un hombre sentado junto a una ventana

¿Dónde puedo buscar ayuda?

Aunque no sea fácil pedir ayuda y el hacerlo quizá no siempre salga bien, con frecuencia es más difícil dejar el hábito de consumir pornografía si tratamos de hacerlo por nuestra cuenta. Conforme acudamos a otras personas en busca de ayuda, estas podrán brindarnos apoyo y fortaleza mientras nosotros nos esforzamos por vencer el consumo de pornografía. En este video, algunas personas describen sus experiencias al buscar ayuda, apoyo y guía.

¿Por qué es importante buscar ayuda?

Es importante ser francos en cuanto a nuestro consumo de pornografía con Dios, con el obispo y, si estamos casados, con nuestro cónyuge. También podemos procurar la ayuda de líderes de la Iglesia, profesionales, familiares y otras personas de confianza (véase “¿Puedo hacer esto yo solo?” para saber más sobre por qué ser franco puede ser de ayuda).

Muchas personas han hallado que buscar ayuda les permite sentirse apoyadas, lograr la perspectiva correcta, superar los sentimientos de vergüenza y asumir más responsabilidad.

¿A quién puedo acudir para pedir ayuda?

En caso de hacerlo, cuándo y cómo acudimos a otras personas para pedir ayuda son decisiones personales que deben tomarse con detenimiento y oración. Debemos determinar qué ayuda creemos que necesitamos y en quién confiamos y con quién nos sentimos cómodos.

Hablar de nuestros problemas con la pornografía puede resultar angustioso y quizá nos preocupe el modo en que podrían reaccionar los demás si nos sinceramos con ellos. Algunas personas pueden reaccionar de manera negativa, en especial, si nuestras acciones han traicionado su confianza. Sin embargo, al pedir ayuda y ser sinceros en nuestros deseos de cambiar, muchos reaccionarán con amor, apoyo y comprensión.

Además de procurar la ayuda de Dios, la familia y, si estamos casados, del cónyuge, hay muchas otras personas a las que podemos considerar acudir. Los líderes de la Iglesia tales como los obispos, las presidentas de la Sociedad de Socorro, los presidentes de cuórum de élderes, y los hermanos y las hermanas ministrantes suelen estar preparados y dispuestos a brindar apoyo. También podemos acudir a otras personas de confianza en nuestra vida, como los amigos y mentores.

Quizá también necesitemos ayuda para determinar las razones subyacentes de nuestro problema con la pornografía. Hablar con profesionales cuidadosamente seleccionados, como médicos y profesionales de la salud mental cualificados o participar en grupos de apoyo pueden ser buenas maneras de buscar ayuda.

El Salvador prometió: “No os dejaré huérfanos” (Juan 14:18). Él con frecuencia nos consuela a través de otras personas, pero en muchos casos, nosotros debemos dar los primeros pasos para permitirles ayudar.

Ideas para poner manos a la obra

Las siguientes son algunas ideas que han sido de ayuda para otras personas. Considere con espíritu de oración qué acciones podrían ser las mejores en su caso, pero tenga en cuenta que dichas acciones pueden o no mencionarse aquí.

• Determine a quién podría acudir para pedir ayuda. (Véanse las páginas 79–81 de la Guía de apoyo: Ayuda para el cónyuge y los familiares de las personas en proceso de recuperación, 2017, para consultar sugerencias). Al determinar las fuentes de ayuda, piense en las personas con las que ya tenga una relación de confianza. La ayuda también podría llegar mediante libros de autoayuda, sitios web confiables o hablar con profesionales.

• Determine lo que debe hablar con las personas en las que decida confiar. Además, considere algunas maneras específicas en las que desee que le ayuden. Prepárese para ser sincero con ellos (véase “Sé humilde, sé honesto y busca la verdad”). ¿Qué cosas puede hablar con ellos para ayudarlos a entender lo que necesita?

• Piense en las maneras en que podría relacionarse con otras personas. Entre ellas, podría considerar dedicarse a adorar de modo significativo, asistir a un grupo de apoyo, servir como voluntario en una organización que preste servicio, hacer algún curso en su comunidad, unirse a un equipo o pasar tiempo con sus seres queridos.

• Piense si existen problemas biológicos que pudieran afectarlo. Considere la posibilidad de consultar a especialistas de la salud, o cambiar sus hábitos de alimentación, o realizar una rutina de ejercicios (véase “¿Qué influencias están contribuyendo en mi consumo de pornografía?”).

• Lea “Sobreponerse a la adicción mediante la Expiación”, por Benjamin R. Erwin, de Servicios para la Familia (overcomingpornography.org/individuals/overcoming-addiction-through-the-atonement?lang=spa).

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