2023
La fe, las obras, la gracia… y ¡¿el ciclismo?!
Agosto de 2023


“La fe, las obras, la gracia… y ¡¿el ciclismo?!”, Para la Fortaleza de la Juventud, agosto de 2023.

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Hechos

La fe, las obras, la gracia… y ¡¿el ciclismo?!

Aprende sobre lo que te ayuda a seguir adelante.

Una joven en bicicleta

Me miré en el espejo la piel raspada debajo de la nariz y en la barbilla. Con cuidado, me limpié algunas partículas de grava. Sí, parecía un bigote y una barba. ¡Una barba hecha por el roce contra el asfalto!

Apenas unos momentos antes, había aprendido una lección muy importante acerca de andar en bicicleta: ¡mantenerse erguido es muy difícil a menos que estés yendo hacia adelante! En lugar de pedalear, había dudado demasiado, frené de golpe y me caí.

¿Qué tiene que ver esto con el Evangelio? Hay una conexión en la cual pensar. Del mismo modo que necesitamos equilibrio e impulso para mantenernos erguidos en una bicicleta, nuestro progreso eterno depende tanto de la fe como de las buenas obras. Y todo el viaje es posible por medio de la gracia de Jesucristo.

Piénsalo de esta manera: Jesucristo te dio la bicicleta y es quien te ayuda a aprender a andar en ella. Él puede explicarte las instrucciones, darte consejos e incluso sujetarte el asiento mientras te subes, pero eres tú quien tiene que decidir seguir adelante.

El élder Dieter F. Uchtdorf expresó recientemente pensamientos similares acerca de las bicicletas para alentarnos a seguir adelante con fe.

“Mantengan la vista en el camino que está frente a ustedes, céntrense en su destino”, dijo él. “[Y] sigan pedaleando. Para mantener el equilibrio, lo importante es moverse hacia adelante”1.

Al leer el Nuevo Testamento en este momento, quizá te des cuenta de que los primeros apóstoles enseñaron mucho acerca de andar en bicicleta. ¡Es broma! Pero sí enseñaron muchas veces sobre la fe, la gracia y las obras.

Por ejemplo, Pedro enseñó que “por la gracia del Señor Jesús seremos salvos” (Hechos 15:11).

Y fíjate dónde aparece su enseñanza acerca de la gracia: en el libro de Hechos, ¡donde se registraron las acciones de los discípulos! Gran parte del Nuevo Testamento describe la forma en que hombres y mujeres fieles viajaron y enseñaron acerca de Jesucristo. Esto representa la combinación de tener fe, trabajar arduamente y aceptar la ayuda sustentadora del Salvador.

¿Qué otros pasajes de las Escrituras puedes encontrar que hablen sobre la fe, las obras y la gracia? ¿Cómo te das cuenta de que esos tres conceptos trabajan juntos en tu propia vida? Aquí tienes algunos versículos para comenzar: Santiago 2:14–17; Efesios 2:8–10 y Moroni 10:32–33.

Ahora bien, la analogía de la bicicleta no es perfecta, así que no te preocupes demasiado por lo que representa cada cosa. Simplemente utilicemos la analogía como algo que nos ayude a recordar que no podemos salvarnos a nosotros mismos y que el Salvador tampoco nos obligará a ser salvos. Es cuando trabajamos junto a Él, tratando de seguir Sus enseñanzas y mostrar amor por los demás, que la magia ocurre. Satanás quiere que nos demos por vencidos, nos sentemos y nos hundamos en el pecado y en la desesperación. Sin embargo, el Padre Celestial y Jesucristo nos aman y nos animan en cada paso —o pedaleo— del camino.

Así que súbete a ese asiento, empuja hacia adelante, comienza a pedalear y siente el viento en tu rostro. Avanzar se siente bien, ¿verdad?

Jesucristo

Beside Still Waters [Junto a aguas tranquilas], por Simon Dewey

Nota

  1. Dieter F. Uchtdorf, Conferencia General de abril de 2022 (Liahona, mayo de 2022, pág. 123).