Ayuda en momentos de dificultad
Después de un huracán y una grave inundación en Houston, Texas, EE. UU., una anciana vio a Santos de los Últimos Días, vestidos con las camisetas amarillas de Manos que Ayudan, en camino a socorrer a las víctimas de la devastación. “¡Sabía que vendrían los mormones!”, dijo ella.
Este suceso, publicado en un mensaje de Facebook del presidente de la Misión Texas Houston Sur, Aaron T. Hall, representa la forma en la que la Iglesia llega al auxilio tanto de miembros como de vecinos durante tiempos de dificultad. “¡No hay ningún desafío demasiado grande para los miembros de la Iglesia del Señor!”, escribió el presidente Hall.
Cuando ocurre un desastre, la Iglesia a menudo está entre los primeros en responder, y en las zonas afectadas la ayuda humanitaria de la Iglesia suele continuar durante la recuperación tanto a corto como a largo plazo con el objetivo de restablecer la autosuficiencia. Los líderes locales colaboran con las Oficinas Generales de la Iglesia para evaluar y atender las necesidades y para organizar a los miembros a fin de ayudar con la distribución de recursos, la limpieza, la restauración y la reconstrucción.
Por medio de LDS Charities y trabajando en conjunto con agencias establecidas de socorro en las zonas afectadas, la Iglesia recientemente ha proporcionado ayuda a las víctimas de inundaciones en Perú; de deslizamientos de tierra en Sierra Leona; de incendios en Montana, EE. UU. y Alberta, Canadá; de huracanes en Texas, Florida y las islas del Caribe, entre ellos Puerto Rico, Haití y la República Dominicana, y de dos terremotos de gran alcance en México.
En septiembre, la Iglesia anunció que aportará 11 millones de dólares estadounidenses para apoyar los proyectos de ayuda ante la hambruna y alimentar a los niños desnutridos en ocho países de África y el Oriente Medio. LDS Charities trabaja en conjunto con 11 organizaciones en 25 proyectos para distribuir la ayuda.
LDS Charities ha proporcionado casi dos mil millones de dólares de ayuda a millones de personas en 189 países desde 1985, comenzando con el socorro ofrecido a las víctimas de la hambruna en Etiopía.