“Administrar el flujo de caja de mi negocio: Mi fundamento: Ser uno, servir juntos”, Cómo iniciar y hacer crecer mi negocio para la autosuficiencia , 2017
¿De qué manera me salva el hecho de perderme en el servicio a los demás?
“A la manera del Señor”, disponible en https://www.lds.org/media-library/video/2014-06-1170-in-the-lords-way?lang=spa. (¿No tiene el video? Lea el guion al final de esta sección).
¿De qué manera el prestar servicio a los demás puede abrir las ventanas de los cielos en su vida?
Algunas personas creen que se merecen lo que otros ya tienen, y esto puede provocar resentimiento. Otras personas se creen con derecho a tener cosas que no se han ganado. Esas dos trampas ciegan a la gente e impiden ver una verdad vital: todo le pertenece a Dios. El resentimiento y el creerse con derecho pueden superarse si nos centramos en las necesidades de los demás. Lea Mosíah 2:17 , Mosíah 4:26 y la cita del presidente Gordon B. Hinckley.
Imagen
Portada de “Mi familia”
El propósito de esta actividad es planificar un proyecto de servicio que llevarán a cabo esta semana como grupo.
Paso 1: En grupo, piensen en alguien que necesite ayuda.
Paso 2: Analicen los talentos, los contactos y los recursos que pueden ofrecer.
Paso 3: Preparen un plan para servir a esa persona. Por ejemplo, usted podría:
Llevar a cabo un proyecto de servicio en su comunidad.
Preparar su historia familiar ayudándose del cuadernillo Mi familia: Historias que nos unen . Luego ir al templo y efectuar las sagradas ordenanzas por los miembros de su familia que han fallecido.
Ayudar a alguien en su camino hacia la autosuficiencia.
Lea las citas del élder Robert D. Hales y del presidente Thomas S. Monson.
Comprométase a realizar las siguientes tareas durante la semana.
Si no le es posible ver el video, elijan a dos miembros del grupo para que lean el siguiente guion.
Imagen
A la manera del Señor
Presidente Henry B. Eyring : Los principios básicos del programa de bienestar de la Iglesia no son solo para una época ni para un lugar; son para todas las épocas y todo lugar.
La manera de hacerlo es clara. Quienes han acumulado más deben humillarse para ayudar a los necesitados. Quienes tienen mucho deben sacrificar voluntariamente su comodidad, tiempo, destrezas y recursos para aliviar el sufrimiento del necesitado. La ayuda debe facilitarse a fin de incrementar el poder de los receptores para cuidar de sí mismos y luego de otros. Si se hace a la manera del Señor, puede ocurrir algo notable: el que da y el que recibe son bendecidos.
(Adaptación de un discurso pronunciado por el presidente Eyring en la dedicación del Centro de servicios de bienestar de Sugarhouse, Utah, en junio de 2011, LDS.org)
Presidente Dieter F. Uchtdorf: Hermanos y hermanas, hemos hecho el convenio y tenemos la responsabilidad de ser sensibles a las necesidades de los demás y prestar servicio como hizo el Salvador, para ayudar, bendecir y edificar a quienes nos rodean.
A menudo, la respuesta a nuestra oración no viene cuando estamos de rodillas sino cuando estamos de pie sirviendo al Señor y a quienes están a nuestro alrededor. Los actos de servicio desinteresado y la consagración purifican nuestro espíritu, quitan las escamas de nuestros ojos espirituales y abren las ventanas de los cielos. Al ser la respuesta a la oración de alguien, con frecuencia hallamos la respuesta a nuestra oración.
(“A la espera en el camino a Damasco”, Liahona , mayo de 2011, págs. 75–76)