Cómo abordar mis preguntas sobre la historia de la Iglesia
Aunque tenía preguntas, no me rendí ni cedí.
En mi clase de historia, mi maestro comenzó a hablar sobre La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días; y no tenía una buena opinión de la Iglesia. Dijo que éramos polígamos y racistas.
Todo lo que había aprendido previamente sobre la Iglesia había tenido sentido para mí; sin embargo, mi experiencia en clase me hizo pensar en algunas preguntas difíciles de la historia de la Iglesia, tales como por qué a las personas de raza negra no se les permitió poseer el sacerdocio por un tiempo y por qué se practicó el matrimonio plural.
Debido a eso, empecé a pensar, a meditar y a orar de verdad. Leí las Escrituras, hablé con mis padres y líderes, y aprendí más por mí mismo. Aunque tenía preguntas, no me rendí ni cedí.
A medida que estudiaba y aprendía, sentía como si me elevara todavía no entiendo completamente todo, pero pude encontrar paz.
Ahora, cuando tengo preguntas, me aferro a lo que ya sé, tal como todas las experiencias que han ayudado a que mi testimonio crezca. Cuando algo me deja confuso, suelo recurrir a la oración y luego trato de escuchar al Espíritu mientras leo las Escrituras.
En este último año, realmente he llegado a conocer el poder del Espíritu, y he sentido paz, consuelo y amor. Sé que en realidad hay un Dios que nos habla y quiere que regresemos a casa.
El autor vive en Texas, EE. UU.