Sesión del sábado por la noche
Fiel hasta el fin
Extractos
Queridos jóvenes amigos, hoy me gustaría dirigirme a ustedes, los jóvenes de la Iglesia […].
Si bien David utilizó solo una piedra para matar a Goliat, él estaba preparado con cinco […].
¿Y si cada una de las piedras de David representara una fortaleza para salir victoriosos? ¿Cuáles podrían ser nuestras cinco piedras? Yo pensé en estas posibilidades: […]
La primera, la piedra de mi amor por Dios […].
El amor que sentimos por Dios y nuestra estrecha relación con Él nos darán la fuerza que necesitamos para transformar nuestro corazón y vencer más fácilmente nuestros desafíos.
La segunda, la piedra de mi fe en nuestro Salvador Jesucristo […]. Tener fe en Jesucristo significa confiar plenamente en Su sabiduría, en Sus tiempos, en Su amor y en Su poder para expiar nuestros pecados […].
La número tres, la piedra del conocimiento de mi verdadera identidad […].
Todo cambia cuando realmente sé quién soy […].
La cuarta, es la piedra de mi arrepentimiento diario […].
No hay nada más liberador que sentir el perdón de Dios y saber que estamos limpios, reconciliados con Él […].
La quinta piedra es la piedra de mi acceso al poder de Dios […].
¿Cómo podemos invocar este poder de Jesucristo? Obedecer nuestros convenios y aumentar nuestra fe en Jesucristo es clave.
La verdad es que me hubiera gustado que David tuviese una piedra más; esa sería la piedra de mi testimonio […].
Queridos amigos, Cristo está deseoso de acompañarnos en el camino de nuestras vidas […].
Ser un discípulo de Jesucristo nos da gozo.