Ven, sígueme
El convenio abrahámico
Dios prometió a Abraham que “cuantos reciban este evangelio […] serán considerados tu descendencia” (Abraham 2:10). Los convenios que hacemos en el bautismo y en el templo nos permiten acceder a las bendiciones del convenio abrahámico, y hacen que seamos parte del pueblo del convenio de Dios, siempre y cuando seamos fieles (véase Ezequiel 11:20).
¿Quiénes fueron Abraham y Sara?
Abraham y Sara fueron fieles seguidores de Dios que vivieron alrededor de 2000 a. C. Tuvieron muchas pruebas, pero debido a que Abraham buscó el sacerdocio y “las bendiciones de los padres” (Abraham 1:2), Dios hizo un convenio con él y le prometió que el convenio continuaría con los descendientes de él y Sara. Abraham y Sara fueron bendecidos por su fidelidad.
¿Qué abarca el convenio abrahámico?
Bendiciones prometidas
-
Una tierra prometida en donde vivir (véase Génesis 13:14–15).
-
Descendientes tan numerosos “como las estrellas del cielo” (Génesis 22:17).
-
El evangelio de Jesucristo y el sacerdocio (véanse Génesis 17:7; Abraham 2:9–11).
Responsabilidades
-
Llevar la plenitud del evangelio de Jesucristo a todos los hijos de Dios para que “se[an] bendecidas todas las familias de la tierra” (Abraham 2:11; véase también Génesis 22:18).
-
Obedecer los mandamientos de Dios (véase Génesis 18:19).