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El Profeta y su Salvador
Enero de 2025


El Profeta y su Salvador

En cierto modo, la historia de la Restauración es la historia del acercamiento de José Smith a Jesucristo.

Jesucristo

Every Knee Shall Bow [Toda rodilla se doblará], por Dan Wilson

La historia de la vida de José Smith es más que solo la historia de la vida de José Smith.

Cuando contamos la historia de la restauración del Evangelio de Jesucristo, a menudo comenzamos contando la historia de José Smith. Eso tiene sentido. Él mismo contó la historia de sus primeros años de vida varias veces para ayudar a las personas a entender cómo comenzó la Restauración: pero en cierto modo, la historia de la vida de José Smith es la historia de su acercamiento a Jesucristo.

Una visión del perdón

El joven José Smith se sentía confundido en cuanto a la religión, y hubo un sentimiento adicional que lo impulsó a orar en esa arboleda donde tuvo su Primera Visión: “Sentía deseos de llorar por mis pecados”.

Cuando el Salvador le habló a José, le dijo: “José, hijo mío, tus pecados te son perdonados”.

José Smith supo de primera mano que Jesucristo vive. También aprendió que Jesucristo es misericordioso y perdona los pecados. Ese conocimiento personal era importante para José. “La salvación de mi alma es de extrema importancia para mí en vista de todo lo que sé con certeza de las cosas eternas”, dijo en una ocasión.

Ese conocimiento acerca de Jesucristo también fue importante en la obra que José fue llamado a hacer como profeta. Dio un poderoso testimonio de la gracia y la misericordia de Jesucristo a lo largo de su vida. Por ejemplo, una vez enseñó: “Todo corazón debe arrepentirse y ser puro, y Dios lo contemplará y lo bendecirá de tal modo que no podría ser bendecido de mejor manera”.

Amor y misericordia

La obra que se le llamó a hacer a José Smith era sumamente importante. Debido, en parte, a los errores que cometió, José aprendió a tomar en serio los mandamientos y consejos del Señor.

Por ejemplo, cuando las páginas del manuscrito del Libro de Mormón se perdieron, el Señor le quitó a José el don de traducir y más tarde le dijo: “Con cuánta frecuencia has transgredido los mandamientos y las leyes de Dios […]. No debiste haber temido al hombre más que a Dios” (Doctrina y Convenios 3:6–7).

Pero el Señor también tenía este mensaje para José: “Recuerda que Dios es misericordioso; arrepiéntete, pues” (Doctrina y Convenios 3:10).

José se arrepintió y nuevamente se le concedió el don de traducir. Toda la experiencia pudo haber sido dolorosa para él, pero aprendió lecciones importantes, entre ellas que podemos arrepentirnos y ser bendecidos porque el Señor es misericordioso.

Salvador y Amigo

José Smith tuvo varias visiones, visitas y revelaciones en las que vio o escuchó al Señor Jesucristo o aprendió acerca de Su naturaleza, carácter y misión (véanse, por ejemplo, Doctrina y Convenios 19; 76; 93; 110).

Una verdad que aprendió es que la obra redentora del Salvador es para todas las personas que han vivido en este mundo, y para todos los mundos donde moran hijos e hijas de Dios (véase Doctrina y Convenios 76:24).

Al mismo tiempo que aprendía cuán vasta es la obra del Salvador, José también aprendía que el Padre Celestial y Jesucristo nos conocen y nos aman a cada uno individualmente, y desean una relación más estrecha con cada uno de nosotros; quieren que hagamos convenios, los guardemos y perseveremos fielmente hasta el fin. Esta relación cada vez más profunda nos traerá gozo y confianza.

La propia relación de José con el Padre Celestial y Jesucristo llegó a ser tan profunda que en uno de los momentos más difíciles de su vida, mientras estaba encerrado en la cárcel de Liberty, pudo decir:

““Trataré de contentarme con lo que me toca, sabiendo que Dios es mi Amigo. En Él hallaré consuelo. He puesto mi vida en Sus manos y estoy preparado para ir cuando me llame. Deseo estar con Cristo”.

Al estudiar la vida y las enseñanzas de José Smith, puedes seguir su ejemplo, arrepentirte, hacer convenios y guardarlos, y continuar siendo fiel. Entonces, tú también podrás saber que el Salvador es tu amigo.