El bautismo de Logan
Por Jane McBride Choate
Basado en la experiencia que tuvo una familia en el barrio de la autora.
Logan había cumplido ocho años la semana pasada, y hoy era un día especial porque se iba a bautizar. Él y su padre, vestidos de blanco, se sentaron cerca de la pila bautismal.
A Ryan, el cuñado de Logan, le pidieron dar un discurso en el bautismo. Después del himno de apertura y de la oración, Ryan leyó el cuarto artículo de fe: “Creemos que los primeros principios y ordenanzas del Evangelio son: primero, Fe en el Señor Jesucristo; segundo, Arrepentimiento; tercero, Bautismo por inmersión para la remisión de los pecados; cuarto, Imposición de manos para comunicar el don del Espíritu Santo”.
En seguida, Ryan colocó en el piso, en un lado de la habitación, un cuadrado de papel azul, y uno blanco en el otro lado. “Logan, ven y párate en este cuadrado azul”, dijo. “¿Puedes ir desde el cuadrado azul hasta el blanco sin pisar en medio de ellos?”.
Logan miró a través de la habitación y movió la cabeza: “No, están muy separados”.
Ryan asintió. “Están demasiado separados para poder hacerlo solo. ¿Y piensas que puedes regresar a la presencia de nuestro Padre Celestial sin ayuda?”
Logan volvió a mover la cabeza en señal negativa.
Ryan colocó en el piso seis cuadrados más, de diferentes colores. “Nuestro Padre Celestial nos ha dado unos pasos para llevarnos de nuevo a Él. ¿Sabes cuáles son?”
Logan pensó en el artículo de fe que Ryan acababa de leer. “El primero es la fe”. Ryan asintió mientras Logan se ponía de pie encima del cuadrado rojo. “Y el segundo es el arrepentimiento”. Logan avanzó hacia el cuadrado amarillo.
Ryan señaló el cuadrado verde. “Éste representa uno de los pasos que vas a dar hoy”.
Sonriente, Logan avanzó hasta el cuadrado verde. “El bautismo”, dijo. Ahora se encontraba más cerca del cuadrado blanco, pero aún había tres de por medio.
“El cuadrado naranja representa el recibir el don del Espíritu Santo”, dijo Ryan, “otro de los pasos que darás hoy”.
Logan avanzó al cuadrado naranja.
“¿Qué te imaginas que representan los dos últimos cuadrados?”, preguntó Ryan.
Logan se quedó pensando. El cuarto artículo de fe incluía solamente los primeros cuatro principios y ordenanzas del Evangelio. Él había aprendido en la Primaria que el bautismo era el primero de muchos convenios que haríamos. “El cuadrado gris, ¿representa el templo?”, preguntó.
“¡Así es!”, dijo Ryan sonriente. “Después de tu bautismo y confirmación, te prepararás para recibir el sacerdocio y las ordenanzas del templo. ¿Qué piensas que representa el último cuadrado?”
Logan no podía recordar ningún otro paso; entonces se le ocurrió: era la sencilla verdad que enseñaban los profetas y las Escrituras. “Seguir fieles”, dijo.
“Exactamente”, respondió Ryan. “Después de que hagamos todos esos convenios, debemos seguir siendo fieles”.
Logan se sentó y Ryan terminó su discurso; luego, Logan y su padre entraron en la pila bautismal y, con la autoridad del sacerdocio, su padre lo bautizó. Una vez que se cambiaron de ropa, Logan fue confirmado miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
“Recuerda el Espíritu que sientes en este momento”, le dijo Ryan a Logan, al abrazarlo. “Trata de conservarlo contigo durante el resto de tu vida”.
Logan sabía que jamás olvidaría ese día especial, el día en el que había tomado dos importantes pasos hacia su hogar celestial.
Jane McBride Choate es miembro del Barrio Big Thompson, Estaca Loveland, Colorado.
“[Las ordenanzas] del bautismo y del recibir el don del Espíritu Santo [nos] alejan del mundo y nos introducen en el reino de Dios”.
Élder Robert D. Hales, del Quórum de los Doce Apóstoles, “El convenio del bautismo: Estar en el reino y ser del reino”, Liahona, enero de 2001, págs. 6–7.