Preguntas y respuestas
“¿Por qué tengo que ir a seminario si puedo estudiar las Escrituras por mi cuenta?”
Tendrás el resto de tu vida para estudiar las Escrituras por tu cuenta, así que si la tienes a tu alcance, aprovecha la oportunidad de estudiar las Escrituras en seminario ahora con excelentes maestros y amigos.
Aprender y estudiar bajo la dirección de un buen maestro te ayuda a adquirir una nueva visión sobre las Escrituras que tal vez no hayas comprendido del todo antes. Además, el maestro quizás comparta enseñanzas de los profetas y otros líderes de la Iglesia que te den un mejor entendimiento de las Escrituras.
También suele ser más agradable aprender con tu clase. Tendrás la oportunidad de hablar de cosas que descubres a medida que leas. Quizás tus compañeros hayan tenido experiencias que hayan hecho que algunos pasajes de Escrituras sean sus favoritos. Escuchar sus experiencias puede hacer que las Escrituras cobren vida para ti; y por estudiar el Evangelio con los demás, podrás disfrutar de esta bendición prometida: “Donde estén dos o tres congregados en mi nombre… allí estaré yo en medio de ellos (D. y C. 6:32).
Seminario también crea una estructura para tu estudio. Allí te motivan a que lleves un ritmo determinado de estudio, lo cual te ayuda a terminar cada libro de las Escrituras. Tienes la oportunidad de analizar y memorizar los versículos del dominio de las Escrituras. Puedes tener la certeza de sacarle más provecho a las Escrituras al asistir a seminario que de cualquier otra forma en esta etapa de tu vida.
Amigos nuevos, ideas nuevas
En seminario haces nuevos amigos y llegan a ser muy unidos, como una familia. Aprendes muchas cosas nuevas que no descubrirías por tu propia cuenta; es divertido y muy espiritual; asegura que inicies bien el día. Si no estás participando ahora, hazlo y cambiará tu vida.
Katarina B., 16 años, California, EE. UU.
Felicidad
Seminario me hace empezar bien el día. Me hace una persona más feliz y más dispuesta a hablar del Evangelio con otras personas. Hablamos más a fondo de las Escrituras, de manera que entiendo más.
Madi S., 15 años, Colorado, EE. UU.
Combinación perfecta
Seminario es una experiencia edificante. A veces no basta con que uno estudie por su cuenta. El estudio personal y seminario son la combinación perfecta. Los maestros son fantásticos y si tienes alguna pregunta, el maestro y tus compañeros pueden ayudarte a contestarla.
Dawson D., 15 años, Idaho, EE. UU.
Más entendimiento
Cuando estudio sola las Escrituras, no me divierto tanto como cuando las estudio con otras personas. Además, podemos descubrir las interesantes ideas de los demás cuando estudiamos juntos las Escrituras. Por medio de seminario he aprendido muchos relatos interesantes y sé más de los antecedentes de los pasajes de Escrituras, ¡lo cual hace que el estudio sea más interesante! Me alegro de haber decidido ir a seminario.
Rebecca M., 16 años, Schleswig-Holstein, Alemania
Testimonio más fuerte
Primero, el Señor dice que donde dos o tres se reúnan en Su nombre, Él estará con ellos (véase Mateo 18:20; D. y C. 6:32). Sentir Su Espíritu puede ayudarnos a meditar sobre lo que Él ha hecho por nosotros. En segundo lugar, cuando estudiamos las Escrituras con otros jóvenes, podemos entender mejor lo que está escrito; al escucharnos los unos a los otros, podemos oír algo que no hayamos captado y lo mismo puede ocurrirle a los demás cuando nosotros compartimos nuestro conocimiento. Tercero, cuando voy a seminario mi testimonio se fortalece. Seminario nos da la oportunidad de compartir nuestros testimonios y escuchar los testimonios de los demás; nos ayuda a mantenernos en la senda correcta.
Dmitri G., 16 años, Dnipropetrovsk, Ucrania
Aprender de los demás
Para mí, ir a seminario es un deber. Mi dedicado maestro no sólo enseña y explica las verdades que se encuentran en las Escrituras, sino que también aprendo muchísimo de nuestras conversaciones en la clase. Otros alumnos comparten sus experiencias de lo que han aprendido y me han ayudado a adquirir un mayor conocimiento del Evangelio, del Salvador y de Su expiación. No basta con estudiar por mi cuenta, pues en clase he encontrado algunas de las respuestas a mis problemas. Puedo testificar que seminario es una parte vital que nutre mi testimonio de la verdadera Iglesia de Jesucristo.
Denzel J., 15 años, Samoa Occidental
Luz y verdad
Cuando voy a seminario, busco luz y verdad, y me pongo toda la armadura de Dios (véase D. y C. 27:15–18). Esa armadura me ayuda a reconocer Su voz en todo momento y en todo lugar. El estudio diario de las Escrituras fortalece mi fe y mi testimonio, y me ayuda a ser fuerte en mis pruebas. El asistir a seminario es una de las mejores maneras de encontrar luz y verdad, de estudiar las Escrituras y de meditar.
Nohemí M., 17 años, Puebla, México
Tres razones
Primero, asisto a seminario porque quiero ir a la misión. Los misioneros tienen que levantarse temprano y estudiar el Evangelio por la mañana. Asistir a seminario me ayuda a cultivar el buen hábito de levantarme temprano. Segundo, por la mañana estamos con la mente despejada, por lo que podemos concentrarnos en aprender y estudiar. Es sabio utilizar las mejores horas para aprender acerca de Dios. Tercero, si estudio por mi propia cuenta, tal vez no entienda con la profundidad que comprende mi maestra. Con su guía y enseñanza puedo aprender mucho más de lo que aprendo solo.
H. Chen Yuan, 16 años, Taichung, Taiwán