Retratos de fe
Ilir Dodaj
Durrës, Albania
El servicio no siempre resulta cómodo, pero como padre y obispo, Ilir Dodaj ha tratado de mostrar a sus hijos que siempre vale la pena.
Cody Bell, fotógrafo
Una hermana mayor del barrio tenía un tumor en el estómago y requería de ayuda a diario, puesto que estaba postrada en cama. Finalmente, preguntó si yo podría ir —no otro poseedor del sacerdocio ni ninguna otra persona— porque estaba muy enferma e iba a morir. Se sentía cómoda si era su obispo quien la ayudaba.
Cierto día, tuve una cirugía de corazón, y no me fue posible visitarla por un breve tiempo. Cuando regresé a verla, me dijo: “Obispo, ¿cómo viene usted a ayudarme si lo han operado recientemente?”.
Le respondí: “Mi llamamiento es servir a los demás”.
Se aproximaba su muerte y su cuerpo comenzaba a deteriorarse. Fue difícil verla así, pero ella no temía morir; amaba a Dios y conocía el Plan de Salvación. “Sé que Dios tiene magníficos planes para mí”, dijo.
Cuando falleció, reflexioné sobre las experiencias que tuve con ella y sobre lo bueno que es el llamamiento de obispo. Estoy agradecido por servir a otras personas, amarlas y ayudarlas. Amo el Evangelio.