Trabajar arduamente para ayudar

Por Kynzley y Jayme A., 11 y 9 años, Arizona, EE. UU.

¡Hola! Somos Kynzley y Jayme. Hicimos un proyecto de servicio para ayudar a una familia de nuestro barrio. Criamos un cordero y un cerdo, y luego los vendimos en la feria del condado.

El papá de nuestra amiga estaba muy enfermo; fue al médico muchas veces. Su familia no pudo ir a la iglesia por mucho tiempo. Extrañábamos a nuestros amigos en la Primaria ¡y queríamos ayudarlos!

Decidimos darle a la familia el dinero que ganaríamos al vender nuestros animales en la feria del condado. El dinero los ayudaría a pagar los gastos médicos.

Trabajamos nueve meses en nuestro proyecto. Oramos y ayunamos para elegir buenos animales para criar. Mientras criábamos al cordero y al cerdo, pasamos mucho tiempo haciendo planes para la feria del condado. Hicimos camisetas, acudimos a desfiles, pedimos donaciones y ayudamos a organizar la venta.

El día de la feria, nuestros animales estaban fuertes y sanos. Nos esforzamos mucho al mostrarlos en la exhibición de ganado. Estábamos felices de poder dar el dinero que habíamos ganado a la familia. Terminamos nuestro proyecto con un ayuno por ellos.

Trabajar en este proyecto nos ayudó a acercarnos más al Padre Celestial. Aprendimos a confiar más en Él. Hicimos nuestro mejor esfuerzo y permitimos que Él nos ayudara al escuchar al Espíritu Santo. Tuvimos dificultades cuando los animales no hacían lo que nosotras queríamos, pero entonces recordábamos por qué los criábamos. Nos esforzamos al máximo por ganar todo el dinero posible. Confiamos en el Señor y trabajamos arduamente.

Sabemos que el Padre Celestial se preocupa por todos nosotros y quiere ayudarnos. Además, ¡estamos felices de poder ayudar a los demás!