Principios básicos del Evangelio
Dios nos habla hoy en día
El Padre Celestial quiere ayudarnos. ¿Estamos escuchándolo a Él?
Hace doscientos años, el Padre Celestial y Jesucristo se aparecieron a un adolescente que se llamaba José Smith. La Primera Visión nos enseña verdades importantes. Jesús está dirigiendo una vez más una Iglesia en la tierra; hay profetas hoy en día, igual que en la antigüedad; y Dios nos conoce a cada uno por nombre y está escuchando nuestras oraciones. Cuando intentamos escuchar Su voz cada día, somos bendecidos.
¿Qué es la revelación?
Cuando Dios habla a Sus hijos, a eso se le llama “revelación”. Hay tres clases diferentes de revelación.
La revelación personal es cuando Dios nos habla individualmente por medio del Espíritu Santo. Él nos puede consolar y guiar.
También podemos recibir revelación sobre cómo ayudar a aquellos a quienes se nos ha llamado a dirigir. Por ejemplo, los padres pueden recibir revelación sobre su familia, y un obispo puede recibir revelación sobre su barrio.
Solo el profeta puede recibir revelación para toda la Iglesia, pero cada uno de nosotros puede orar para saber si lo que nuestros líderes enseñan es verdad.
¿Cómo puedo dar lugar a la revelación?
Por medio de la oración y en cualquier momento, podemos dirigirnos a un Padre Celestial amoroso, todopoderoso y omnisciente. Él desea que le demos gracias por las bendiciones, que le hablemos de nuestra vida y que pidamos lo que necesitamos. Luego, debemos prestar atención a los pensamientos y sentimientos que provienen del Espíritu Santo, que es como un mensajero de nuestro Padre Celestial.
¿Cómo se reconoce la revelación?
No hay una manera única de describir la revelación. Dios nos habla a cada uno de manera que podamos entender (véase Doctrina y Convenios 1:24). Las personas a veces experimentan sueños y visiones, pero más a menudo, Dios nos habla por medio de sentimientos apacibles del Espíritu Santo, como calidez, paz o gozo.
En el estudio de este mes de Doctrina y Convenios, leemos sobre Oliver Cowdery, a quien se le enseñó que la revelación vendría tanto a su mente como a su corazón (véase Doctrina y Convenios 8:2).
¿Qué ejemplos de revelación se hallan en las Escrituras?
Muchos relatos de las Escrituras describen a Dios hablando a Su pueblo:
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Dios le dijo a Noé cómo mantener a su familia a salvo (véase Génesis 6:17–18).
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El Padre Celestial y Jesús consolaron a un discípulo que se llamaba Esteban (véase Hechos 7:55).
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La revelación ayudó a Nefi a guardar los mandamientos (véase 1 Nefi 4:6).
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Mientras que otras Escrituras provienen de registros antiguos, Doctrina y Convenios se compone de revelaciones modernas. Este año tenemos la oportunidad especial de estudiar un libro lleno de las palabras directas del Señor.