Para la Fortaleza de la Juventud
Escoger el templo
Enero de 2025


Voces de los jóvenes

Escoger el templo

Iris R., 18 años, Sal, Cabo Verde

Le encanta hacer diseños de caligrafía, crear obras de arte y cocinar.

una joven

El templo más cercano a mí se encuentra en otra isla; para llegar tenemos que tomar un vuelo de 45 minutos o un viaje en barco de 12 horas. Nunca antes había ido al templo y, en mi último año de escuela, mi mamá hizo planes para que fuéramos; había ahorrado dinero durante un año para que mi familia pudiera ir junta.

Desafortunadamente, regresaríamos a casa después del comienzo de la escuela, lo cual me preocupó. Siempre fue importante para mí tener un buen promedio de calificaciones en la escuela para poder recibir una beca para la universidad. Consideré no ir al templo porque las ausencias podrían perjudicar mi promedio final. Entonces mi mamá dijo: “¿Por qué no oras y pides la ayuda del Señor?”.

Estaba un poco renuente porque tenía miedo, pero decidí orar. El Padre Celestial me guio y decidí ir al templo. Durante toda la semana que estuvimos allí, fuimos al templo todos los días. ¡Fue maravilloso! Hacer bautismos fue una experiencia increíble; pude sentir el Espíritu muy fuertemente.

Al final logré terminar la escuela con un buen promedio de calificaciones. Mantener una relación cercana con el Salvador me ayudó a tener esperanza durante ese tiempo; sabía que Él estaba conmigo, dándome fuerzas. El Señor está al tanto de nuestros esfuerzos y, cuando ponemos las cosas en Sus manos, podemos confiar en que todo saldrá bien.

Estoy muy agradecida de que mi hermana haya tenido el valor de invitar a los misioneros a nuestra casa; ella y yo fuimos las primeras de nuestra familia en bautizarnos: yo tenía trece años y ella quince. Sé que soy una hija amada de nuestro Padre Celestial. Mi padre terrenal nunca estuvo presente en mi vida, pero me ayuda saber que tenemos un Padre Celestial y que soy creada a Su imagen. Siento Su amor por mí; sé que Él está a mi lado en los momentos más difíciles.