2008
La luz de un nuevo día
Enero de 2008


Ven y escucha la voz de un profeta

La luz de un nuevo día

President Gordon B. Hinckley

Una vez tuve una inolvidable reunión con un ex primer ministro que durante su vida había sido testigo de muchos conflictos y dificultades. Contó la interesante historia de un rabí judío que conversaba con dos amigos; el rabí le preguntó a uno de ellos: “¿Cómo sabe usted cuándo ha acabado la noche y ha comenzado un nuevo día?”.

Su amigo contestó: “Si usted mira hacia el este y puede distinguir entre una oveja y una cabra, entonces sabrá que la noche ha acabado y que ha comenzado otro día”.

Hizo la misma pregunta al segundo, quien contestó: “Si en la distancia usted puede distinguir entre un olivo y una higuera, entonces sabrá que la mañana ha llegado”.

Entonces le preguntaron al rabí cómo podía saber si la noche había acabado y empezado otro día. Éste pensó unos instantes y dijo: “Si al ver hacia el este vemos el rostro de una mujer y podemos decir: ‘Es mi hermana’, y si al ver hacia el este vemos el rostro de un hombre y podemos decir: ‘Es mi hermano’, entonces sabremos que ha llegado la luz de un nuevo día”.

Mis queridos amigos, piensen en ello por unos momentos; ése es el verdadero significado de la hermandad.

El evangelio de Jesucristo es el único elemento que puede destruir el odio que existe entre la gente. Si las personas aplican el Evangelio a su vida, en el mundo reinará una paz mucho más grande. Ése es el motivo por el que nos encontramos aquí, para enseñar el evangelio de Jesucristo y conmover el corazón de las personas de tal manera que se vean unas a otras como hermanos, como hijos de nuestro Padre Celestial.

De un discurso pronunciado en la Universidad Brigham Young, el 31 de octubre de 2006, y véase “Reflexiones y consejos del presidente Gordon B. Hinckley”, diciembre de 1996, pág. 8.

ALGO EN QUÉ PENSAR

  1. En el relato, el rabí compara el amor a la luz de una nueva mañana. ¿Por qué la luz del Evangelio trae amor a nuestros corazones?

  2. ¿En qué forma puedes compartir el Evangelio y llevar paz a las demás personas?

  3. ¿Cómo puedes sentir la paz del Evangelio en tu propia vida?