Lección 33
El Salvador aparece a los nefitas
Objetivo
Fortalecer el testimonio de los niños de que Jesucristo es el Hijo de Dios, que es nuestro Salvador y que vive.
Preparación
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Estudie, con la ayuda de la oración, 3 Nefi 8–11. Después, estudie la lección y decida qué método empleará para enseñar a los niños el relato de las Escrituras. (Véase “Cómo preparar las lecciones”, pág. VII, y “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII.)
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Lectura complementaria: 3 Nefi 7.
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Elija las preguntas para analizar y las actividades complementarias que promuevan la participación de los niños y que mejor los ayuden a alcanzar el objetivo de la lección.
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Materiales necesarios:
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Un ejemplar del Libro de Mormón para cada niño.
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Las láminas 4–43, Cristo se aparece a los nefitas (“Las bellas artes del evangelio” 315; 62047); 4–44, Mapa del mundo; y 4–45, Jesús enseña en el hemisferio occidental (“Las bellas artes del evangelio” 316; 62380).
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Sugerencias para el desarrollo de la lección
Pida a uno de los niños que ofrezca la primera oración.
Actividad para despertar la atención
Pregunte a los niños si alguno de ellos ha visto alguna vez una gran tormenta, una que realmente les haya causado miedo, y que hablen sobre ella o, de lo contrario, usted podría relatar una experiencia al respecto. Explíqueles que en el mismo momento en que Jesucristo fue crucificado en Jerusalén, hubo una gran tormenta y tuvo lugar una gran destrucción en el continente americano. Muéstreles en el mapa lo que ahora se llama Israel, que fue el lugar donde Él vivió y murió. Dígales que esta lección trata de lo que pasó en América en el momento de la muerte de Jesucristo.
Relato de las Escrituras
Enseñe a los niños el relato de las señales de la muerte del Salvador y Su visita a los nefitas, que se registra en 3 Nefi 8:5–11:41, utilizando las láminas en los momentos adecuados. (Para sugerencias de cómo enseñar el relato de las Escrituras, véase “La enseñanza por medio de las Escrituras”, pág. VIII.)
Preguntas para analizar y aplicar
Al preparar la lección, estudie las preguntas y los pasajes de las Escrituras que se encuentran a continuación. Después, utilice las preguntas que usted considere que mejor ayudarán a los niños a comprender las Escrituras y a aplicar los principios a su vida. El leer los pasajes en clase con los niños hará que éstos entiendan mejor las Escrituras.
• ¿Qué profetizó Samuel el Lamanita a los nefitas acerca de la muerte del Salvador? (Helamán 14:20–27.) ¿Por qué motivo trató de prepararlos? (Helamán 14:28–29.) ¿Cómo se cumplieron esas profecías? (3 Nefi 8:5–25.)
• Según lo que dijo el Salvador, ¿por qué murieron tantas personas? (3 Nefi 9:2, 12.) ¿Qué les dijo a las personas que no murieron? (3 Nefi 9:13–14.) ¿Qué quiere decir “venir a Cristo”? ¿Qué bendiciones recibiremos si llevamos una vida como la que Él llevó?
• ¿Qué enseñó Jesús al pueblo sobre Su misión? (3 Nefi 9:15–17.) ¿Por qué es importante para nosotros saber que Jesucristo es el Hijo de Dios?
• Según lo que dijo Jesús, ¿cuál fue la razón por la cual vino al mundo? (3 Nefi 9:21.) ¿Qué debemos hacer para ser salvos de nuestros pecados? (3 Nefi 9:22.) ¿Qué sintió la gente al comprender la Expiación? (3 Nefi 10:10.)
• El pueblo que se había reunido en los alrededores del templo en la tierra de Abundancia, ¿cuántas veces escuchó la voz que llegaba de los cielos y no la entendió? (3 Nefi 11:3–4.) ¿Qué hizo la gente para tratar de comprender la voz? (3 Nefi 11:5–6.) ¿Qué quiere decir “aguzaron el oído par escucharla”? (Debemos prestar oído y estar dispuestos a escuchar lo que nuestro Padre Celestial desea que oigamos.)
• ¿Cuáles fueron las palabras que escuchó el pueblo cuando el Padre Celestial les habló por tercera vez? (3 Nefi 11:6–7.) ¿Qué principios importantes aprendemos de ese mensaje? (Aprendemos que Jesucristo es el Hijo de Dios, que Ellos son dos seres distintos, que el Padre ama al Hijo y que debemos escucharle y prestarle atención.) ¿Qué debemos hacer para escuchar y comprender mejor las palabras de Jesucristo?
• ¿Qué vio la gente al dirigir la vista hacia el cielo? (3 Nefi 11:8.) Cuando el Salvador les dijo quién era, ¿por qué creen que cayeron al suelo? (3 Nefi 11:10–12.) ¿Cómo se habrían sentido si ustedes hubieran estado allí en ese momento? ¿Por qué hizo Cristo que la gente palpara las heridas de Su cuerpo? (3 Nefi 11:14–15.)
• ¿En qué forma demostraron los nefitas amor y gratitud por el Salvador? (3 Nefi 11:16–17.) ¿Cómo podemos nosotros demostrarle amor y gratitud por lo que ha hecho por nosotros?
• ¿Jesucristo le dio a Nefi el poder de llevar a cabo una importante ordenanza? ¿Qué ordenanza era ésta? (3 Nefi 11:19–21.) ¿De qué manera deben efectuarse los bautismos? (3 Nefi 11:22–27.)
• ¿Qué dijo el Salvador acerca de las disputas y la contención? (3 Nefi 11:28–30.)
• ¿Qué dijo que debemos hacer todos nosotros para obtener la vida eterna? (3 Nefi 11:33–38.)
• Explique a los niños que la buena nueva que podemos dar al mundo hoy día es que Jesucristo vive. Lo único que muchas personas saben de Él es que vivió sobre la tierra hace mucho tiempo y que luego murió en la cruz. ¿Qué conocimiento tenemos como miembros de Su Iglesia que nos hace sentir especialmente cerca del Salvador? (Sabemos que Él sufrió por nuestros pecados y dio Su vida por nosotros, y que en la actualidad Él vive y dirige Su Iglesia.)
Pida a los niños que expresen qué sienten por Jesucristo.
Actividades complementarias
Utilice en cualquier momento de la lección o como repaso, resumen o cometido una o más de las siguientes actividades:
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Lea y analice con los niños el primer, el segundo o el cuarto Artículo de Fe. Ayude a los niños a aprender uno de ellos de memoria.
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Analice con ellos lo que significa tener un testimonio. Una de las posesiones más preciadas que podemos tener en esta vida es el testimonio de que Jesucristo es una persona real y el Hijo de Dios, lo cual lo hace divino. Un testimonio es un sentimiento espiritual y una fuerte creencia que se convierte en conocimiento. Al comenzar a adquirir un testimonio, sentimos dentro de nosotros que el evangelio es verdadero. Luego, ese sentimiento crece y se hace cada vez más fuerte a medida que lo cultivamos por medio del estudio, la oración y la obediencia. Debido a la fe y al amor que tenemos por el Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo, comenzamos a hacer elecciones correctas. Al dar nuestro testimonio, expresamos a los demás lo que sentimos y nuestra determinación de obedecer al Padre Celestial y a Jesucristo, y a la vez, demostramos nuestro testimonio por medio de la forma en que vivimos, nos vestimos y comportamos. Cuando optamos por hacer lo que es debido, demostramos a otras personas que tenemos un testimonio de Jesucristo y de Su evangelio.
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Analice con la clase por qué es importante que aprendamos continuamente acerca de Jesucristo. Explíqueles que tenemos la tendencia a ser más como aquellos a quienes conocemos, admiramos y respetamos. A medida que aprendamos más sobre Jesucristo y tratemos de seguir Su ejemplo, nos acercaremos y nos pareceremos más a Él.
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Canten o repitan la letra de la canción “Mandó a Su Hijo” (Canciones para los niños, Nº 20).
Conclusión
Testimonio
Testifique en cuanto a la veracidad y la divinidad de Jesucristo.
Sugerencias de lectura
Sugiera a los niños que estudien en casa 3 Nefi 11 como repaso de la lección de hoy.
Pida a uno de los niños que ofrezca la última oración.