Un grupo interconfesional ofrece un concierto en la Manzana del Templo
Más de 700 personas de numerosas religiones distintas se reunieron en febrero de 2007 en el Salón de Asambleas de la Manzana del Templo para asistir al concierto anual de la Mesa Redonda Interconfesional de Salt Lake, como punto culminante de la Semana interconfesional.
El concierto, titulado “Un llamado a la oración, un llamado a la paz”, se presentó como un tributo musical al espíritu humano. Participaron tres solistas, uno islámico, otro cristiano y otro judío, quienes instaron a los asistentes a la oración. Siete grupos, en representación de la diversidad y riqueza de la tradición religiosa de Utah, interpretaron una serie de números musicales y danzas centradas en la oración y en la paz.
El Dr. James Pingree, del Consejo de Asuntos Públicos de la Iglesia de Salt Lake, dio la bienvenida a los asistentes y expresó su entusiasmo por este acontecimiento. Al mencionar la canción de clausura, “Let There Be Peace on Earth” [Haya paz en la Tierra], indicó que la hija de los compositores de dicha canción había autorizado a los organizadores del concierto a utilizarla. El Dr. Pingree citó las palabras de esta persona: “La canción se escribió exactamente para este tipo de acontecimientos. A ellos les encantaría que la utilizaran”.
El gobernador del estado de Utah, Jon M. Huntsman, hijo, también dio la bienvenida a los asistentes al concierto. Para ello, leyó una declaración sobre la importancia del diálogo y la colaboración interconfesional. También hizo hincapié en la necesidad de trabajar en unión a medida que Utah crece en diversidad cultural y religiosa. “Amor y esperanza son dos de las palabras más poderosas de nuestro idioma”, dijo. “Y este magnífico grupo de personas reparte amor y esperanza celebrando la diversidad”.
El grupo Wesley Bell Ringers, de la Iglesia Metodista Unida de Cristo, dio comienzo a la parte musical del programa tocando “La Paix” (“Paz”). Después, Arvol Looking Horse ofreció la oración a las cuatro direcciones, que es sagrada para los indios americanos.
Gayatri Jayaraman, con su vestido hindú tradicional, interpretó “Ganesha Kautuvam,” una danza de la cultura bharatanatyam. El coro tongano Wesleyan interpretó “All the Earth Will Bow Down to You, Jesus” [Toda la Tierra se inclinará ante Ti, Jesús] bajo la dirección de Anitoni Ma’u.
La batería budista Taiko, bajo la dirección de Stan Hirai y de la iglesia budista de Ogden, ofreció un número de tambores. Para los budistas de Jodo Shinshu, los tambores simbolizan la voz de Buda.
Los estudiantes de la Academia Iqra de la sociedad islámica entonaron dos canciones islámicas en árabe: “Lejla ramie” y “Talitha dos lunas”. El Conjunto Vocal de estudiantes de la Universidad de Utah, cuyos miembros representan diversas tradiciones religiosas, ofrecieron una interpretación de “Tan humilde al nacer”.
Jan Saeed, miembro de la religión Baha’i, ofreció una oración final de paz, tras lo cual la audiencia se levantó y cantó “Haya paz en la Tierra”.
Muchos expresaron su agradecimiento a la Mesa Redonda Interconfesional de Salt Lake por haber organizado este concierto. “Esta noche ha sido un símbolo de armonía, unidad y de un espíritu abierto”, dice Heather Whiteblume. “Aquí todo el mundo respeta las oraciones, creencias y cultura de los demás”.
La mencionada Mesa Redonda Interconfesional de Salt Lake se organizó bajo los auspicios del Comité organizador de los Juegos Olímpicos de Salt Lake de 2002, con el fin de incluir a todas las tradiciones religiosas para ofrecer servicios de culto a los atletas olímpicos y “promover el respeto, la comprensión y el aprecio interconfesional mediante el diálogo entre las religiones”. Este grupo sigue reuniéndose mensualmente.