“¿Cómo puedo sentir más el Espíritu cuando siento ansiedad o nerviosismo?”, Para la Fortaleza de la Juventud, febrero de 2023.
Preguntas y respuestas
“¿Cómo puedo sentir más el Espíritu cuando siento ansiedad o nerviosismo?”
Dios quiere que seas feliz
“A veces mi ansiedad es fácil de manejar y otras veces no me permite funcionar. Es importante encontrar una manera de calmarse. Los pensamientos intrusivos y ansiosos pueden dominar los pensamientos buenos y positivos. Sin embargo, recuerda que Dios quiere que seas feliz, así que escucha los buenos pensamientos que provienen de Él. Él puede ayudarte si le oras para recibir fortaleza”.
Madi T., 19 años, Arkansas, EE. UU.
Encuentra apoyo en Dios y en tu familia
“Respira hondo y recuerda que no eres el único que siente ansiedad. Haz una oración sencilla y pide al Padre Celestial que te ayude. Hablar con alguien, como tus padres, también puede ayudar. Encuentra un sistema de apoyo de amigos y familiares que siempre estarán ahí”.
Jasmine D., 15 años, Washington, EE. UU.
El Padre Celestial envía ayuda
“Cuando estoy ansiosa, sé que el Padre Celestial entiende lo que siento. Él ayuda a mis amigos a reconocer cuando estoy luchando con la ansiedad y ellos han aprendido a ayudarme. Siempre tengo una oración en la mente y el Padre Celestial envía el Espíritu Santo para ayudarme a sentir consuelo y más confianza”.
Elsie J., 14 años, Idaho, EE. UU.
Despeja la mente
“Cada vez que me siento ansioso o nervioso, oro para sentir calma y mostrar al Señor que necesito Su apoyo. Luego trato de dejar de pensar en esas cosas que me están haciendo sentir ansioso al cantar himnos o escuchar buena música. Eso me ayuda a despejar la mente, a sentirme más feliz y a estar más dispuesto a seguir las impresiones que recibo del Espíritu”.
Nathan M., 18 años, Utah, EE. UU.
Nunca estás solo
“Tengo dificultades con la ansiedad y a veces es muy difícil sentir el Espíritu, hablar con mi Padre Celestial y sentir Su amor y guía. Aunque lucho con la ansiedad y a veces siento que estoy sola, sé que nunca lo estoy. Orar y leer el Libro de Mormón me ayuda. Sé que Dios siempre está ahí guiándonos hacia Su luz y amor”.
Cameron K., 12 años, Nevada, EE. UU.