Historia de la Iglesia
34 Ve y mira


Capítulo 34

Ve y mira

Centro de reuniones japonés

Emmy Cziep no estaba acostumbrada a la vida de pueblo. Habiendo crecido en una animada ciudad europea, al principio no le impresionó su nuevo hogar en Raymond, Alberta, Canadá. El pueblo tenía unas pocas tiendas, una fábrica de azúcar, caminos de tierra y ninguna acera. Mientras lo observaba, pensó: “¿He dejado todo lo que me era querido por esto?”.

Sus anfitriones, Heber y Valeria Allen, hacían todo lo posible para que se sintiera bienvenida. Ella tenía su propia habitación en el piso superior de la espaciosa casa, y Heber le dio trabajo en su tienda, el comercio Raymond. Emmy sabía que él no necesitaba su ayuda, pero el trabajo le permitía devolver el dinero que él y Valeria habían gastado en su emigración. Los Allen eran solo una de las muchas familias Santos de los Últimos Días de Canadá que ayudaban a los miembros de la Iglesia en Europa. Recientemente, la estaca de los Allen había enviado quince mil sacos de trigo partido a los santos alemanes1.

Varias semanas después de instalarse en Raymond, Emmy recibió una carta de Glenn Collette, un antiguo misionero de la Misión Suizo-Austríaca. Ella había conocido a Glenn mientras servían juntos en Suiza, y rápidamente habían desarrollado sentimientos mutuos. Sin embargo, en aquel momento se habían centrado en sus misiones. Glenn vivía ahora en Idaho Falls (Estados Unidos), a más de ochocientos kilómetros al sur de Raymond, pero quería saber si podía visitar a Emmy durante las Navidades.

A los Allen no les entusiasmaba que el joven viniera hasta allí para visitar a Emmy, pero accedieron y pasó las fiestas con la familia. A Emmy le gustó volver a ver a Glenn y, cuando este regresó a Idaho, se escribieron casi todos los días y hablaban por teléfono todos los sábados por la noche2.

El día de San Valentín, Glenn le propuso matrimonio a Emmy por teléfono, y ella aceptó. Unos días más tarde, ella empezó a preocuparse de que necesitaran más tiempo para conocerse. Sabía que él era un buen hombre, que había sido un misionero muy trabajador. También tenía muchos amigos y parecían gustarle los niños. Pero ¿era prudente casarse con un hombre con el que había salido casi solo por teléfono?

Las cartas de Glenn la tranquilizaban y la ayudaban a conocerlo mejor. “Te quiero con todo mi ser —le dijo en una carta—. Sea lo que sea lo que me depare el futuro, si te tengo a ti para compartirlo conmigo, la felicidad y el gozo serán mi destino”3.

El 24 de mayo de 1949, seis meses después de que Emmy llegara a Canadá, ella y Glenn ofrecieron una oración antes de viajar juntos al templo de Cardston. Glenn estaba nervioso y olvidó la licencia de matrimonio, lo cual hizo que se retrasaran un poco. Y Emmy, por su parte, echaba de menos a sus padres en Austria. Sin embargo, sabía que estaban pensando en ella y que comprendían la importancia de los convenios que estaba haciendo ese día4.

Más tarde, mientras Glenn y ella se arrodillaban frente al altar en la sala de sellamientos, Emmy se encontraba rebosante de gratitud. Mudarse al oeste de Canadá le había dado la oportunidad de estar cerca de un templo y asistir a él con alguien a quien amaba. Sin el Evangelio restaurado y su compromiso con sus enseñanzas, Glenn y ella nunca se habrían encontrado.

Después de una luna de miel en un parque nacional cercano, Glenn regresó a Idaho Falls mientras Emmy permanecía en Raymond a la espera de la aprobación para emigrar a los Estados Unidos. Una noche, aproximadamente un mes después de su matrimonio, tuvo la oportunidad de asistir al templo con un grupo de misioneros.

“Cuando pase por el templo esta noche, pensaré en ti constantemente”, le dijo a Glenn en una carta. Esperaba con anhelo el día en que pudieran regresar juntos a la Casa del Señor. “Hasta entonces —escribió—, que sepas que te doy las gracias, que te quiero”5.


Por aquel entonces, en Nagoya, Japón, Toshiko Yanagida, de veintinueve años, temía por su vida. Acababa de sufrir un aborto espontáneo, y su médico había encontrado un tumor que debía operar. Como el equipo médico era todavía escaso en Japón después de la Segunda Guerra Mundial, el procedimiento era peligroso. Sin saber si sobreviviría, Toshiko estaba preocupada por sus hijos, Takao, de tres años, y Masashi, de cinco. Quería que tuvieran fe en Dios, pero ni ella ni su esposo, Tokichi, les habían enseñado nada sobre asuntos espirituales6.

Aunque Toshiko no era especialmente religiosa, creía en un poder superior que velaba por ella. Al crecer, había ido a una escuela protestante y había estudiado sintoísmo y budismo, las dos religiones más comunes en Japón. También recordaba haber asistido a una reunión de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días con su padre, Tomigoro Takagi, que se había unido a la Iglesia en 1915. Sin embargo, su padre no solía hablar de su fe porque los abuelos de Toshiko, que vivían con la familia en aquella época, desaprobaban la Iglesia. Y después de que la Misión Japonesa cerrara en 1924, cuando Toshiko tenía cinco años, Tomigoro apenas había tenido ocasión de reunirse con otros santos7.

La operación de Toshiko fue un éxito y, cuando estuvo lo suficientemente fuerte para viajar, fue a casa de sus padres, cerca de Tokio, y habló con su padre sobre religión. “Quiero ir a alguna iglesia”, le dijo8.

Tomigoro la animó a asistir a un servicio de los Santos de los Últimos Días. Él mismo había empezado a asistir de nuevo a las reuniones de la Iglesia. Después de la guerra, los líderes de la Iglesia en Salt Lake City habían tendido la mano a los santos japoneses, enviándoles los tan necesitados cargamentos de alimentos y ropa. Los grupos de militares en servicio también continuaron brindando oportunidades para que los miembros japoneses de la Iglesia se reunieran con los soldados Santos de los Últimos Días estadounidenses. En 1948, el éxito de estas reuniones impulsó a la Primera Presidencia a enviar de nuevo misioneros al continente japonés.

De hecho, Tomigoro conocía a un misionero llamado Ted Price que estaba sirviendo en Narumi, a dos horas de la casa de Toshiko. “Ve y mira —le dijo—. Si le dices al élder Price que eres la hija de Tomigoro Takagi, le alegrarás el día”9.

Toshiko era un poco escéptica respecto a la iglesia de su padre. No sabía nada de sus enseñanzas y no le gustaba el nombre “mormón”. Pero un domingo, unos meses después de su operación, se dirigió a un pequeño salón de reuniones en la ladera de una colina, en Narumi. Al llegar tarde, encontró al élder Price enseñando a un gran grupo de personas acerca del Libro de Mormón. Mientras escuchaba su exposición, comenzó a pensar de manera diferente sobre la Iglesia. Creyó lo que escuchó y eso le dio esperanza10.

Cuando terminó la reunión, se presentó al élder Price y a su compañero, Danny Nelson. Los dos jóvenes le agradaron y estaba deseando volver a escucharlos. Sin embargo, asistir a la iglesia en Narumi sería difícil, ya que el viaje de ida y vuelta a la reunión requería mucho tiempo. Y no era probable que su esposo fuera con ella. El domingo era el único día libre del trabajo que él tenía, y se negaba a involucrarse en cualquier religión.

Pero lo que ella escuchó ese día había encendido su fe en el Evangelio restaurado. “Si quiero dar esto mismo a mis hijos, mi esposo debe cambiar —se dijo—, ¿cómo puedo hacerlo?”11.


Mientras Toshiko Yanagida reflexionaba sobre el futuro de su familia, la Presidenta General de la Primaria, Adele Cannon Howells, buscaba una manera de ayudar a los niños pequeños a aprender sobre el Libro de Mormón. Durante muchos años, los discursos de la conferencia general y los materiales de las lecciones de la Iglesia hacían referencia a ese libro solo ocasionalmente. Las lecciones de la Primaria también tendían a enfatizar los relatos bíblicos y los valores que los santos compartían con otras religiones cristianas. Sin embargo, últimamente los líderes y maestros de la Iglesia habían comenzado a utilizar el Libro de Mormón cada vez más, y algunos santos querían que la Primaria revisara sus lecciones para hacer un mejor uso del Libro de Mormón y las otras enseñanzas singulares de los Santos de los Últimos Días

Sabiendo que las imágenes podían ser una herramienta poderosa para la enseñanza del Evangelio, Adele escribió al apóstol Spencer W. Kimball y a varias organizaciones de la Iglesia sobre la producción de un libro ilustrado de relatos del Libro de Mormón para niños12.

“Su propuesta es muy interesante”, respondió el élder Kimball; pero le preocupaba que el proyecto fuera demasiado caro13.

Adele no estaba dispuesta a abandonar la idea todavía. Desde su llamamiento como Presidenta General de la Primaria en 1943, había llevado a cabo varios proyectos ambiciosos, entre ellos dos programas infantiles innovadores. El primero, El amigo de los niños en antena [Children’s Friend of the Air], era un programa de radio de quince minutos basado en historias de la revista oficial de la Primaria. El segundo fue El consejo de los niños [Junior Council], un programa de televisión semanal que debutó en 1948, el mismo año en que la Iglesia televisó la conferencia general por primera vez. El consejo de los niños contaba con una mesa redonda de niños que respondían a una serie de preguntas enviadas por los lectores de la revista El amigo de los niños [Children’s Friend] y por una audiencia en directo en el estudio14.

Durante muchos años, Adele también había trabajado en el proyecto para construir un nuevo hospital infantil en Salt Lake City. La Primaria había estado dirigiendo un hospital en la ciudad desde 1922, pero la institución necesitaba ahora instalaciones más grandes y actualizadas. Los líderes de la Iglesia pusieron la primera piedra del nuevo hospital en abril de 1949 en la cima de una colina con vistas al valle de Salt Lake. Para recaudar los fondos necesarios y para que los niños de la Primaria se sintieran involucrados en la construcción del edificio, Adele ideó un programa denominado “compra un ladrillo”. Por cada diez centavos que un niño donara, podía apadrinar un ladrillo de las paredes del hospital15.

Adele seguía pensando en ilustrar el Libro de Mormón, y consideró la posibilidad de encargar una serie de hermosas pinturas para el quincuagésimo aniversario de la revista El amigo de los niños. Como el aniversario era en 1952, a solo tres años de distancia, necesitaba encontrar rápidamente al artista adecuado para que las pinturas estuvieran terminadas a tiempo16.

Varios artistas Santos de los Últimos Días habían ilustrado antes escenas del Libro de Mormón. Décadas antes, George Reynolds, secretario de la Primera Presidencia, publicó un libro de relatos del Libro de Mormón con ilustraciones de alta calidad realizadas por artistas locales. Poco después, publicó una serie de artículos sobre la vida de Nefi, ilustrados por el artista danés C. C. A. Christensen.

Más recientemente, el ilustrador Phil Dalby había comenzado a dibujar una serie de tiras gráficas del Libro de Mormón para el periódico Deseret News. Y Minerva Teichert, que había estudiado en algunas de las mejores escuelas de arte de Estados Unidos, había comenzado una ambiciosa serie de pinturas del Libro de Mormón poco después de finalizar los murales para una sala de ordenanzas en el Templo de Manti. Minerva quería que sus pinturas dieran vida al Libro de Mormón, y muchas de ellas representaban escenas de colores vivos con las mujeres que a menudo no se nombran en la obra de las Escrituras17.

Mientras Adele buscaba un artista, se enteró del trabajo de Arnold Friberg, un ilustrador Santo de los Últimos Días de treinta y seis años que se había mudado recientemente a Utah. Uno de sus cuadros religiosos la impresionó. Representaba a Richard Ballantyne, el fundador de la Escuela Dominical, sentado frente a un fuego crepitante, inclinado hacia delante mientras enseñaba a un grupo de niños encantadoramente atentos. Los detalles del cuadro eran minuciosos, desde las vetas de la madera del suelo hasta la luz de la hoguera que iluminaba los rostros de los niños18.

Tras investigar más a fondo, Adele decidió que Arnold sería la elección perfecta. No cabía duda de que poseía talento y que le apasionaba crear pinturas religiosas. Aunque el encargo sería caro, Adele tenía los medios para ayudar a pagar los cuadros ella misma, si fuera necesario19.

Convencida de que el proyecto sería de gran valor, describió en su diario los esfuerzos de la mesa de la Primaria, esperando que su sueño se hiciera realidad. “Que el Señor nos ayude”, escribió20.


Entre tanto en Japón, Toshiko Yanagida asistía a todas las reuniones de la Iglesia que podía. Los domingos por la mañana, viajaba a Narumi para asistir a la Escuela Dominical. La clase la impartía Tatsui Sato, un antiguo protestante que se había bautizado con su esposa, Chiyo, aproximadamente un año después de terminar la guerra. Toshiko entonces asistía a la reunión sacramental por la tarde en otra parte de la ciudad. La rama celebraba reuniones de la Asociación de Mejoramiento Mutuo [AMM] los lunes para quienes quisieran estudiar las Escrituras y jugar, y pronto ella también comenzó a asistir. Después de su operación, Toshiko se había sentido agotada física, emocional y económicamente. Estar con los santos elevaba su espíritu y le daba un nuevo propósito en la vida.

A su esposo, Tokichi, no le gustaban sus largas ausencias. Cuando comenzó a salir de casa con más frecuencia, a veces con poca antelación, le exigió que eligiera entre su casa y su fe. “Si tanto quieres ir a la iglesia, dividamos a los niños entre nosotros —le dijo—. Yo me quedaré con nuestro hijo mayor y tú con el pequeño, y tú te puedes ir de esta casa”21.

Toshiko había empezado a ir a la Iglesia por el bien de sus hijos, así que no iba a permitir que eso rompiera su familia. Pero tampoco quería volver a su antigua vida. En cambio, decidió trabajar más en casa para demostrar a Tokichi que podía dedicarse a la Iglesia sin perjudicar a su familia. “Por favor, déjame seguir haciendo esto solo un poco más”, le suplicó. Y tanto de día como de noche oraba para que él también fuera a la Iglesia y compartiera su fe22.

Un día, Toshiko invitó al élder Price y al élder Nelson a la fiesta de cumpleaños de su hijo Takao. Los misioneros se alegraron de ir, a pesar de la distancia, y llegaron con un regalo de caramelos para Takao23.

En la fiesta, el élder Nelson se sentó junto a Tokichi y le habló de la Iglesia y de la obra misional. Explicó que él y el élder Price habían pagado sus misiones ellos mismos y no recibían dinero de la Iglesia. Los élderes también testificaron sobre el Evangelio restaurado y lo que podría significar para la familia. Después de la comida, jugaron todos juntos y los jóvenes oraron con los Yanagida antes de regresar a Narumi24.

“Estos misioneros son diferentes”, le dijo Tokichi a Toshiko más tarde. A él no le gustaban los sacerdotes que aceptaban dinero por sus servicios, así que le impresionaba que los misioneros estuvieran dispuestos a sacrificar tanto para servir a Dios. “Ellos son hombres maravillosos”, dijo él25.

Dos meses después, en agosto de 1949, Toshiko decidió bautizarse. Ella viajó ocho horas hasta Tokio para que su padre pudiera estar presente. El élder Price realizó el bautismo, y el presidente de la misión, Edward Clissold, la confirmó. Toshiko se alegró mucho de ser por fin miembro de la Iglesia, y pudo ver que su padre también estaba contento26.

Poco después del bautismo, Tokichi tuvo que ir a Tokio por motivos de trabajo, así que Toshiko le sugirió que visitara la oficina de la misión y saludara al élder Nelson, que había sido trasladado allí recientemente. “Si tengo tiempo”, fue todo lo que dijo Tokichi27.

Al no tener teléfono en su casa, Toshiko tuvo que esperar tres días a que su esposo volviera con las noticias sobre su viaje. Ella quiso saber de inmediato si él había ido a la casa de la misión. “¿Viste a Nelson?”, le preguntó ella.

“Sí —dijo Tokichi—. Él me bautizó y una persona, llamada élder Goya, puso las manos sobre mi cabeza”. Toshiko no conocía a Koojin Goya, quien era uno de los varios misioneros japoneses-americanos de Hawái que habían sido llamados a servir en Japón28.

Toshiko estaba atónita. Tokichi no había ido ni una sola vez a la Iglesia con ella en Narumi, pero de alguna manera el Señor lo había llevado a bautizarse.

“¡Banzai! —pensó ella—. ¡Sí!”29.

Después de que Tokichi se bautizara, él y Toshiko decidieron asistir a la Iglesia junto con los Sato, en un grupo de militares estadounidenses que se reunía en una base militar cerca de su casa en Nagoya. Toshiko se alegró de que su familia pudiera asistir junta a la Iglesia, pero las reuniones eran en inglés. Aunque Tatsui conocía bien el inglés y podía traducir para los Yanagida, Toshiko deseaba que su familia pudiera conocer el Evangelio en su propio idioma.

Al poco tiempo, ella escribió una carta al nuevo presidente de la misión, Vinal Mauss, preguntando si se podían celebrar reuniones en japonés en Nagoya30.


El 6 de noviembre de 1949, Paul Bang bautizó a su hija de ocho años, Sandra. Habían pasado veintidós años desde el bautismo de Paul en el cercano río Ohio. Durante ese tiempo, había visto crecer a la Rama Cincinnati hasta convertirse en una de las congregaciones más fuertes de los Santos de los Últimos Días en esa región de los Estados Unidos. Ahora él y su esposa, Connie, estaban transmitiendo el legado de fe que habían heredado a Sandra y a sus hermanos menores31.

Alrededor de un centenar de santos se reunía cada semana en Cincinnati para la reunión sacramental. Como la construcción de un nuevo centro de reuniones durante la guerra no había sido posible, la rama compró una antigua sinagoga judía y con la ayuda de la empresa de construcción del presidente de la rama, Alvin Gilliam, la renovó por dentro y por fuera. Los santos también habían contratado a un estudiante de arte para que pintara un mural del Salvador en la pared detrás del púlpito32.

La nueva capilla dio a la rama mucho espacio para crecer. Después de la guerra, muchos miembros jóvenes de la rama, especialmente los que tenían fuertes lazos familiares con la zona, habían optado por quedarse en Cincinnati, formar familias y servir en la Iglesia33. Durante un tiempo, Paul había sido consejero en la presidencia de la rama, y ahora formaba parte del alto consejo del distrito con su padre, Christian Bang. Connie, por su parte, dirigía a las jóvenes Espigadoras en la Asociación de Mejoramiento Mutuo de las Mujeres Jóvenes de la rama34.

El tamaño de la Rama Cincinnati, así como la experiencia de sus miembros, le permitía apoyar a las ramas más pequeñas de la zona. Todos los domingos se dirigían familias de Cincinnati a Georgetown, un pueblo a más de sesenta y cuatro kilómetros al este, para apoyar a un pequeño grupo de santos35.

Por muy fuerte que fuera la Rama Cincinnati, sus miembros seguían divididos por la segregación racial. Len y Mary Hope, la única pareja afroamericana de la rama, seguían celebrando reuniones mensuales en su casa, porque algunos miembros de la rama seguían sin querer que asistieran a los servicios regulares de la Iglesia. Las reuniones llegaron a ser de hasta treinta personas, incluidos los Bang y sus familiares. Mary nunca sabía cuántas personas vendrían, pero siempre parecía preparar suficiente comida para todos. Len dirigía las reuniones y escogía los himnos. Uno de sus favoritos era: “Te damos, Señor, nuestras gracias36”.

A veces los amigos de Len le criticaban por pertenecer a una iglesia en la que no podía ser poseedor del sacerdocio, ni asistir a los servicios, pero él y Mary se mantuvieron fieles a su fe. Sus amigos de la rama velaban por ellos, proporcionando bendiciones del sacerdocio a los miembros de la familia y ayudando en las reparaciones y mejoras del hogar37. Cuando una de las amigas afroamericanas de los Hope, Mary Louise Cates, aceptó el Evangelio, Paul la bautizó. Unos años más tarde, un miembro de la rama dio una bendición de bebé a la nieta de los Hope38.

Después de casi un cuarto de siglo de fe firme, Len y Mary hicieron un viaje a Utah en 1947. Se alojaron en la casa del antiguo misionero de Cincinnati, Marion Hanks, quien les mostró Salt Lake City y los llevó a la conferencia general. También fueron bienvenidos en el hogar de Abner y Martha Howell, otro matrimonio de color de la Iglesia. El viaje y el trato amable que recibieron encantaron a los Hope. Ahora, dos años más tarde, la salud de Len estaba empeorando, y quería mudarse a Utah y ser enterrado allí algún día39.

No mucho después del bautismo de Sandra Bang, la presidencia del distrito llamó a Paul para que sirviera como presidente de una pequeña rama en Hamilton, una ciudad al norte de Cincinnati. Poco tiempo después, Connie fue llamada como secretaria de la Sociedad de Socorro de la Rama Cincinnati. Su bendición patriarcal la había instado a ser una trabajadora dispuesta en el reino de Dios, y ella y Paul habían tratado de ser precisamente eso. A lo largo del camino, habían visto las bendiciones del Señor40.

A través del patriarca, el Señor también había prometido a Connie que su padre, George Taylor, compartiría el gozo del Evangelio. Durante muchos años, Connie no tenía motivos para pensar que su padre llegaría a aceptar la Iglesia. Luego, después de la guerra, el cáncer atacó el organismo ya debilitado del padre. Él comenzó a asistir a la Iglesia con la madre de Connie, Adeline, adorando con los santos hasta su muerte en 1947.

Después de su muerte, George se le apareció a Adeline en un sueño. Tenía un aspecto enfermizo y abatido, y aún caminaba con la cojera que había sufrido durante años. El sueño confundió a Adeline y le preguntó a un líder de la Iglesia qué significaba. Este le dijo que George quería que se hiciera la obra del templo.

Así que Adeline viajó a Utah para recibir sus bendiciones del templo y hacer los arreglos para que George recibiera las suyas. Se selló a él de forma vicaria el 28 de septiembre de 1949, en el Templo de Salt Lake. Algún tiempo después, George se le presentó de nuevo en un sueño. Esta vez estaba feliz y sano, libre de los males que lo habían aquejado en vida.

La tomó en sus brazos y bailaron41.

  1. Collette, Collette Family History, págs. 366, 370, cursivas del texto original; “1948 Sees First Welfare Supplies Headed for Czechoslovakia”, Deseret News 31 de enero de 1948, pág. 10.

  2. Collette, Collette Family History págs. 305, 340–341, 373; Scott A. Taggart, “Conference Held in Swiss Mission”, Deseret News, 13 de septiembre de 1947, Church section, pág. 9.

  3. Collette, Collette Family History, págs. 373–377.

  4. Emmy Cziep Collette a Glenn Collette, 29 de junio de 1949, en Collette, Collette Family History, págs. 391–392; Collette, Collette Family History, págs. 342, 364, 385.

  5. Templo de Alberta, Sellamientos de matrimonios de personas vivas, 1923–1956, 24 de mayo de 1949, microfilm 170,738, U.S. and Canada Record Collection, BHF; Collette, Collette Family History, págs. 388, 390; Emmy Cziep Collette to Glenn Collette, 29 de junio de 1949, en Collette, Collette Family History, págs. 391–392.

  6. Yanagida, entrevista de historia transmitida oralmente [1996], págs. 1, 8.

  7. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], págs. 2–7; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], pág. 1; Yanagida, “Ashiato”, pág. 2; Yanagida, “Takagi and Nikichi Takahashi, Two of the Very Early Baptisms”, pág. 22; Takagi, Trek East, pág. 152; Britsch, “Closing of the Early Japan Mission”, págs. 263–283.

  8. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], pág. 8.

  9. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], págs. 7–8; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], pág. 3; General Church Welfare Committee, Minutes, 20 de septiembre de 1946; 18 y 20 de diciembre de 1946; 10 de octubre de 1947; Takagi, Trek East, págs. 315–317; Britsch, From the East, págs. 82–85. Tema: Japón

  10. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], págs. 7–8; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], pág. 4; Price, Mission Journal, 24 de abril de 1949; Yanagida, “Ashiato”, pág. 7; Yanagida, “Relief Society President Experiences”.

  11. Price, Mission Journal, 24 de abril de 1949; Yanagida, entrevista de historia oral [1996], págs. 8–9; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], págs. 3–5; Yanagida, “Banzai”, pág. 188.

  12. Reynolds, “Coming Forth of the Book of Mormon”, págs. 10, 18–19, 26; Primary Association General Board, Minutes, 31 de marzo de 1949; Parmley, entrevista de historia oral, pág. 46; Marion G. Romney, Palabras de clausura en el funeral de Adele Cannon Howells, 17 de abril de 1951, Primary Association General Board, Minutes, BHI; Peterson y Gaunt, Children’s Friends, págs. 63, 71; Adele Cannon Howells a Velma Hill, sin fecha; Spencer W. Kimball a Adele Cannon Howells, Counselors, and Primary Association, 18 de agosto de 1949, Primary Association General Records, BHI. Tema: Primaria

  13. Spencer W. Kimball a Adele Cannon Howells, Counselors, and Primary Association, 18 de agosto de 1949, Primary Association General Records, BHI. Se editó la cita por motivos de legibilidad; “era” en el original se cambió a “es”.

  14. Peterson y Gaunt, Los amigos de los niños, pág. 69; Madsen y Oman, Sisters and Little Saints, págs. 119–120; “2 Conference Broadcasts Will Be Open”, Deseret News, 31 de marzo de 1948, pág. [1]. Temas: Medios de difusión; Publicaciones de la Iglesia

  15. Howells, Diary, 10 de junio de, 1947; Minutes of the Board of Trustees of the Primary Children’s Hospital Meeting with the First Presidency, 17 de enero de 1948; Adele Cannon Howells and others to First Presidency, 12 de enero de 1949, First Presidency Mission Files, BHI; Mandleco y Miller, “History of Children’s Hospitals in Utah”, págs. 340–341; George Albert Smith, Journal, 1 de abril de 1949; “Primary Breaks Ground for Hospital Friday”, Deseret News, 1 de abril de 1949, pág. [1]; Peterson y Gaunt, Children’s Friends, pág. 73.

  16. Howells, Diary, 27 de julio del 1950; Sunday School General Presidency, Minutes, 24 de enero de 1950; Andersen, “Arnold Friberg”, pág. 248; Madsen y Oman, Sisters and Little Saints, pág. 121.

  17. Reynolds, Story of the Book of Mormon; Gutjahr, The Book of Mormon: A Biography, págs. 153–164; George Reynolds, “Lessons from the Life of Nephi” Juvenile Instructor, 15 de abril–1 de octubre de 1891, tomo XXVI, págs. 233–235, 282–284, 297–290, 348–351, 373–376, 406–409, 437–440, 475–477, 502–504, 536–538, 574–577, 585–587; Parshall, “John Philip Dalby”; Welch y Dant, Book of Mormon Paintings págs. 10–12, 162; Dant, “Minerva Teichert’s Manti Temple Murals”, págs. 6–32.

  18. Andersen, “Arnold Friberg” pág. 248; Madsen y Oman, Sisters and Little Saints, pág. 121; Barrett y Black, “Setting a Standard in LDS Art”, págs. 31–32; Swanson, “Book of Mormon Art of Arnold Friberg”, pág. 28.

  19. Madsen y Oman, Sisters and Little Saints, pág. 121; Howells, Diary, 10 de marzo de 1950; Barrett y Black, “Setting a Standard in LDS Art”, pág. 32; A. H. Reiser and others a First Presidency, 4 de octubre de 1950, Primary Association General Records, BHI.

  20. Howells, Diary, 27 de julio de 1950.

  21. Yanagida, “Ashiato”, págs. 7–8; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], pág. 4; “Tatsui Sato: Translator for Life”, Historias mundiales , https://www.churchofjesuschrist.org/study/history/global-histories/japan/stories-of-faith/jp-07-tatsui-sato-bb?lang=spa.

  22. Yanagida, “Banzai”, pág. 188; Yanagida, “Ashiato”, págs. 7–8.

  23. Yanagida, “Ashiato”, pág. 8; Yanagida, “Banzai”, pág. 188; Price, Mission Journal, 16 de junio de 1949.

  24. Yanagida, “Banzai”, pág. 188; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], pág. 5; Price, Mission Journal, 16 de junio de 1949.

  25. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], pág. 5; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], págs. 9–10. Cita modificada para mayor claridad; “Ellos son diferentes” en el original cambiado a “Estos misioneros son diferentes”.

  26. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], pág. 9; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], pág. 4; Japanese Mission, Manuscript History and Historical Reports, 18 de agosto de 1949; Yanagida, “Banzai”, pág. 188.

  27. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], pág. 9.

  28. Yanagida, entrevista de historia oral [1996], pág. 9; Yanagida, entrevista de historia oral [2001], pág. 5; Yanagida, “Ashiato”, págs. 8–9; Yanagida, “Banzai”, pág. 189; Japanese Mission, Manuscript History and Historical Reports, 30 de septiembre de 1949; “Six Japanese Leave for Mission”, Deseret News, 15 de septiembre de 1948, sección de la Iglesia, pág. 14C. Cita de Toshiko Yanagida modificada para mayor claridad; el texto original dice “¿Viste a Nelson-san?”.

  29. Yanagida, “Banzai”, pág. 189; Yanagida, entrevista de historia oral [1996], pág. 9, Yanagida, “Ashiato”, pág. 9.

  30. Yanagida, entrevista de historia oral [2001], págs. 5–6; Yanagida, “Memoirs of the Relief Society in Japan”, pág. 145; “Tatsui Sato: Translator for Life”, Historias mundiales , https://www.churchofjesuschrist.org/study/history/global-histories/japan/stories-of-faith/jp-07-tatsui-sato-bb?lang=spa. Tema: Ramas para miembros en servicio militar activo

  31. Actas de la Rama Cincinnati, 6 de noviembre de 1949; Jones y Prince, entrevista de historia oral, [0:36:13]; Paul Bang, “My Life Story”, pág. 7; Fish, Kramer y Wallis, History of the Mormon Church in Cincinnati, págs. 65–78.

  32. Cincinnati Branch, Minutes, 10 de julio y 4–11 de septiembre de 1949; Fish, Kramer y Wallis, History of the Mormon Church in Cincinnati, págs. 68, 71–74; Fish, “My Life Story”, pág. [9]; Cannon, entrevista nro. 1; Jones and Prince, entrevista de historia oral, [0:26:13].

  33. Fish, Kramer y Wallis, History of the Mormon Church in Cincinnati, págs. 74, 76; Cincinnati Branch, Minutes, 2 de febrero de 1947.

  34. Fish, Kramer y Wallis, History of the Mormon Church in Cincinnati, págs. 76–77; Cincinnati Branch, Minutes, 9 de octubre de 1949; Georgetown Branch, Minutes, 2 de mayo de 1948; Cincinnati Branch, YWMIA Minute Book, lista de asistencia, 1949–1950.

  35. Fish, Kramer y Wallis, History of the Mormon Church in Cincinnati, pág. 77; Georgetown Branch, Minutes, 2 de mayo de 1948; octubre 1948–febrero de 1949; Julio–Diciembre de 1949; Cannon, entrevista nro. 1.

  36. Blackham, History, págs. 6–7; Cannon, entrevista, 3; Jones y Prince, entrevista de historia oral, [1:05:38]; véase también, por ejemplo, Summers, Mission Journal, 7 de noviembre de 1937; 6 de febrero de 1838; 6 de marzo de 1938; y Jones, Mission Journal, 3 de julio de 1949; 6 de noviembre de 1949; 9 de abril de 1950. Tema: Segregación racial

  37. Jones, Mission Journal, 3 de septiembre de 1949; 28 de marzo de 1950; 21 de mayo de 1950; Blackham, History, pág. 7.

  38. Cincinnati Branch, Minutes, 5 de octubre de 1941, y 3 de octubre de 1948; Mary Louise Cates, en Cincinnati Branch, Record of Members and Children, nro. 396.

  39. “Cincinnati Pair a Attend Conference for First Time”, Deseret News 26 de septiembre de 1947, pág. 9; Hanks, entrevista de historia oral, págs. 3, 7–9; Blackham, History, pág. 8; Obituary for Len Hope, Deseret News y Salt Lake Telegram, 15 de septiembre de 1952, pág. 4B.

  40. South Ohio District Presidency a Hamilton and Middleton Members, 18 de enero de 1950, Paul and Cornelia T. Bang Papers, BHI; Fish, Kramer y Wallis, History of the Mormon Church in Cincinnati, pág. 77; Cincinnati Branch, Minutes, 12 de febrero de 1950; Cornelia Taylor, bendición patriarcal, pág. 2, Paul and Cornelia T. Bang Papers, BHI.

  41. Cornelia Taylor, Patriarchal Blessing, 6 de febrero de 1935, pág. 2, Paul and Cornelia T. Bang Papers, BHI; Ludlow, entrevista, [0:00:41]–[0:04:05]; Bang, Autobiography, págs. 7–9; Templo de Salt Lake, Sealings for the Dead, Couples, 1943–1970, 27 de septiembre de 1949, microfilm 456,528, U.S. and Canada Record Collection, BHF.