Preguntas y respuestas
“A veces mi madre y yo no nos llevamos bien. Decimos cosas que no deberíamos y nos hacemos daño. En mis oraciones le pido al Señor que me ayude a amarla, pero los buenos sentimientos sólo duran un tiempo. ¿Qué puedo hacer para mejorar nuestra relación?”
-
Asegúrate de que el Espíritu Santo pueda estar contigo y con tu madre mientras hablan.
-
Piensa en lo que podrías cambiar en ti misma para mejorar la relación con ella.
-
Pide en oración tener más humildad, caridad y un cambio de corazón.
Liahona
Es estupendo que desees mejorar la relación con tu madre, ya que una buena relación con ella será una bendición. Pero el tener una buena relación no significa que estarás de acuerdo con ella en todo; y está bien que así sea. Lo que no está bien es hacerse daño mutuamente cuando expresen las diferencias de opinión.
Como primer paso para mejorar la relación con tu madre, procura entenderla, lo cual no resultará fácil si te sientes dolida, así que hablen cuando las dos estén tranquilas. Podrían empezar por leer este artículo juntas y después conversar sobre las cosas en las que discrepan, una por una. Una vez que la comprendas, toma tu turno para compartir tus pensamientos y sentimientos, sin acusarla.
Tu madre y tú podrían incluso fijar juntas algunas reglas básicas, como conversar con amabilidad, hablar de las cosas antes de que se conviertan en un gran problema y tomar turnos para escucharse la una a la otra. El Señor enseñó: “La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor” (Proverbios 15:1), y también: “Hable uno a la vez y escuchen todos lo que él dijere” (D. y C. 88:122). El Espíritu se marcha cuando existe la contención; pero el seguir estos consejos ayudará a que permanezca con ustedes.
También, realiza una introspección sincera. ¿Qué cosas haces que te impiden desarrollar una mejor relación con tu madre? ¿Obedeces las reglas de la familia? ¿Convendría que fueras más abierta? ¿Deberías mostrar más respeto?
Las familias son importantes para el Padre Celestial, así que la oración te será muy útil. Puedes orar para experimentar un cambio de corazón respecto a tu madre. Lo bueno es que podemos llegar a ser mejores personas con la ayuda del Señor. Un cambio de corazón te permitirá hablarle a tu madre con más amor y comprensión, y ella probablemente responderá de la misma manera.
Puedes orar para lograr apreciar sus virtudes. Elógiala, dile que la quieres y dale las gracias por las cosas que ha hecho por ti.
También puedes orar para ser más humilde. La humildad te ayudará a darte cuenta de que tu madre realmente se preocupa por ti, de que es importante escucharla y de que está diciéndote cosas que podrían ayudarte. Ser humilde te ayudará a darte cuenta de que lo importante no es quién está en lo correcto, sino qué es lo correcto.
Por último, recuerda que el Señor ha pedido a los padres que enseñen y guíen a sus hijos, y ha pedido a los hijos que honren a sus padres. No pierdas esto de vista, especialmente cuando tu madre te hable de las reglas familiares o de lo que es correcto e incorrecto.
Con el tiempo, si oras y demuestras tu amor y te esfuerzas por honrar a tu madre, tu relación con ella mejorará.
Lectores
Un día le falté al respeto a mi madre. Las dos nos gritamos y nos dijimos cosas hirientes. Más tarde, abrí las Escrituras y leí acerca del amor. Entonces decidí pedirle perdón a mi madre. Ella había salido de casa, y cuando regresó, puso una nota en mi almohada que decía que lo sentía. Lo único que deseaba era que la ayudara más con las tareas de casa. Después de leer su mensaje, fui corriendo a decirle cuánto lo sentía y cuánto la quería, mientras le daba un fuerte abrazo. Fue un momento maravilloso. Desde aquel día, el mensaje de amor que me revelaron las Escrituras sigue en mi mente, y me he esforzado por evitar las discusiones, hablándole con amabilidad. Dile a tu madre que la amas y ella responderá de la misma manera. Contrólate cuando ella haga algo que te irrite, y piensa más bien en todas sus virtudes. Procura averiguar lo que ella espera de ti. Estoy segura de que al hacer estas cosas, la situación se resolverá por sí misma.
Raquel L., 21 años, Borgoña, Francia
Hace poco aprendí algunas cosas que me ayudan a no pelearme con mi madre. Aprendí que una palabra dura incita a la ira, pero una palabra cariñosa es capaz de resolver el problema o al menos aliviarlo. Aprendí que una madre “siempre tiene la razón”, ya que incluso cuando se equivoca, está procurando lo mejor para su hijo. Ora para tener el Espíritu y todo será más fácil.
Fernando V., 18 años, São Paulo, Brasil
Sigue orando para desarrollar el amor por tu madre y para que el Padre Celestial te ayude a mantener en una nota positiva y edificante tus pensamientos y palabras. Si deseas que los sentimientos de amor perduren, tienes que desarrollar “el amor puro de Cristo” (Moroni 7:47). Cuando tengo dificultad para entenderme con un compañero de misión, he comprobado que si le presto servicio me resulta más fácil desarrollar la caridad hacia él, lo cual mejora nuestra relación.
Élder Toby Pontious, 21 años, Misión California Arcadia
Haz cosas que le demuestren a tu madre que la amas y que es importante para ti. Ayúdala en sus tareas domésticas, invítala a acompañarte a una actividad divertida. Sé humilde y ora siempre por ella a nuestro Padre Celestial. Lo más importante que uno puede decir es: “Lo siento”.
Gena G., 19 años, Basilan, Filipinas
Escojan un día para salir como madre e hija. Pasen el día juntas, haciendo cualquier cosa que les ayude a apreciar las virtudes de ambas. Dile lo mucho que la amas, y muy pronto empezarán a estar en mayor sintonía y a encontrar las cosas que tienen en común.
Lydia H., 14 años, Iowa, E.U.A.
No deseaba que las conversaciones con mi madre terminaran siempre en una discusión, así que decidí cambiar la manera en que me comunicaba con ella. Me esforcé por hacer una oración cuando parecía que íbamos a entrar en una pelea. También me esforcé en pensar de antemano lo que debía y no debía decir. Mi madre y yo nos llevamos mucho mejor desde entonces.
Lin H., 17 años, Taizhong, Taiwan
Esfuérzate por pasar momentos significativos con tu madre. Hagan algo que les guste a las dos y que les permita relacionarse, o intenten aprender a hacer algo nuevo juntas. También conviene que te pongas en su lugar; puede que ella se encuentre bajo mucha presión. Pregúntale cómo le fue ese día y, ante todo, sigue orando.
Kyelee S., 12 años, Utah, E.U.A.
Las respuestas tienen por objeto servir de ayuda y exponer un punto de vista, y no deben considerarse como pronunciamientos de doctrina de la Iglesia.