Voces de los Santos de los Últimos Días
El Espíritu de Cristo en Navidad
Durante muchos años de mi vida, mi época favorita del año fue la Navidad. En ella había deliciosa comida, regalos, ropa nueva, decoración perfecta, bonitas canciones, mucha pólvora y no podía faltar el olor a manzana con canela que parece inundar cada espacio de la casa.
Siempre disfrutamos de estas fiestas con toda la familia y, a pesar de que siempre compartíamos un momento espiritual, fue en el transcurso de mi vida que reconocí que había algo más significativo de lo que el mundo nos puede ofrecer y es conmemorar el nacimiento de Cristo.
Él nació como el Salvador del mundo. Mediante Él, nosotros volveremos a vivir. Pienso que, al seguir su ejemplo perfecto, al esforzarnos por ser más como Él, mostrar alegría, bondad, felicidad, paz y preocupación por nuestros semejantes, experimentaremos el amor puro de Cristo y tendremos el deseo de seguir haciéndolo todos los días del año.
Puedo testificar que, si centramos nuestras fiestas y celebraciones en Cristo, podremos gozar de Su espíritu. Pero para eso debemos ofrecer un regalo de esos que no necesitan envoltura, solo un corazón sincero y mucho esfuerzo por vivir de acuerdo con Su voluntad.
Mi deseo es mantener como tradición el espíritu de Cristo en mi vida. Sé que Cristo vive y nos ama, que solo por medio de Su expiación obtenemos inmortalidad, perdón y vida eterna en presencia de nuestro Padre Celestial. Recordémoslo en la Navidad y siempre.