Lección 14
El arrepentimiento de Alma, hijo, y de los hijos de Mosíah
Objetivo
Que los niños comprendan que el arrepentimiento es necesario para nuestra felicidad terrenal y para tener vida eterna.
Preparación
-
Estudie, con la ayuda de la oración, Mosíah 27; 28:1–9 y Alma 36:11–24. Después, estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VIII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VII.)
-
Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que promuevan la participación de los niños y que mejor los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.
-
Materiales necesarios:
-
Un ejemplar del Libro de Mormón para cada niño.
-
Una mochila o bolsa y cuatro o cinco objetos pesados como por ejemplo libros, piedras o ladrillos. Ponga una etiqueta en cada uno de ellos con el nombre de un pecado, como por ejemplo: mentir, burlarse de los demás, fumar, etc.
-
La lámina 4–26, Un ángel se aparece a Alma y a los hijos de Mosíah.
-
Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.
Actividad para despertar la atención
Lleve a clase una mochila o una bolsa con varios objetos pesados. (Es muy probable que usted sepa qué tentaciones tienen los niños de la edad de los de su clase; por tanto, utilice los nombres de esos pecados en las etiquetas.) Haga que los niños levanten por turno la pesada bolsa y luego que uno de ellos saque un objeto a la vez.
Cuando se hayan sacado todos los “pecados”, la “carga” o el pesado “lastre” del niño será más liviano. (Si lo cree conveniente, deje los objetos a la vista durante el transcurso de la lección para hablar de ellos cuando piense que sea apropiado.) Compare el peso de la bolsa pesada con la liviana. Jesús nos dijo que si nos allegamos a Él por medio de la fe, el arrepentimiento y el bautismo, nuestras cargas serán más livianas. El arrepentimiento es sentir pesar por haber pecado, no volver a hacerlo y luego tratar de vivir a semejanza del Salvador. En esta lección, los niños se enterarán de cómo Alma, hijo, y los hijos de Mosíah sintieron la carga del pecado y descubrieron la felicidad que se obtiene cuando, por medio de la fe en Jesucristo y el arrepentimiento, ese lastre es quitado.
Relato de las Escrituras
Enseñe el relato del poderoso cambio que tuvo lugar en la vida de Alma, hijo, y de los hijos de Mosíah, tal como se registra en Mosíah 27 y 28:1–9, utilizando la lámina en el momento propicio. (Para sugerencias de cómo enseñar el relato de las Escrituras, véase “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII.) Haga que los niños comprendan que esta lección se trata de Alma, hijo (su padre, Alma, padre, fue la persona que Abinadí convirtió por medio de su prédica). Analice con la clase el proceso del arrepentimiento por el que pasó Alma, hijo, el cual es el mismo por el que todos debemos pasar cuando nos arrepentimos (véase Alma 36:16–21):
-
Reconocer el pecado.
-
Confesar el pecado y orar rogando que se nos perdone.
-
Hacer lo posible por enmendar el error cometido.
-
Abandonar el pecado.
-
Obedecer los mandamientos y llevar una vida más parecida a la del Salvador.
Preguntas para analizar y aplicar
Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios a su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.
• ¿Qué estaban haciendo los incrédulos a los miembros de la Iglesia? ¿Qué quiere decir ser perseguidos? ¿Por qué perseguía esa gente a los miembros de la Iglesia? (Mosíah 27:1, 8–10.) ¿De qué manera podrían ser perseguidos en la actualidad los miembros de la Iglesia?
• ¿Quiénes oraron por Alma, hijo, y los hijos de Mosíah? ¿Qué pidieron ellos en su oración? (Mosíah 27:14.) ¿Qué creen que piden sus padres en las oraciones cuando ruegan por ustedes?
• ¿Cómo debemos orar para recibir contestación? (Mosíah 27:14.) Pida a los miembros de la clase que relaten experiencias que hayan tenido durante las cuales recibieron contestación a sus oraciones. Si lo cree conveniente, usted también podría hablar de una experiencia personal que haya tenido al respecto.
• ¿En qué forma presenciaron Alma y sus cuatro amigos el poder del Padre Celestial? (Mosíah 27:11, 15, 18.)
• ¿Qué le sucedió a Alma como consecuencia de esa experiencia espiritual? (Mosíah 27:19.) ¿Por qué fue eso una gran bendición en la vida de Alma?
• ¿Qué hizo Alma, padre, cuando se enteró de lo que le había pasado a su hijo? (Mosíah 27:20–23.) ¿Por qué desean nuestros padres que obedezcamos los mandamientos del Padre Celestial?
• ¿Cómo se sintió Alma después que el ángel le habló? (Alma 36:11–17.) ¿Por qué es importante que sintamos pesar por nuestros pecados?
• ¿Por qué el conocimiento que tenía Alma de la expiación de Jesucristo le ayudó a arrepentirse? (Alma 36:17–18.) ¿Qué hizo Alma cuando se acordó del Salvador? (Alma 36:18.) ¿Por qué es importante confesar nuestros pecados y orar pidiendo perdón cuando nos arrepentimos?
• ¿Qué hizo Alma a fin de tratar de reparar el daño que había hecho? (Alma 36:24.) ¿Por qué es importante, como parte de nuestro arrepentimiento, cambiar y tratar de reparar el daño que hayamos hecho?
• Cuando Alma, hijo, y los hijos de Mosíah se arrepintieron y cambiaron su inicua forma de vida, ¿qué desearon hacer para ayudar a los demás? (Mosíah 27:32, 35; 28:1.) ¿Cómo podemos ser un buen ejemplo entre nuestros familiares y amigos?
Actividades complementarias
Utilice en cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido una o más de las siguientes actividades:
-
Utilice la fotografía de un bebé o pida a una persona que tenga un niño pequeño que lo lleve a clase. Compare la pureza de un bebé con la de una persona que se ha arrepentido.
-
Pida a un converso reciente que hable a la clase sobre algunas de las formas en que el arrepentimiento y el bautismo hayan cambiado su vida y le hayan traído felicidad.
-
Utilice una botella de agua clara para representar a una persona sin pecado. Coloque en el agua unas gotas de colorante para alimentos o tinta; hágales notar cómo el color se expande por el agua y compárelo con el pecado. Luego, agregue unas pocas gotas de blanqueador de ropa y explique que ese procedimiento representa la forma en que el arrepentimiento nos limpia del pecado. (Quizás quiera realizar este experimento en su casa, antes de dar la clase, a fin de saber qué cantidad de colorante y blanqueador debe utilizar.)
-
Canten o repitan la letra de la canción “Saber perdonar” (Canciones para los niños, Nº 52).
Conclusión
Testimonio
Testifique que sólo por medio del arrepentimiento y de la expiación de Jesucristo se aligera la carga de nuestros pecados y recibimos perdón y un gozo pleno.
Sugerencias de lectura
Sugiera a los niños que estudien en casa Mosíah 27:10–24 como repaso de la lección de hoy.
Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.