“¿Cómo puedo saber si tengo una adicción?”, Ayuda para personas involucradas en la pornografía, 2019
“¿Cómo puedo saber si tengo una adicción?”, Ayuda para personas involucradas en la pornografía
¿Cómo puedo saber si tengo una adicción?
Estar involucrado en la pornografía puede resultar abrumador y aterrador. Cualquier nivel de consumo de pornografía es perjudicial para nosotros y para otras personas, y es inapropiado. Sin embargo, es importante comprender la cantidad que consumimos y el modo en que nos afecta.
Muchas personas que luchan contra la pornografía pueden llamarse a sí mismas adictas, aunque tal rótulo puede ser perjudicial, si no es correcto. Las palabras adicción y adicto se usan ampliamente y con frecuencia de manera incorrecta. Comprender dónde nos encontramos en el espectro del consumo de pornografía puede ayudarnos a superarlo.
¿Qué significa en verdad ser adicto a algo? Por lo general, adicción se refiere a conductas que ocurren de una manera descontrolada y que socavan la felicidad personal. Las adicciones nos hacen repetir las conductas aun cuando las consecuencias sean negativas (véase “Adicción”, Temas del Evangelio, topics.ChurchofJesusChrist.org). Tales comportamientos con frecuencia conducen a otros problemas en la vida, como por ejemplo:
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Sentimientos de culpa y vergüenza
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Dificultad para realizar las tareas diarias
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Problemas al relacionarse
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Problemas laborales, académicos u otras dificultades relacionadas
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Otras conductas sexuales inapropiadas
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El deseo de aislarse u ocultarse
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Falta de interés en el desarrollo espiritual
Antes de calificarnos de adictos, podríamos hacernos algunas preguntas:
Frecuencia: ¿Con qué frecuencia veo pornografía?
El consumo de pornografía puede variar desde la exposición accidental o involuntaria al consumo ocasional, al intensivo y al compulsivo. Parte de determinar dónde nos hallamos en ese espectro incluye evaluar nuestra frecuencia de consumo, o con cuánta frecuencia nos dedicamos a ver pornografía. Cuanto más a menudo ve pornografía la persona, tanto más grave es el problema. Ver pornografía ocasionalmente suele indicar un problema más leve y es menos probable que sea una adicción, aunque la conducta sigue siendo inapropiada y perjudicial. Para más información, véase presidente Dallin H. Oaks, “Recuperarse de caer en la trampa de la pornografía”, Liahona, octubre de 2015, págs. 50–55.
Duración: ¿Cuánto tiempo llevo involucrado en la pornografía?
Si no hemos podido dejar de ver pornografía por un largo período de tiempo, como por ejemplo, varios años, es posible que tengamos más dificultad para superarlo que si hemos estado involucrados en la pornografía por un lapso más corto. Si hemos visto pornografía desde que éramos jóvenes, tal vez tengamos más probabilidades de desarrollar la adicción con el tiempo.
Asumir riesgos: ¿Cuán dispuesto estoy a correr riesgos para poder ver pornografía?
Si estamos dispuestos a asumir riesgos para ver pornografía, entonces nuestro comportamiento puede ser más difícil de cambiar. En el caso de los niños, tales riesgos podrían incluir descuidar las tareas escolares, mentir o apartarse de situaciones de socialización. Para el adulto, correr riesgos podría incluir intentar ocultar el consumo de pornografía, mentir al cónyuge o ver pornografía en el trabajo. Esa conducta puede conducir al divorcio, a problemas familiares, a la pérdida del empleo o a actividades delictivas.
Dificultades diarias: La pornografía, ¿hace difícil que pueda realizar mis tareas diarias?
Si somos adictos a la pornografía, quizá tengamos problemas para efectuar las tareas diarias y rutinarias de nuestra vida. Pensar en la pornografía puede absorbernos hasta el grado en que dormir, trabajar u otras labores se vuelvan difíciles. Incluso las conversaciones o actividades familiares pueden parecer difíciles. Esos pensamientos obsesivos podrían ejercer una influencia malsana en las amistades, las relaciones familiares, las responsabilidades y las actividades que anteriormente disfrutábamos.
Comprender nuestra conducta
Aun después de considerar esas preguntas, es posible que aún no tengamos una clara comprensión de si somos adictos o no. Sin embargo, al evaluar nuestro comportamiento, podemos empezar a entender mejor nuestro consumo de pornografía. Aquello puede ayudarnos a comenzar a trazar un plan para cambiar. Tenemos el poder de cambiar, así como la responsabilidad de hacerlo.
Si nos damos cuenta de que nuestro problema es más grave o si tenemos dificultades para progresar, tal vez necesitemos ayuda profesional. Para conocer más sobre cómo buscar ayuda profesional, lea “¿Cómo busco un profesional de la salud mental idóneo para mi caso?”.
Al dedicar tiempo y esfuerzo a entender nuestro consumo de pornografía, damos el primer paso para cambiar nuestro comportamiento. Sin importar lo grave que sea nuestro problema con la pornografía, cambiar es posible.
Ponga manos a la obra
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Si quiere, escriba sus respuestas a las preguntas de este artículo. Describa la magnitud de su problema con la pornografía.
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Trace un plan para dejar de ver pornografía. Para conocer más sobre cómo planificar, véase “¿Qué necesito hacer para centrarme en vencer mi problema con la pornografía?”.
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Busque apoyo. Determine a qué personas o grupo puede acudir para recibir ayuda. Lea “¿Cómo busco el apoyo que necesito?”.
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