito de cielo en la tierra.” (Children’s Friend, abril de 1957, pág. 26.)
“Testifico de todo corazón que esta obra avanzara hasta que toda tierra y todo pueblo hayan tenido la oportunidad de aceptar nuestro mensaje. Caerán barreras a fin de que cumplamos con esa misión, y eso sucederá en vida de algunos de nosotros. Nuestro Padre Celestial hará que cambien las condiciones del mundo para que su evangelio cruce toda frontera.” (The Teachings of Ezra Taft Benson, Salt Lake City, Bookcraft, 1988, pág. 174.)
“Si vivimos de acuerdo con los mandamientos de Dios, esperaremos con gran gozo la segunda venida del Señor Jesucristo, sabiendo que con nuestro esfuerzo seremos dignos de vivir en su presencia, por toda la eternidad, junto a nuestros seres queridos. Ciertamente nada es demasiado difícil para alcanzar esa gran meta, pero no debemos descuidarnos ni por un momento. Todos los días de nuestra vida debemos demostrar que estamos dispuestos a cumplir con la voluntad del Señor esparciendo el evangelio restaurado, expresando nuestro testimonio al mundo y dando a conocer el evangelio a los demás.” (Informe de la Conferencia de Area de Tokio, Japón, 10 de agosto de 1975, pág. 57.)
“Que Dios os bendiga, mis hermanos y hermanas, lo ruego en el nombre de Jesucristo. Amén.”
Esas son las palabras de nuestro amado líder, Ezra Taft Benson. No me cabe la menor duda de que hablo en nombre de todos los miembros de la Iglesia cuando digo: “Nuestro querido amigo y líder, nuestro Presidente y Profeta: te amamos. Que las bendiciones del Señor descansen sobre ti para que te den la fortaleza que necesites”.