2021
¿Mi cliente o mi llamamiento?
Septiembre de 2021


Voces de los Santos de los Últimos Días

¿Mi cliente o mi llamamiento?

Mientras procuraba cumplir con mis responsabilidades del sacerdocio, el Señor me mostró que Él estaba al tanto de mi situación financiera.

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Fotografía de Getty Images.

Cuando en 2000 se me llamó como presidente de cuórum de élderes, solo siete élderes asistían a la reunión del sacerdocio. Además, no estábamos haciendo un buen trabajo con las visitas de orientación familiar (ahora visitas de ministración).

Sabía que enfrentábamos el gran desafío de inspirar a los élderes a cumplir. Por esa razón, para empezar, decidimos reorganizar las asignaciones y aumentar la supervisión.

Dado que soy abogado independiente, viajo mucho. Estoy muy ocupado, pero deseaba cumplir con mis responsabilidades del sacerdocio.

Un día, tenía que viajar en autobús a otra ciudad para reunirme con un cliente. Debido a que mis finanzas eran escasas, tenía la esperanza de que mi cliente estuviera de acuerdo en pagarme por adelantado.

Cuando iba de camino al autobús, decidí ir a ver a algunos miembros del cuórum y animarlos a visitar a las familias que tenían asignadas. Algunos lo habían olvidado, pero se comprometieron a hacerlo. Otros, se comprometieron a completar sus visitas esa misma semana.

Estaba tan emocionado por sus compromisos que decidí visitar y animar a otros miembros del cuórum. Antes de que me diera cuenta, ya era pasado el mediodía. Por tanto, en vez de salir de la ciudad, decidí ir a mi oficina para revisar el caso del cliente.

Para mi sorpresa, cuando llegué a la oficina, el cliente estaba afuera con otra persona. Le expliqué a mi cliente que estaba a punto de revisar su caso y que le tendría un informe al día siguiente. Dijo que había ido a presentarme a un nuevo cliente. Luego de que su amigo y yo hablamos, acordamos una tarifa para que lo ayudara a resolver un asunto legal. Entonces, de repente, mi cliente ofreció pagarme por adelantado.

Para mí, eso fue un milagro. El Padre Celestial sabía que yo estaba tratando de serle fiel. Además, conocía mis necesidades. Me ha bendecido de muchas maneras a lo largo de los años, pero esta vez me bendijo en el aspecto financiero. Cumplió Su palabra en las Escrituras para aquellos que lo sirven: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33).

¿Y qué sucedió con nuestro cuórum de élderes? El Señor nos bendijo al avanzar con un espíritu de unidad. Nuestra orientación familiar pronto subió al cien por ciento y nuestra asistencia aumentó a treinta y cinco élderes fieles.

Testifico que todos podemos ser instrumentos en la obra del Señor y hallar gozo y bendiciones al servirlo a Él mediante el servicio a los demás.