“Lección 18 — Material para el maestro: Llegar a ser como el Padre Celestial y Jesucristo”, Enseñanzas y doctrina del Libro de Mormón: Material para el maestro, 2021
“Lección 18 — Material para el maestro”, Enseñanzas y doctrina del Libro de Mormón: Material para el maestro
Lección 18 — Material para el maestro
Llegar a ser como el Padre Celestial y Jesucristo
Jesucristo dijo a los nefitas y a los lamanitas en la tierra de Abundancia que Él había cumplido la ley de Moisés. Al enseñar una ley mayor, Él invitó a las personas a ser perfectos, aun como Él y el Padre Celestial son perfectos (véase 3 Nefi 12:17–48). En esta lección, los alumnos tendrán la oportunidad de explicar las enseñanzas del Señor en cuanto a la perfección. Los alumnos también estudiarán diferentes aspectos de la ley mayor y determinarán lo que pueden hacer para vivir esa ley de una mejor manera y llegar a ser más semejantes a Jesucristo.
Sugerencias para la enseñanza
El Salvador enseña a los nefitas y a los lamanitas la manera de llegar a ser perfectos.
Muestre las siguientes preguntas e invite a los alumnos a meditarlas:
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Piensen en su potencial divino, ¿qué atributos semejantes a Cristo desean desarrollar durante el próximo año?, ¿durante los próximos 10 años?
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¿Qué atributos esperan haber desarrollado para el final de sus vidas?
Si lo considera apropiado, pida a los alumnos que compartan sus respuestas con un compañero o invite a dos alumnos a compartir sus respuestas con la clase.
Explique que, durante Su ministerio entre los nefitas y los lamanitas, Jesucristo enseñó verdades importantes sobre nuestro potencial divino. Invite a los alumnos a repasar 3 Nefi 12:19–20, 46–48 y a que averigüen qué desea el Señor que seamos.
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Según estos versículos, ¿qué potencial ve el Señor en nosotros?
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¿Qué enseñan estos versículos en cuanto a la manera en que podemos llegar a ser perfectos como Jesucristo y el Padre Celestial? (Los alumnos podrían identificar un principio similar al siguiente: A medida que venimos a Jesucristo y seguimos Su ley y mandamientos, podemos llegar a ser perfectos, tal y como Él y el Padre son perfectos).
Señale que a algunas personas se les dificulta comprender el mandamiento de ser perfectos. Invite a los alumnos a investigar el tema “perfecto” en la Guía para el Estudio de las Escrituras. También podría invitarles a repasar Moroni 10:32–33 y la declaración hecha por el élder Jeffrey R. Holland en la sección 1 del material de preparación. Podría preguntar una o todas las preguntas siguientes:
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¿Por qué es importante comprender que perfecto significa “[c]ompleto, íntegro y plenamente desarrollado”? (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Perfecto”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org). ¿Cuándo y cómo se puede lograr la perfección?
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¿De qué manera resumirían lo que Moroni enseñó en cuanto a llegar a ser perfectos? ¿De qué manera el comprender esta enseñanza les da esperanza cuando nos sentimos incapaces o cometemos errores? ¿Cuándo han sentido que el Señor les proporciona ayuda divina y fortaleza?
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¿Qué significa para ustedes que Jesucristo les extiende Su gracia y ha preparado el camino para que lleguen a ser como Él y Su Padre?
A fin de ayudar a los alumnos a poner en práctica lo que han aprendido, podría mostrar la siguiente situación:
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Al pensar en lo que han aprendido hoy, ¿qué verdades podrían compartir con Joan para ayudarle a obtener más esperanza en la invitación del Señor de ser perfectos?
Jesucristo enseña la ley mayor de Su evangelio.
Recuerde a los alumnos que después de que el Salvador explicó que Él había cumplido la ley de Moisés, Él les enseñó la ley mayor del Evangelio.
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¿Cómo definirían la ley mayor? ¿Cuál es el propósito de esta norma más elevada? (Si es necesario, los alumnos podrían consultar la sección 2 del material de preparación).
Invite a los alumnos a repasar los pasajes de las Escrituras que estudiaron antes de la clase en la sección 2 del material de preparación (si algunos alumnos no se prepararon con anticipación, invíteles a escoger un pasaje y estudiarlo en este momento). Después de que los alumnos hayan tenido suficiente tiempo para repasar, escoja una de las actividades siguientes o cree una de su elección que les dará la mejor oportunidad a los alumnos para compartir y analizar lo que han encontrado.
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Opción 1: Divida a los alumnos en grupos pequeños. Invite a los alumnos a turnarse para compartir con sus grupos lo que aprendieron del pasaje que estudiaron. Cuando los alumnos terminen de analizar en sus grupos, pídales que compartan con la clase lo que hayan descubierto.
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Opción 2: Muestre las preguntas incluidas en la actividad “Anota tus ideas” en la sección 2 del material de preparación. Invite a los alumnos a pensar cómo responderían a las preguntas, basándose en el pasaje que estudiaron. Pida a los alumnos que compartan con un compañero o un grupo pequeño cómo responderían a las preguntas.
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Opción 3: Invite a los alumnos a pensar en una situación en la que ellos pueden poner en práctica una enseñanza del pasaje que escogieron. Dé a los alumnos la oportunidad de presentar sus situaciones en grupos pequeños o a toda la clase y que expliquen cómo pondrían en práctica las enseñanzas que escogieron.
Invite a los alumnos a escoger un principio o un atributo semejante a Cristo que les gustaría vivir de una mejor manera. Motive a los alumnos a escribir las maneras en que pueden mejorar la implementación de ese principio o el desarrollo de ese atributo. Podría invitar a uno o dos alumnos para que compartan su testimonio en cuanto a la bondad y a la gracia de Jesucristo.
Para la próxima clase
Señale que el presidente Boyd K. Packer, del Cuórum de los Doce Apóstoles, sugirió que los jóvenes de estos tiempos están “creciendo en territorio enemigo”, porque la influencia del adversario está por todos lados (“Cómo sobrevivir en territorio enemigo”, Liahona, octubre de 2012, págs. 34–37). En tanto que los alumnos empiezan a estudiar la unidad de los peligros espirituales de nuestros días y estudian el material de preparación para la siguiente clase, invítelos a buscar la manera en que el Libro de Mormón les puede ayudar a vivir correctamente en un mundo inicuo.