“Capítulo 31: La Palabra de Sabiduría: Febrero de 1833,” Relatos de Doctrina y Convenios (2002), 119–22 “Capítulo 31,” Relatos de Doctrina y Convenios, 119–22 Capítulo 31 La Palabra de Sabiduría Febrero de 1833 José Smith organizó una escuela para hombres que se llamaba la Escuela de los Profetas. La escuela se reunía en una habitación de la tienda de Newel Whitney en Kirtland, Ohio. En esa escuela, José y otros líderes de la Iglesia se enseñaban unos a otros sobre el sacerdocio, las Escrituras y otras cosas. La escuela era para preparar a los hombres para ser líderes y misioneros de la Iglesia. Muchos de los hombres fumaban pipa o cigarros (puros), y la habitación se llenaba de humo. Algunos de los hombres masticaban tabaco y escupían en el piso, lo que hacía que se ensuciara mucho. Emma Smith, la esposa de José, limpiaba la habitación después de cada reunión. Ella y José se preocuparon por el uso que los hermanos le daban al tabaco. José se preguntaba si las personas debían fumar o masticar tabaco. José oró para saber qué era lo correcto y Jesús le dio una revelación llamada la Palabra de Sabiduría. Jesús dijo que algunas personas querían que otros hicieran cosas que eran malas para su cuerpo. En la Palabra de Sabiduría, Jesús habló a los santos sobre las cosas que eran malas para su cuerpo y también les habló sobre las cosas que eran buenas para su cuerpo. Doctrina y Convenios 89:1, 4 Jesús dijo que el alcohol no es bueno para la gente. No se deben tomar bebidas que tengan alcohol; el alcohol sólo se debe usar en la parte de afuera del cuerpo. Doctrina y Convenios 89:5–7 Jesús dijo que el tabaco no es bueno para las personas. No se deben fumar cigarrillos, cigarros (puros) ni pipas, y tampoco se debe masticar tabaco. Doctrina y Convenios 89:8 Jesús dijo que los santos no deben tomar bebidas calientes como el té y el café, porque no son buenas para el cuerpo. Doctrina y Convenios 89:9 Jesús dijo que hay muchas plantas y animales que son buenos para comer. La gente debe dar gracias a nuestro Padre Celestial por la comida buena. Doctrina y Convenios 89:11–12 Jesús dijo que las personas no deben comer demasiada carne. Doctrina y Convenios 89:12 El Señor dijo que los granos son buenos para el cuerpo. Entre ellos están el trigo, el arroz, el maíz y la avena. Las frutas y las verduras también son buenas para el cuerpo. Doctrina y Convenios 89:11, 14–17 Jesús prometió grandes bendiciones a los que obedezcan la Palabra de Sabiduría. Sus cuerpos serán más fuertes y más saludables que si no la obedecieran. Sus mentes también estarán más sanas y recibirán sabiduría y tesoros de conocimiento. Doctrina y Convenios 89:18–21