2023
Vigésimo cuarto aniversario de la dedicación del Templo de Madrid
Agosto de 2023


Vigésimo cuarto aniversario de la dedicación del Templo de Madrid

El periódico ABC publicó hace años dos artículos sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El primero de estos artículos se publicó el sábado 7de julio de 1984, en la página 42, en su sección sobre RELIGIÓN, en el que decía en parte lo siguiente sobre la Iglesia: “Es una secta que cuenta en la actualidad con unos 7.000 adeptos, en su mayoría extranjeros. Esta secta se encuentra tan alejada de las doctrinas cristianas que para muchos se halla al otro lado del cristianismo. Su carácter exclusivista y sus confusas doctrinas sobre la divinidad de Jesucristo hacen de esta secta un caso peculiar”.

El segundo artículo lo publicó el mismo diario ABC con fecha 24de marzo de 1998, en la página 68. Este artículo hacía un resumen de la “Historia y creencias” de la Iglesia, diciendo en parte lo siguiente: “La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es una Iglesia cristiana, comprometida con el relato del Nuevo Testamento sobre el nacimiento, vida, crucifixión y resurrección de Jesucristo. Sus miembros se distinguen por una fe activa y vigorosa”.

¿Qué había ocurrido para que se produjera este cambio de actitud tan radical en apenas catorce años? Este artículo aparecía además en la parte central del periódico ABC, a doble página y con gran despliegue de información y fotografías a todo color sobre “la construcción en el barrio madrileño de Moratalaz del primer Templo Mormón”.

El Templo de Madrid se dedicó o consagró el 19 de marzo de 1999. En este mes de marzo de 2023 se han cumplido 24 años de su dedicación. La construcción del Templo de Madrid y su dedicación se convirtieron en un punto de inflexión en la historia de la Iglesia de Jesucristo en España. Porque este Templo, junto con todo el complejo de edificios que se construyeron con él, mostraron a la sociedad española que los miembros de la Iglesia de Jesucristo no son un grupo de extranjeros sin arraigo alguno, sino que es una Iglesia cristiana, y además española o “de España”, como indica el texto del reconocimiento legal de la Iglesia, concedido el 22 de octubre de 1968, que con gran esfuerzo ha logrado un lugar en la geografía y en la historia de nuestro país.

El comienzo de una nueva era de la historia de la Iglesia en España lo reconoció la Comisión Asesora de Libertad Religiosa cuando, con fecha 25 de febrero de 2003 (acaba de cumplirse el vigésimo aniversario), se concedió a la Iglesia “por su ámbito y número de creyentes”, el “Notorio Arraigo”, reconociendo que La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días no está formada por un grupo de extranjeros “de paso”, sino por miles de miembros establecidos y arraigados en España.

A esta concesión contribuyó la mejora de la imagen de la Iglesia, gracias a la construcción y dedicación del Templo de Madrid.

Yo he servido durante años como representante de la Iglesia en la Comisión Asesora de Libertad Religiosa. Cuando empecé, la Iglesia estaba invitada a las reuniones, pero no tenía los derechos que el Notorio Arraigo le concedió: era solo una “convidada de piedra”. A partir de su Notorio Arraigo, la Iglesia recibe la invitación oficial a todo tipo de actos públicos, como la Jornada de puertas abiertas del Congreso de los diputados y del Senado, en la celebración del Día de la Constitución del 6 de diciembre, y como la recepción ofrecida por el rey Felipe VI, conmemorativa del Día de la Fiesta Nacional.

Y estamos participando también, con los demás grupos que tienen reconocido su notorio arraigo, en reuniones con la Fundación Pluralismo y Convivencia, adscrita al Ministerio de la Presidencia; con la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid contra los delitos de odio, y en actos del Ministerio del Interior, entre otros.

Y, además, cuando Gordon B. Hinckley, Presidente de la Iglesia, vino a Madrid para la dedicación del Templo, SS. MM. D. Juan Carlos y Dña. Sofía lo recibieron en audiencia en el Palacio de la Zarzuela, confirmando la buena imagen que la Iglesia tiene en España, de lo que todos debemos felicitarnos.