¿Por dónde sigo ahora?
El convertirse en un Santo de los Últimos Días puede suponer un gran cambio, pero existen muchas personas y recursos disponibles para ayudarlo. A continuación se dan algunas respuestas a preguntas que los miembros nuevos se hacen a menudo.
¿Soy el único que se siente solo en esta experiencia? Quizá sea el único converso reciente de su barrio o rama, pero todos los años se unen a la Iglesia más de 200.000 personas en el mundo entero. Los miembros de su barrio o rama gozan con usted al contemplar su conversión. Durante las lecciones y reuniones, escuchará a algunos de ellos intercambiar experiencias acerca de su conversión. También podrá leer de experiencias al respecto en la revista Liahona.
¿Seré capaz de hacer todo lo que se espera de mí? Hay mucho trabajo en la Iglesia, lo que puede resultar abrumador, especialmente si procede de un contexto religioso en el que se asistía a reuniones con menor frecuencia. Lo cierto es que el Señor desea que alcancemos nuestro potencial, por lo que nos ha facilitado muchas oportunidades de llevar una vida cristiana. Participe fielmente y se sorprenderá de ver todo lo que puede lograr con el paso del tiempo.
¿Cómo me preparo para asistir al templo? Una de las metas más importantes que se puede fijar como miembro nuevo es la de recibir la investidura y sellarse con su familia en el templo. En pocas palabras, la investidura consiste en realizar promesas sagradas al Padre Celestial y recibir Sus bendiciones. Sellarse significa recibir la bendición, mediante la autoridad del sacerdocio y la dignidad personal, de permanecer juntos para siempre en familia por toda la eternidad.
El templo es sagrado, así que debemos ser dignos de entrar en él y estar preparados para recibir lo que aprendamos allí. Su obispo o presidente de rama quizá le pidan que asista a una clase de preparación para el templo. Para prepararse para asistir al templo, debe pagar el diezmo de manera constante, apoyar a los líderes de la Iglesia, arrepentirse de sus pecados o faltas, asistir a la Iglesia con frecuencia, guardar la Palabra de Sabiduría y la ley de castidad y fortalecer su testimonio.
Poco después de su bautismo y confirmación, y después de llevar a cabo una entrevista con su obispo o presidente de rama, los miembros de la Iglesia mayores de 12 años pueden recibir una recomendación de uso limitado a fin de participar en bautismos y confirmaciones por los muertos. Un año después del bautismo, los adultos pueden obtener bendiciones y convenios adicionales en el templo. Fije entrevistas con su obispo o presidente de rama y su presidente de estaca o de misión. Si es digno y está preparado, le firmarán la recomendación para entrar en el templo.
¿Qué es la historia familiar? Se trata de un registro de sus antepasados y de su propia vida. A los miembros de la Iglesia se les pide que mantengan e investiguen sus registros familiares, los cuales incluyen registros genealógicos, diarios e historias personales. Esos registros son útiles para extender las bendiciones del templo a los que han fallecido. La historia familiar también le permitirá a usted y a sus hijos apreciar la naturaleza eterna de las relaciones familiares, así como registrar sus experiencias espirituales. Por ejemplo, dedique un momento a recordar su bautismo y confirmación; después escriba sus pensamientos y sentimientos al respecto. Al escribir usted acerca de esos acontecimientos importantes, sus hijos y usted llegarán a atesorar su propio registro espiritual.
Los especialistas de historia familiar de su barrio o rama siempre están dispuestos a ayudarlo. También puede resultarle útil visitar el sitio web de historia familiar de la Iglesia: www.familysearch.org.
¿Cómo puedo encontrar amigos en la Iglesia? Usted ya se encuentra rodeado de amigos. Al unirse a la Iglesia, pasa a formar parte de un gran círculo de hermanamiento y amor. Su obispo o presidente de rama, los consejeros de éste y otros líderes y miembros están más que dispuestos a ayudarle a hallar gozo en el Evangelio. Dos varones poseedores del sacerdocio le prestarán servicio como maestros orientadores; lo visitarán al menos una vez al mes y compartirán con usted un mensaje del Evangelio. Si usted es mujer, tendrá dos hermanas que serán sus maestras visitantes. Con el tiempo, se hará amigo de muchos Santos de los Últimos Días.
Recuerde que la mejor manera de tener amigos es ser amigo, así que no tenga miedo de tender una mano bondadosa de amistad a los demás.
¿Cómo puedo participar? A los miembros de la Iglesia se les confían responsabilidades para que aprendan y crezcan mediante el servicio y utilicen su tiempo y sus talentos para bendecir a los demás. Quizá se le pida que tome la palabra o que haga una oración, que lea un versículo de las Escrituras, que participe en el coro, o que acepte una asignación específica conocida como un llamamiento. No tenga miedo. Se puede obtener capacitación, y los demás miembros y líderes le ayudarán. Quizá cometa algún error, cosa que todos hacemos, pero haga lo mejor que pueda y confíe en que el Señor le ayudará. Ésta es Su obra y Él le bendecirá.
¿Qué me dicen en cuanto a ayudar a los demás? En la Iglesia tendrá oportunidades frecuentes de servir a los necesitados. Aunque parte de esa ocupación procederá de actividades de servicio y asignaciones auspiciadas por la Iglesia, también podrá hacer mucho bien siguiendo el ejemplo del Salvador: visite a los enfermos, consuele a los que están tristes, aligere todas las cargas que pueda. Pregúntese: “¿Qué haría el Salvador?”. Después, esfuércese al máximo por hacerlo.
¿Hay tiempo para divertirse? La mayoría de los barrios y de las ramas llevan a cabo actividades sociales, y los miembros de la Iglesia disfrutan mucho de ellas. Si usted es tímido o no está seguro de lo que debe hacer, no lo dude más y acuda. Conozca a las personas que le rodean. Pregúnteles si puede colocar las sillas o ayudar a limpiar. En la Iglesia todos ponemos el hombro para trabajar —y jugar— juntos.
¿Cómo puedo seguir aprendiendo el Evangelio? Una de las mejores maneras de hacerlo consiste en leer las Escrituras todos los días con espíritu de oración. Por supuesto, deberá asistir a las reuniones dominicales para aprender más acerca de las Escrituras y las enseñanzas de los profetas de los últimos días. También hay programas de estudio para los días de entre semana: seminario (para los jóvenes) e instituto de religión (para los jóvenes adultos). Pregunte a los miembros, que le indicarán lo que esté disponible.
¿Qué es una bendición patriarcal? Se trata de una bendición de consejo y sabiduría para guiarle en la vida. Un hombre ordenado al oficio de patriarca en el Sacerdocio de Melquisedec la pronuncia bajo la inspiración del Espíritu Santo. Su obispo o presidente de rama le indicará cómo debe prepararse para obtenerla.
Aparte del diezmo, ¿qué otras donaciones debo hacer? Una vez al mes (normalmente el primer domingo), los miembros ayunan durante dos comidas y donan una ofrenda de ayuno —el dinero que habrían gastado en esas comidas— para proveer para los pobres.
Además, la Iglesia participa en diversas iniciativas humanitarias, misionales o relacionadas con el templo en el mundo entero. En la medida en que su situación se lo permita, puede donar para apoyar este trabajo. Para ello, se utiliza el mismo sobre de donaciones en el que se pagan el diezmo y las ofrendas de ayuno.
¿Cómo puedo compartir el Evangelio con los demás? Permita que su ejemplo sea una luz para ellos y comparta su entusiasmo por haberse unido a la Iglesia. Invítelos a reunirse con los misioneros de tiempo completo. Regáleles un ejemplar del Libro de Mormón. Comparta su testimonio, según se lo indique el Espíritu, pero sea amable y evite las confrontaciones. A los miembros y a los misioneros les encantará contar con usted en sus esfuerzos y guiarlo a medida que comparte el Evangelio con los demás.
¿Cómo puedo permanecer cerca del Padre Celestial y de Jesucristo y seguir sintiendo la influencia del Espíritu Santo? Una de las mejores maneras consiste en tomar la Santa Cena dignamente todas las semanas. Las oraciones sacramentales le recordarán las promesas que usted hizo al Padre Celestial cuando se le bautizó y confirmó: que está dispuesto a tomar sobre sí el nombre de Jesucristo, a recordarle siempre y a guardar Sus mandamientos. Si hace esas cosas, se le promete que siempre tendrá Su Espíritu consigo; también será bendecido por guardar el día de reposo.
Asimismo, para invitar la compañía del Espíritu, ore con frecuencia, lea las Escrituras y guarde los mandamientos de Dios.
¿Qué más debo saber? Más que nada, recuerde que el Evangelio de Jesucristo es verdadero. El Padre Celestial es misericordioso y bondadoso y está complacido con su decisión de hacerse miembro de la Iglesia. Sea de buen ánimo y recuerde que con Dios todo es posible.
Su obispo, su amigo
Asegúrese de conocer a su obispo o presidente de rama. Él es el líder del sacerdocio que preside el barrio o la rama y se encarga de los jóvenes de una manera muy especial. También lleva a cabo entrevistas con los miembros y le ayudará a usted a saber cómo prepararse para asistir al templo o para recibir la bendición patriarcal y a encontrar oportunidades de servir; además, él u otro líder le facilitarán materiales de estudio del Evangelio.
La conferencia general
Cada año, en abril y en octubre, la Iglesia lleva a cabo la conferencia general; se trata de dos días de reuniones durante las cuales toman la palabra los líderes generales de la Iglesia. La conferencia se transmite por algunas cadenas de TV y de radio, por vía satélite a los centros de reuniones locales del mundo entero, así como por Internet, en www.lds.org. Los discursos se publican en la revista Liahona de mayo y de noviembre.
¿De viaje?
Para encontrar los horarios de reuniones y la dirección de los centros de reuniones de la Iglesia por todo el mundo, utilice el “Meetinghouse Locator” [localizador de centros de reuniones] de la sección “Other Resources” de www.lds .org. Su obispo o presidente de rama, la oficina de área, el sitio web de la Iglesia de su país o incluso el directorio de teléfonos quizá puedan aportarle parte de estos datos.
¿Se muda?
Uno de los privilegios del pertenecer a la Iglesia es contar con una cédula de miembro que lo acompañe adonde vaya. Además de su nombre y fecha de nacimiento, contiene una lista de fechas y acontecimientos importantes de su vida en la Iglesia, como su bautismo y confirmación. Tenga a bien dar su nueva dirección al secretario de su barrio o rama para que se envíe su registro a su nuevo barrio o rama.
¿Necesita materiales de la Iglesia?
Visite un centro de distribución si hay uno en su localidad. Los centros de distribución facilitan folletos, manuales, revistas, carteles, videos y otros materiales de la Iglesia a bajo costo o gratuitamente. En los Estados Unidos y Canadá, también puede hacer pedidos desde www.ldscatalog.com.
¿Necesita definiciones de términos de la Iglesia?
Hay muchas fuentes a las que se puede recurrir: se puede preguntar a otros miembros o leer materiales de la Iglesia como Principios del Evangelio (artículo Nº 31110 002) y Firmes creced en la fe (artículo Nº 36863 002), los cuales contienen un glosario. También se pueden consultar los glosarios de www.mormon.org y de la pág. 48 de este número.