3 ideas para la Noche de Hogar sobre cómo recargar nuestras baterías espirituales
Todos necesitamos recargar nuestras baterías espirituales todos los días. El élder W. Mark Bassett, de los Setenta, escribe acerca de esta necesidad en “Mira y vive” (Liahona, enero de 2018). Las familias con hijos de todas las edades pueden adaptar estas ideas de actividades basadas en su artículo para usarlas en la Noche de Hogar.
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Al igual que los hijos de Israel, nosotros también necesitamos juntar “maná espiritual” todos los días: oramos, estudiamos las Escrituras, guardamos los mandamientos y servimos a los demás a fin de conservar el Espíritu con nosotros. Encuentre algo que puedan usar como “maná” (botones, juguetes, bolas de papel, etc.) y distribúyalos sobre el piso. Haga que los niños junten el maná y lo coloquen en un tazón. (Para que el juego sea un poco más difícil, podría ocultar el maná). Cada vez que coloquen una porción de maná en el tazón, pueden dar un ejemplo de una acción que proporcione alimento espiritual. Considere la posibilidad de leer Éxodo 16:19–21 y realizar un análisis. ¿Por qué era importante que los israelitas juntaran maná todos los días? ¿Por qué es importante para nosotros?
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Al igual que el alternador del auto que necesitaba recargarse periódicamente en la historia del élder Bassett, también nosotros necesitamos recargarnos espiritualmente. Busque un juguete de cuerda o un trompo (algo a lo que deba darse cuerda o hacerse girar para que funcione). Dé cuerda al juguete o hágalo girar algunas veces. ¿Cómo se relaciona esto con la forma en que nos proporcionamos energía espiritual? ¿Qué sucede cuando dejamos de hacer girar el trompo? Del mismo modo, ¿qué sucede si dejamos de decir nuestras oraciones o de ir a la Iglesia? Si lo desea, puede referirse a la sección “Maná espiritual” del artículo del élder Bassett.
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Si nuestras “baterías espirituales” están cargadas y potentes, el Espíritu Santo puede ser nuestro compañero constante. Antes de la Noche de Hogar, haga dos listas de acciones: (1) cosas que agotan nuestras baterías espirituales (tales como mentir, tratar mal a alguno de los hermanos, saltarse el estudio de las Escrituras) y (2) cosas que las cargan (tales como pagar el diezmo, visitar a los enfermos, participar de la Santa Cena). Lea cada una de ellas en voz alta. Pídales a los niños que vayan hacia la izquierda de la habitación si la acción agota nuestras baterías espirituales y hacia la derecha si las carga. Anímelos a escoger lo correcto.